domingo, 27 de diciembre de 2015

Himno: De una familia Divina


De una Familia divina
pasó a una Familia humana.
Nació de una Virgen Madre...
una noche iluminada
por ángeles y luceros
en una pobre cabaña;
tuvo un padre carpintero
que todo el día trabajaba
para darle de comer
al hijo de la esperanza,
que un día edificó los mundos
por ser la eterna Palabra.

De una Familia divina
pasó a una Familia humana.
Eterno Amor allá arriba;
acá abajo amor sin mancha.
Arriba, el Fuego inefable;
acá, el calor de una casa.
Allá, en el seno infinito,
la canción nunca acabada;
acá, la canción de cuna
y la canción de una lanza.
De una Familia divina
pasó a una Familia humana.
Vivió humilde en la obediencia
su humildad humillada;
pobre vivió en Nazaret
quien rico en su Padre estaba,
y siendo todo en la altura
en el suelo se hizo nada.
¡Oh Jesús de Nazaret,
hijo de Familia humana,
por tu Familia divina,
santifica nuestras casas! Amén

miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿Quién soy Yo?

Me miro y siento que soy témpano de hielo.
¿Y quieres venir por mí?
Observo mis días y son espinas levantadas ...
¿Y quieres nacer en mí?
Abro la casa de mi corazón y la encuentro desordenada
¿Y quieres sentarte a mi mesa?
Camino, lucho y busco de todo y por todo, menos a Ti
Y ¿todavía quieres salir a mi encuentro?
¿QUIÉN Y QUÉ SOY YO, SEÑOR?
Me levanto y siento que vivo mejor sólo y sin Ti
¿Y pretendes aún ser mi amigo, Señor?
Hablo y, en mis conversaciones, escasamente hablo de Ti
¿Y aún insistes en acercarte a mí?
Subo y bajo, disfruto y canto, lloro y sueño
¿Y sabes que raras veces lo hago por Ti?
¿QUIÉN Y QUÉ SOY YO, SEÑOR?
¿Qué tengo para que desciendas por una sima desagradecida?
¿Quién soy para que, año tras año, me recuerdes que me amas?
¿Qué soy para que, en la Nochebuena, te empequeñezcas tanto?
No sé, lo que soy, Señor.
Pero, en esta Navidad…ayúdame a descubrirlo
Enséñame el camino de la fe auténtica…para poder adorarte
Guíame con la estrella de los Magos….y pueda caer rostro en tierra
Sácame de mis pastos y valles…..y pueda vivir tu nacimiento
QUE ¿QUÉ SOY, SEÑOR?
Algo bueno debo de tener y, por eso mismo Jesús,
con Santa Isabel, digo y grito: ¡Bendita la Madre de Dios!
Esa Madre que, aún sabiendo de mi frialdad e indiferencia,
se digna visitarme para caldear la morada de mi corazón
para abrir las compuertas de mi conciencia
para ayudarme a descubrir que, Tú, eres el gran regalo de la Navidad.
Sólo sé, Señor, una cosa:
que me quieres..y que tu amor me hace sentir algo insuperable:
que te debo de importar mucho, cuando por mí, tanto haces.
Gracias, amigo y Señor.

P.J.Leoz

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Milagro y Misterio

"...Cada embarazo, cada niño gestándose en el seno de su madre, es un milagro y un misterio.
Pero entre todos los de la historia, los nueve meses que tuve a mi ...Niño en mi seno fueron singulares.
Porque todas las demás mamás saben o imaginan, de un modo u otro, cómo será su niño. Si parecido al papá o a ellas, si a la familia paterna o materna.
Pero mi Niño... fue concebido de manera especial. Mi Niño se formó en mi seno porque el Poder del Altísimo me cubrió con su sombra.
Esos meses fueron maravillosos y tremendos al mismo tiempo.
Maravillosos, porque sentía la Vida palpitar en mi interior.
Porque sentía que, en realidad, no sólo yo y José esperábamos: era toda la humanidad, más aún, todo el cosmos, los que estaban esperando su nacimiento.
Y sentía a cada paso a mi lado el anhelo de Abraham que deseaba ver cumplida la promesa, y la mirada de Moisés, que había hablado cara a cara con Dios...
Y sentía muy cerca a David, anhelando ver realizada la esperanza de un reinado eterno de un descendiente suyo... e imaginaba y casi podía escuchar a Isaías, hablando de él, y diciéndome al oído: "...será llamado Príncipe de la paz... el Espíritu del Señor reposará sobre Él... será el Emmanuel"
Pero a la vez fue tremendo. Tremendo porque alrededor todo parecía igual. Porque el mundo y los hombres seguían en sus cosas, encarcelados en el estrecho límite de sus ocupaciones cotidianas, intentando llenar su anhelo de infinito con migajas...
Y seguían ofendiendo a Dios, a ese Dios que había elegido el camino menos esperado para redimirlos.
Desde Niña había aprendido a rezar con las oraciones de mi pueblo, a veces con los ojos puestos en el Cielo, otras veces con ellos cerrados.
En esos meses, para rezar, miraba hacia adentro... y tocaba, ¡sí!, tocaba al Santo de Israel, y lo acariciaba presente en mi interior. Y le decía muchas veces a mi Niño: "...mi alma tiene sed de contemplar tu Rostro..."
Así transcurrieron los días, las semanas y los meses. Afuera pasaban cosas, se sucedían los problemas... José sufrió pero fue fiel, y aceptó... En Roma, el emperador tuvo la idea de convocar el censo; en mi patria, muchos se rebelaron. Nosotros, simplemente, obedecimos, porque sabíamos que algo tenía Dios preparado.
Pero para mí, la verdadera Realidad estaba en mi interior, estaba por Nacer.
Intuía que con su Nacimiento, Dios comenzaría a cumplir su promesa: "aparecerán Cielos nuevos y tierra nueva". En ellos comencé a vivir desde entonces.
El Niño en mi seno es el mayor milagro y misterio de la historia.
Por eso, mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador...
Alégrense ustedes, también, los que han sido llamados a salir a su encuentro."

viernes, 27 de noviembre de 2015

Un 27 de noviembre

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El 27 de noviembre de 1830, a las 5 y media de la tarde, estando las novicias en oración, la Virgen Santísima se le aparece de nuevo a Catalina debajo del cuadro de San José (sitio donde está actualmente la Virgen del globo). Primero ve Catalina como dos cuadros vivientes que pasan en fundido encadenado y en los cuales la Virgen está de pie sobre medio globo terráqueo, aplastando sus pies una serpiente.
En el primer cuadro, lleva la Virgen en sus manos un pequeño globo dorado rematado por una cruz que levanta hacia el cielo. Oye Catalina:
“Esta bola representa al mundo entero, a Francia y a cada persona en particular.”
En el segundo, salen de sus manos abiertas, cuyos dedos llevan anillos de piedras preciosas, unos rayos de un brillo bellísimo. Al mismo tiempo Catalina oye una voz que dice:
“Estos rayos son el símbolo de las gracias que María consigue para los hombres.”
Después se forma un óvalo en torno a la aparición y Catalina ve como se inscribe en semicírculo una invocación, hasta entonces desconocida, escrita en letras de oro:
« Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti».Se oye entonces una voz:
« Haz, haz acuñar una medalla según este modelo. Las personas que la lleven con confianza recibirán grandes gracias ».
Después, se vuelve el cuadro y Catalina ve el reverso de la medalla: arriba, una cruz sobre la letra inicial de María, abajo, dos corazones, uno coronado de espinas, otro atravesado por una espada.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Para Encender la Corona de Adviento

El Adviento es un tiempo especial para orar y prepararnos a la venida del Señor. Proponemos un breve acto en familia para encender cada vela de la Corona de Adviento.

Todos se reúnen en torno a la mesa donde se pone la corona.
Papá o Mamá: Esperamos la venida triunfante del Señor Jesús al final de los tiempos, y el día de Navidad recordaremos su nacimiento en Belén. Nos preparamos escuchando la Palabra de Dios.

Se lee alguno de los siguientes textos de la Biblia: 1 Tesalonicenses 5, 23-24;  Romanos 13, 11-12 o Filipenses 4, 4-7.
Al finalizar la lectura todos dicen: Te alabamos, Señor.

Se enciende la primera vela.
Papá o Mamá: Pidamos a Cristo que nos ayude a estar preparados para salir a su encuentro. (Silencio).
Papá o Mamá: Que nos preocupemos más por abrir el corazón a tus enseñanzas.
Todos: Ven, Señor Jesús.
Papá o Mamá: Que podamos ayudar a los demás a conocerte mejor y a quererte de verdad.
Todos: Ven, Señor Jesús.
Papá o Mamá: Que estemos dispuestos, como tú Madre Santísima, a ser cada día más serviciales y comprensivos con los demás.
Todos: Ven, Señor Jesús.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Papá o Mamá: Dios y Padre nuestro, concédenos tu gracia mientras esperamos la venida de tu Hijo. Ayúdanos a reconocerlo en la Eucaristía, en el Evangelio y las personas que nos rodean. Te lo pedimos por él, que vive y  reina por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.

Cómo hacer un acto de Contrición antes de Confesarte

Sigue estos seis pasos:

  1. Déjate querer. Recuerda que la venida de Cristo, su vida, su Pasión, su Iglesia, sus sacramentos... todo es obra suya par que tú y yo tuviéramos su gracia y nos salváramos.
  2. ¿Cómo se dice, niño? Si piensas en todo lo que Cristo ha hecho por tu bien, la conciencia te dirá: "¿Cómo se dice, niño?"
  3. Trata de darle una explicación. La concienccia no dejará de recordarte penosas comparaciones entre lo que Cristo ha tratado de hacer por tí y las dificultades que tú le has puesto. Algún amargor de boca te vendrá. Háblale de esto a Cristo.
  4. Ya no lo vuelvo a hacer. También háblale de ésto. De que ya estás de acuerdo otra vez en obedecerlo, sobre todo en eso en que has fallado y que prometes confesar, y dile que confías en su ayuda.
  5. No confundas las cosas. No creas que por saber que tarde o temprano puedes fallar, ya por eso no estás arrepentido.
  6. Dale "siga"a un amor sincero. Ofender a Cristo ya te duele en algún grado. Ahí está lo principal. Basta con  decirle sinceramente que lo sientes.
La contrición, es decir, la pena o dolor que nos da el haber ofendido a Dios por ser él tan bueno con uno, es necesaria para tener el deseo de mejorar nuestra vida, y nos ha de mover a acercanos al sacramento de la Reconciliación.

Fuente: Misal Buena Prensa.

viernes, 30 de octubre de 2015

7 medios prácticos para formar el hábito de la presencia de Dios

A Jesús no le vemos y tocamos como a cualquier otra persona, pero por la fe sabemos que Cristo Resucitado está vivo y nos acompaña

Ahora propongo algunos medios prácticos para vivir en la presencia de Dios.
1. Cree e imagina que Jesús está junto a ti.
A Jesús no le vemos y tocamos como a cualquier otra persona, pero por la fe sabemos que Cristo Resucitado está vivo y nos acompaña en el camino de la vida. Como el ciego percibe la presencia de otra persona a su lado, así, por la fe, siento y estoy seguro de la presencia de Dios junto a mí. Yo sé que Él me escucha. Creo que siempre lo he tenido a mi lado y dentro de mí, y que ahora mismo está aquí. Puedo “llevarlo conmigo” a todas partes, conversar familiarmente con Él, pedirle luz y fuerza, disfrutar de su compañía.
Una de las oraciones más bellas que conocemos y que celebran esta presencia omnipresente de Dios es el Salmo 139:
“Señor, tú me examinas y conoces,
sabes si me siento o me levanto, tú conoces de lejos lo que pienso.
Ya esté caminando o en la cama me escudriñas, eres testigo de todos mis pasos.
Aún no está en mi lengua la palabra cuando ya tú, Señor, la conoces entera.
Me aprietas por detrás y por delante y colocas tu mano sobre mí.
Me supera ese prodigio de saber, son alturas que no puedo alcanzar.
¿Adónde iré lejos de tu espíritu, adónde huiré lejos de tu rostro?
Si escalo los cielos, tú allí estás, si me acuesto entre los muertos, allí también estás.
Si le pido las alas a la Aurora para irme a la otra orilla del mar,
también allá tu mano me conduce y me tiene tomado tu derecha.
Si digo entonces: “¡Que me oculten, al menos, las tinieblas y la luz se haga noche sobre mí!”
Mas para ti ni son oscuras las tinieblas y la noche es luminosa como el día.
Pues eres tú quien formó mis riñones, quien me tejió en el seno de mi madre.
Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe.
Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en el secreto, o bordado en lo profundo de la tierra.
Tus ojos veían todos mis días, todos ya estaban escritos en tu libro y contados antes que existiera uno de ellos.”
2. Mira con miradas de fe:
Aplicando una mirada de fe, todo es transparencia de Dios; todo: cosas, acontecimientos y personas. Dios está en toda la creación porque le da la existencia y porque la conserva. Las criaturas tienen los rasgos de su autor y podemos descubrir en ellas los atributos, las cualidades esenciales, de Quien las hizo. En las personas podemos reconocer a Dios porque las creó a su imagen y semejanza y porque la gracia santificante corre por sus venas.
Dios está allí, quiere revelarse, darse a conocer a nosotros, depende de cada uno abrir los ojos con una mirada de fe y reconocerle. Lo contrario sería una especie de ceguera o miopía.
3. Haz un examen diario lleno de gratitud:
Dios Providente está presente en la historia y en tu historia personal, la de cada día; que no te pase desapercibido.
Dios suele manifestarse a través de actos y palabras de otras personas, de gracias actuales que el Espíritu Santo te regale, de dones que recibas, de oportunidades para crecer, de los Sacramentos, etc. No tienen que ser grandes acontecimientos, Dios nos ofrece los dones de Su amor de manera bastante sencilla. Es cuestión de estar atento para captar su intervención Providente, ser receptivo, ser humilde, atribuirle el mérito, bendecirlo y darle las gracias.
Si todos los días, al final de la jornada, te reservas un tiempo para descubrir el modo en que Dios se hizo presente en tu vida y para darle las gracias, estarás aplicando un medio de gran eficacia para formar el hábito de la presencia de Dios.
4. Echa mano de jaculatorias:
San Pedro de Alcántara, en su tratado de la oración y meditación, dice que las jaculatorias “ayudan para la memoria continua de Dios y el andar siempre en su presencia”.
Las jaculatorias son oraciones breves, en forma de frases sencillas, que dirigimos a Dios en medio de las actividades cotidianas, poniendo toda la fuerza de nuestra fe y todo el afecto de nuestro corazón al pronunciarlas.
Algunos ejemplos:
“Señor, tú lo sabes todo, tú bien sabes que te amo”
“El Señor es mi Pastor, nada me falta”
“Estoy en tus manos. Hágase tu voluntad”
“Tú eres mi Roca y mi salvación”
“Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo”
“Espíritu Santo, ilumíname”
“Señor, que vea”
“Señor, aumenta mi fe”
“Santa María de Guadalupe, ruega por nosotros”
“María, soy todo tuyo”
“Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío”
“Señor mío y Dios mío”
“Señor, ten misericordia de mí”
5. Haz visitas eucarísticas y comuniones espirituales:
Si hablamos de la presencia de Dios, ¿qué mayor presencia que la de la Eucaristía? Cristo Eucaristía: la presencia fiel y cercana. Si hay una capilla en tu universidad, o cerca de tu trabajo o de tu casa, puedes ir a visitar a Cristo Eucaristía una vez al día. Tal vez pases, o puedas pasar, todos los días frente a una Iglesia y quieras formar el hábito de detenerte a saludarlo unos minutos. Lo mismo que haces con tu novia, con tu esposa o con tus padres. Es una forma de mantener fresco el amor.
También, hay ocasiones en que quisieras recibir la Eucaristía y no te es posible; entonces puedes hacer una comunión de deseo donde quiera que te encuentres. Consiste en hacer una pausa y manifestar a Jesucristo el deseo de recibirle en el Sacramento de la Eucaristía y pedirle la gracia de recibirlo espiritualmente.
Puedes imaginarte junto a Jesús en la última cena, recostarte espiritualmente sobre su pecho y decirle con tus propias palabras lo mucho que deseas recibirle. También puedes usar fórmulas como la de San Alfonso María de Ligorio:
Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentado, ven a lo menos espiritualmente a mi corazón.
(Guarda silencio y expresa a Jesús el amor que le tienes)
Y ahora, como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a ti.
No permitas, Señor, que jamás me separe de ti. Amén.
6. Reza cuando realices tus actividades habituales:
Ayuda mucho para avivar la presencia de Dios adquirir el hábito de rezar antes de tus actividades habituales. Comes tres veces al día, puedes bendecir los alimentos antes de comer. Cuando sales de casa, puedes pedir la protección de Dios. Cuando vas a iniciar tu jornada laboral, puedes hacer la señal de la cruz. Cuando regresas todos los días a casa, puedes besar una Biblia, un crucifijo o una imagen de la Virgen María que coloques a la entrada.
7. Enciende una veladora o lleva un crucifijo en tu bolsillo.
La llama de una veladora puede recordarte a Cristo Resucitado (como el cirio pascual) y Su presencia en tu corazón. Puedes tener un cirio en tu escritorio, en el taller, en la cocina, o en donde pases tiempos largos todos los días, y encenderlo ocasionalmente. El cirio encendido puede ayudarte a evocar la presencia de Cristo Resucitado a tu lado y dentro de ti.
Y hay otros medios prácticos que cada uno puede ir encontrando, como un amigo que desde hace tiempo tiene el hábito de llevar un crucifijo en el bolsillo de su pantalón: varias veces durante la jornada, mete la mano en la bolsa, aprieta fuerte el crucifijo y le dirige una palabra a Jesús.

Padre Evaristo Sada, L.C. La-Oracion.com
 
Artículo publicado por : pildorasdefe.net

jueves, 8 de octubre de 2015

10 Consejos para Crecer en la Vida de Oración

La oración es clave para la salvación. San Agustín dice que el que reza bien vive bien; el que vive bien muere bien; y para el que muere bien todo está bien.

San Alfonso reitera el mismo principio: “El que ora mucho, será salvado; el que no reza será condenado; El que ora poco pone en peligro su salvación eterna”. El mismo santo afirmó que no hay ni personas fuertes ni débiles en el mundo, solo personas que saben cómo orar y otras que no lo hacen. En otras palabras, la oración es nuestra fuerza en todo tiempo y lugar.
Nos gustaría ofrecer diez palabras de aliento para ayudarnos en el camino hacia el cielo a través del esfuerzo de crecer en nuestra vida de oración.

1. Tener Convicción y Determinación.
No hay ninguna persona de éxito en este mundo en cualquier empresa que no estuviese animado por una firme determinación para lograr su objetivo. Súper atletas, músicos consumados, profesores expertos y escritores famosos no llegaron a la perfección por desearlo y pensarlo, sino por una firme y tenaz determinación para alcanzar sus metas contra viento y marea.
Por esa razón, la doctora de la oración, Santa Teresa de Ávila, declaró: “Debemos tener una determinación decidida a nunca darnos por vencidos con la oración”.
Si realmente creemos en lo más profundo de nuestro corazón los tesoros de valor incalculable que se derivan de la oración, haríamos un objetivo importante en nuestra vida crecer constantemente en la oración.

2. Tener al Espíritu Santo como Maestro.
San Pablo nos dice que en realidad no sabemos pedir como conviene, sino que es el Espíritu Santo quien intercede por nosotros y nos enseña a decir “Abba” Padre. El Espíritu Santo es nuestro Maestro Interior. Con María, los Apóstoles pasaron nueve días y noches orando y ayunando y fueron empapados con el poder que viene de lo alto, del Espíritu Santo.
Antes de comenzar cualquier período de oración formal, por qué no invocar la Persona del Espíritu Santo para ayudarte en tu debilidad. Durante el curso de su período de oración por qué no pedir la presencia del Espíritu Santo que ilumine tu mente y encienda tu corazón. Él está más cerca de ti de lo que eres consciente. Si estás en estado de gracia, Él reside en tu corazón.

3. Dedicar tiempo, espacio, buena voluntad y silencio.
Como cualquier arte se aprende con la práctica, esto también aplica a la oración. Para aprender a orar, debemos tener un tiempo determinado, un buen lugar, buena voluntad de nuestra parte y silencio. El sabio refrán de que “La práctica hace al maestro”, aplica tanto en el deporte como en la oración.

4. Hacer Penitencia.
Puede que nuestra oración se haya vuelto insípida, aburrida, sin vida, anémica y estancada por muchas razones. Una posible razón podría ser una vida de sensualidad, permisividad, gula, o simplemente vivir más según la carne que según el espíritu. Como nos recuerda san Pablo, la carne y el espíritu están en oposición mutua.
Jesús pasó cuarenta días y noches orando y ayunando. Los Apóstoles pasaron nueve días y noches orando y ayunando. No podemos avanzar en una vida mística seria dirigida por el espíritu si no hemos pasado por la vida ascética de sacrificio, mortificación y penitencia.
Un pájaro necesita dos alas para volar; lo mismo ocurre con un seguidor de Cristo. Para volar alto en la vida mística las dos alas son la oración y la penitencia.
Si no tienes formación en la vida penitencial, consulta a un buen director espiritual y comienza con pequeños actos de penitencia para acumular fuerza de voluntad con el fin de realizar actos más heroicos de penitencia. Si nunca has corrido, empieza con una cuadra y luego alcanza una milla.

5. Buscar Dirección Espiritual.
Los atletas necesitan entrenadores; los estudiantes necesitan profesores; los profesores necesitan mentores para aprender el arte. Igualmente importante, los guerreros de la oración deben tener algún tipo de orientación y esto se llama dirección espiritual.
San Ignacio de Loyola insistió en la vida espiritual como un camino de acompañamiento. Santa Teresa de Ávila tuvo varios santos dirigiéndola en su largo y doloroso camino hacia la perfección: san Juan de la Cruz, san Pedro de Alcántara y san Francisco de Borja.
Hay muchos obstáculos en el camino espiritual, sobre todo cuando uno persigue una vida profunda de oración; por eso tener un director espiritual capacitado que conoce las trampas del demonio, los obstáculos y peligros que siempre están presentes, puede ayudarnos a crecer de manera constante en santidad a través de una vida de oración más profunda y auténtica.

6. Acompañar la oración con la acción.
Santa Teresa de Ávila señala que el crecimiento auténtico en la oración se demuestra por el crecimiento en la santidad y que éste significa la práctica de la virtud. Jesús dijo que conocemos el árbol por los frutos. Del mismo modo una auténtica vida de oración alcanza su plenitud progresiva en la práctica de las virtudes: fe, esperanza, caridad, pureza, bondad, servicio, humildad y un amor constante por el prójimo y la salvación de su alma inmortal.
La Virgen es modelo en todo momento, pero sobre todo en la íntima conexión entre la contemplación en la acción. En la Anunciación admiramos a María absorta en la oración; a continuación, en el siguiente misterio (en la Visitación) vemos cómo sigue la inspiración del Espíritu Santo para ir a servir a su prima en una misión de amor. En verdad podemos llamar a María una verdadera “contemplativa en acción”. Como María, estamos llamados a ser “contemplativos en acción”.

7. Estudiar y leer acerca de la oración.
Santa Teresa de Ávila no permitía en el convento de las Carmelitas a las mujeres que no sabían leer. ¿Por qué? La razón simple es que ella sabía lo mucho que podían aprender sobre muchos temas, pero sobre todo de la oración, a través de una lectura espiritual sólida.
¡Encuentra buena literatura sobre la oración y léela! Cuántas ideas útiles vienen a través de una buena lectura espiritual. Una sugerencia: lee la parte 4 del Catecismo de la Iglesia Católica. Esta es una obra maestra espiritual sobre la oración.

8. Participar en retiros.
Una manera muy apropiada para ir realmente profundo en la oración es apartar un tiempo para un período prolongado de oración; esto lo llamamos un retiro espiritual. Uno de los estilos más eficaces de retiros son los retiros ignacianos. Podría durar un mes entero, u ocho días, o incluso un retiro de fin de semana puede resultar muy valioso.
Jesús, al ver los Apóstoles abrumados con el trabajo, los exhortó: “Vengan aparte por un tiempo y descansen…”. Este descanso que Jesús mencionó clásicamente se ha interpretado como un llamado al retiro espiritual. Mira tu calendario del año y aparta algún tiempo. Períodos más largos de tiempo para la oración permiten una mayor profundidad en la oración.

9. Acudir a la confesión.
A veces la oración resulta extremadamente difícil debido a que tenemos la conciencia sucia por el pecado. Jesús dijo: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios” (Mt 5,8) Después de una buena confesión, en la que la Preciosa Sangre de Jesús lava nuestra alma y limpia nuestra conciencia, los ojos del alma puede ver y contemplar el rostro de Dios con mayor claridad.

10. Contar con el apoyo de la Virgen María
Así como hemos mencionado la importancia de que el Espíritu Santo esté con nosotros como nuestro Maestro Interior, así también constantemente debemos pedir a María que ruegue por nosotros e invitarla a orar con nosotros cada vez que dedicamos tiempo y esfuerzo a la oración. Ella nunca nos fallará.

De la misma manera en Jesús convirtió el agua en vino en Caná por intercesión de María, ella puede ayudarnos a convertir nuestra oración insípida y sin sabor en el vino dulce de la devoción. ¡María nunca te fallará! Acude a ella.

Fuente: Catholic Exchange. Autor: Fr. Ed Broom
Traducción al español, modificaciones y adaptación de PildorasdeFe.net

jueves, 1 de octubre de 2015

Santa Teresita de Lisiux

Hoy recordamos a Santa Teresita de Lisieux. En ella podemos reconocer la generosa ternura que puede infundir el Espíritu Santo en nuestras vidas. Ella vivió y creció con una bella conciencia de ser inmensamente amada por Jesucristo. Por eso desde niña ansiaba consagrarse a Dios en la clausura; entonces se hizo carmelita. Pero su amor a Jesús no era sólo un deseo de vivir tranquila, abrazada por el señor. Porque el Espíritu Santo le hizo ver con claridad que quien ama a Jesús se identifica con su deseo, empieza a desear lo que Jesús desea. Por lo tanto, su pasión era ser un instrumento de Jesús para hacer el bien.

Teresita no sentía un gran atractivo por la tranquilidad del cielo. Mas bien le interesaba que en el cielo podría estar más cerca de Jesús para que su oración fuera mas eficaz y pudiera interceder por nosotros con más fuerza. Eso se expresaba en su promesa de que después de su muerte haría caer una lluvia de rosas. Pero lo que más se destaca en su vida es la infancia espiritual. No se trata de un infantilismo débil o romántico, sino de una actitud valiente y grandiosa: renunciar a la miserable tentación de creernos dioses todopoderosos, de sentirnos el centro del universo o de pensar que somos más que los demás. Hacerse como niños es confiar sin reservas en el amor de Dios, y así no necesitar más dominar a los demás, aprovecharse de ellos o buscar con desesperación sus elogios y reconocimientos. Teresita vivió a fondo esa actitud gracias a la obra transformadora del Espíritu Santo. El Evangelio nons invita a recuperar la actitud de humilde confianza que caracteriza a los niños; el reino de Dios debe ser recibido con esa confianza, propia del que sabe que solo no puede. Así como un niño que en los momentos de temor reclama sinceramente la presencia de su Padre, el corazón tocado por el Espíritu Santo ha renunciado a su autonomía, sabe que necesita de su poder, que sin él no tiene fuerza ni seguridad, que en él está la única verdadera fortaleza.
Que Santa Teresita de Jesús y de la Santa Faz derrame sus pétalos de bendiciones sobre todos nosotros.

Fuente: 5 minutos del Espíritu Santo

viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Qué clase de amigo eres? 3 consejos imperdibles para tener una auténtica amistad

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Pensando un poco en la amistad y −por sugerencia de un amigo− he decidido escribir sobre ella.  Solemos ser personas sociables (yo por lo menos) y sí, podemos decir que tenemos varios amigos, pero, ¿qué tanto entendemos de amistad?, ¿qué tan maduras suelen ser nuestras amistades?

Considero que eres amigo de alguien cuando has conquistado su interior, y me refiero a conquistar no en la forma que entendemos de “enamorar”.  Significa que para ti, en el alma de la otra persona no hay ningún muro que tengas que trepar, no hay ninguna barrera que sortear… simplemente puedes pasear por su interior como en un patio amplio y espacioso. Te das cuenta que el otro es tu amigo cuando ha depositado en ti su confianza y se presenta tal cuál es.

Ésta es la experiencia de la amistad auténtica, pero ella también presenta sus dificultades. ¿Cuántas veces nos pasa que le tenemos mucho cariño a un amigo, y por esto se nos hace difícil ser maduros afectivamente? ¿A qué me refiero?, nos ponemos celosos, nos resentimos con facilidad, nos cuesta tener filtros (en nuestros modos de reaccionar o de comportarnos) y terminamos tergiversando un poco la cercanía que nos ha sido dada como don. Los amigos son tesoros que debemos cuidar, querer mucho y evitar que se desgasten, no por el paso del tiempo, sino por el polvo y la herrumbre de nuestras propias inmadureces.

Para hacer este breve comentario me he inspirado en algunos textos que hablan por sí mismos y de los que he querido sacar tres reflexiones fundamentales:

1.     El dos, lejos de ser el número requerido para la amistad, ni siquiera es el mejor, y por una razón muy importante

 «[…]Lamb dice en alguna parte que si de tres amigos (A, B y C), A muriera, B perdería entonces no solamente a A, sino “la parte de A que hay en C”; y C pierde no solo a A, sino también “la parte de A que hay en B”. En cada uno de mis amigos hay algo que solo otro amigo puede mostrar plenamente. Por mí mismo no soy lo bastante completo como para poner en funcionamiento al hombre total; necesito otras luces, además de las mías, para mostrar todas sus facetas.  Ahora que Carlos ha muerto, nunca volveré a ver la reacción de Ronaldo ante una broma típica de Carlos. Lejos de tener más de Ronaldo al tenerle solo “para mí”, ahora que Carlos ha muerto, tengo menos de él […]. En esto la amistad muestra una gloriosa “aproximación por semejanza’ al cielo, donde la misma multitud de bienaventurados (que ningún hombre puede contar) aumenta el goce que cada uno tiene de Dios, porque al verlo cada alma a su manera, comunica sin duda esa visión suya, única, a todo el resto de los bienaventurados […]. Así, mientras más compartamos el pan celestial entre nosotros, tanto más tendremos de él».  Los cuatro amores, C. S. Lewis. 

Como he dicho anteriormente, el corazón de un amigo es un patio amplio. En él vive el espacio interior del amor, donde todos caben. Un amigo es un alma que se ha abierto a otra alma, que se ha comprometido, ¡es un alma que ama! y el amor siempre encuentra espacio para acoger a muchos  y aunque hayan muchos, cada uno ocupa un lugar único y necesario.

2.     La amistad: una participación sensible en el amor de Dios

Un monje cisterciense que vivió en el siglo XII, Elredo de Rieval, dedicó a la amistad un pequeño tratado que tuvo un gran éxito en la Edad Media y que aún hoy conserva intacta toda su frescura y actualidad:

«En las cosas humanas, en efecto, nada podemos desear de más santo, nada se puede buscar de más útil, nada es más difícil de encontrar, nada se puede experimentar de más dulce, nada es más rico en frutos. La amistad, de hecho, da sus frutos en la vida presente y en la futura […] Un hombre sin amigos es como un animal, puesto que no tiene quien se alegre con él cuando las cosas le van bien o cuando comparte su tristeza en los momentos de dolor; le falta alguien con quien desahogarse cuando la mente está angustiada por alguna preocupación, alguien a quien poder comunicar alguna intuición genial o más luminosa que de costumbre. Desgraciado el que está solo, porque, si cae, no tiene quien lo levante. Está en la soledad más total aquel que no tiene amigos […]. Un amigo, dice el sabio, es una medicina para la vida (Eclo 6,16)… No hay, en efecto, en todo cuanto puede acontecernos en esta vida, medicina mejor, más válida o más eficaz para nuestras heridas que el tener un amigo que venga a compartir con nosotros los momentos de sufrimiento y los momentos de alegría, así que, espalda con espalda, como dice el apóstol, llevemos los unos las cargas de los otros (Gal 6,2); o, mejor, uno soporta más fácilmente sus propios males que los del amigo… La amistad, por lo tanto, es la gloria de quien es rico, la patria de quien está en el exilio, la riqueza de quien es pobre, la medicina de quien está enfermo, la vida de quien ha muerto, la gracia de quien está sano, la fuerza de quien es débil, el premio de quien es fuerte…» Elredo de Rieval, La amistad espiritual.

En la amistad no se busca la «utilidad» -aunque no pocas “pseudoamistades” se entienden como un negocio-. A ella se va más para dar que para recibir. Nada nos perfecciona tanto que dar a otro lo mejor de nosotros mismos. Una verdadera amistad es solo en la que se enriquece a los amigos, aquella en la que damos lo que tenemos, lo que hacemos y, sobre todo, lo que somos.

La persona afectivamente madura tiende a buscar lo que puede hacer feliz al otro, aunque conlleve un sacrificio personal; la amistad, vivida en autenticidad de espíritu y de fines, ayuda a la persona a abrir sus horizontes y a leer en el corazón del otro.
-Giovanni Cucci, La fuerza que nace de la debilidad

 3. Una amistad supone la renuncia a dos egoísmos y la suma de dos generosidades

Ser un buen amigo o encontrar un buen amigo quizá sean las dos cosas más difíciles del mundo: porque suponen la renuncia a dos egoísmos y la suma de dos generosidades.
-José Luis Martín Descalzo

Y es que la amistad es generosidad, que tiene que ver con el don de compartir con naturalidad lo que se es y lo que se tiene. En la amistad, más que en otras situaciones de la vida, la mano izquierda no debe saber lo que hace la derecha. En ella podemos aceptar los errores y las fragilidades con amor y paciencia. Los amigos que se pasan la vida discutiendo por cualquier cosa a todas horas, descontentos por las características del otro; tal vez sean buenos compañeros, pero, difícilmente serán auténticos amigos. ¡Cuánto llenan nuestros corazones esas amistades que maduran con los años y en la que nos sentimos libres y sostenidos, aceptados tal y cómo somos y delicadamente empujados hacia lo que deberíamos llegar a ser! ¡Tesoros como este son como para vender todo lo demás y comprarlos!


Autor: Lisa Restrepo
www.catholic-link.com

jueves, 10 de septiembre de 2015

Santa Ira

¿Hay una conspiración para destruir a la Iglesia? ¿Por qué salen tantas cosas contra la fe al mismo tiempo?
Hay una sensación de rabia e impotencia que uno siente como católico cuando ve que la mentira se impone y que la intriga y el cinismo logran su cometido, de modo que al mal se le conceden victorias y aplausos mientras que el bien y lo bueno son ridiculizados, postergados, amordazados y en cierto modo aplastados bajo el peso conjunto de múltiples engaños y trampas. Estamos en un mundo en el que vale más el "lobby" que la verdad y pesa más la utilidad que la justicia.

En la búsqueda de una respuesta de fe frente a todo ello, tal vez sea útil empezar por elaborar una lista de esas trampas con que algunos o la mayoría de los medios de comunicación, las cátedras universitarias, los sistemas de gobierno, las expresiones del arte y los emporios económicos parecen haberse confabulado rabiosamente para destruir la Iglesia y borrar el Nombre de Cristo de todos los corazones. He aquí mi inventario provisional de esas trampas.

1. Simplemente calumniar. Mentir a sabiendas, diciendo que la Iglesia dice cosas que no dice. Ejemplos: muchos dicen que para la Iglesia toda expresión sexual es pecado. Otros confunden la excomunión con enviar al infierno. Otros dicen que la Iglesia afirma que los no católicos se condenarán irremediablemente. Cuando Juan Pablo II habló sobre el Cielo y el Infierno muchos periódicos empezaron a calumniar diciendo que para el Papa ya no había infierno. El falseamiento o engaño va también al describir, por ejemplo, la concurrencia a los actos públicos, marchas o manifestaciones que van en contra de la opinión que se quiere imponer. Esto se da en temas de actualidad pero, de hecho, la mayor parte de las calumnias son exageraciones o mentiras descaradas sobre temas de los que todos hablan y pocos saben: el caso Galileo, las Cruzadas, los Papas del Renacimiento, la Inquisición. Aunque hay muchas verdades vergonzosas y dolorosas para los católicos, las calumnias sobreabundan al hablar de estos temas, a fuerza de generalizaciones, ocultamiento de datos, caricaturas y demás recursos de oratoria perversa.

2. Presentar algo como necesario para el cuerpo humano o inevitable en el desarrollo normal del individuo, la pareja o la sociedad. La masturbación, la pornografía, la infidelidad matrimonial, la guerra entre naciones o la lucha de clases dentro de una sociedad han sido y son presentadas a menudo de esta forma.

3. Presentar algo como moderno, o como señal de una mente abierta y desarrollada, ridiculizando por anacrónico u opresivo el comportamiento opuesto. Ejemplos: lo actual y moderno es la práctica homosexual, los llamados "derechos reproductivos," las modas vulgares, el lenguaje soez.

4. Presentar algo como inevitable dentro del libre desarrollo de la ciencia, o útil e indispensable para el bienestar futuro de la Humanidad. Ejemplos: usar embriones humanos vivos para conseguir "células madre" que se supone curarán graves enfermedades.

5. Presentar casos extremos que impacten emocionalmente a las personas y las muevan en una dirección equívoca o que las pongan en situación de aceptar medidas extremas y arbitrarias. En prácticamente todos los países se empieza aprobando el aborto bajo premisas extremas: "un drogadicto loco ha violado a una pobre e inocente niña: ¿no debería ella abortar?" El nazismo usó lo mismo para agrandar el supuesto peligro de la influencia judía en la economía alemana. El truco funcionó porque la gente común llegó a ver como normal que se persiguiera y exterminara a sus vecinos judíos.

6. Presentar modelos de vida que incitan a una conducta libertina y cínica: la actriz que se ha casado nueve veces y sonríe en su décima boda; la cantante que blasfema de Cristo y amontona millones; los que llevan una vida bohemia y se jactan de su inspiración poética; los que viven en adulterio, drogas o alcoholismo y siempre ocupan las páginas de farándula y son invitados a las reuniones de más alta clase social.

7. Utilizar el adjetivo "polémico" para introducir cosas perversas a las que en el fondo se está aprobando y aplaudiendo. En vez de decir que una película es blasfema se dirá que es "polémica;" en vez de decir que un libro ensarta calumnias contra la Iglesia se dirá que es un libro "polémico," y así para lo demás. De este modo, lo que digamos los ofendidos se convierte en parte de la "polémica" y de paso sirve como propaganda que ayuda a vender el producto "polémico."

8. Atacar por anticipado. Para hacer pasable la práctica homosexual se empieza denunciando la homofobia. Sobre la base de esa denuncia chillona lo único que queda, dentro de lo socialmente aceptado, es acoger con mente "abierta" todo lo homosexual, pues cualquier cosa que no sea alabar a los homosexuales por su valor y coherencia, será tachado de inmediato como homofóbico. Lo mismo con la inquisición. Se crea un clima de odio hacia la inquisición de modo que si uno quiere atreverse a hablar de qué es lo bueno o lo justo ya debe esperar un alud de juicios implacables y de exclusión social, porque según ellos uno es la "inquisición." De hecho, la única manera de no ser calificado de "inquisidor" es aceptarles todo lo que ellos digan.

9. Fingir democracia, presentando los dos lados de un aspecto polémico pero en grave desproporción de espacio o tiempo, o invitando al diálogo a alguien que no puede representar la mente de la Iglesia, ya sea por incapacidad o por mala relación con Ella. Ejemplo: en una polémica sobre la Nueva Era invitan a una mujer esotérica con dos postgrados y a un sacerdote tontarrón y complaciente, que sólo le preocupa quedar bien y salir en televisión. O en una discusión sobre el aborto invitan a una doctora muy bien preparada y a cualquier prelado que sea bien torpe y corto para hablar. Al final quedará "democráticamente claro" de qué lado debe inclinarse la opinión. Lo mismo hacen los diarios: saben a quién le piden que escriba sobre qué tema, de modo que haya un máximo de escándalo y un mínimo de verdadera información. El ego de los clérigos ayuda a que el sistema funcione, en detrimento de la Iglesia.

10. Falsear encuestas. Ejemplos: al estudiar cómo son educados niños por parejas homosexuales se suele comparar su desarrollo con el de niños que han crecido sólo con uno de los padres, no con niños que han tenido papá y mamá. Los resultados de la encuesta falseada determinan que los patrones sicológicos medidos son sustancialmente iguales, pues así fue hecha la trampa desde el principio. Otros casos, aún más descarados, no cuentan los votos que van en contra de la opinión que se quiere imponer.

11. Ocultar efectos secundarios o posteriores que, si se mencionaran como es debido, cambiarían la opinión de la gente. El ejemplo típico es el trauma post-aborto, que nunca o solo superficialmente es mencionado por los partidarios de tal asesinato.

12. Maquillar las palabras. De nuevo los ejemplos abundan en la controversia sobre el aborto, que no es llamado así sino "interrupción voluntaria del embarazo;" o también: "ejercicio del derecho que la mujer tiene sobre su cuerpo." Tales eufemismos existen también en otros ámbitos: hay medios de comunicación que no hablan de "terroristas" sino de "rebeldes;" no hablan de "secuestradores" sino de "insurgentes," aunque su "insurgencia" se financie precisamente de secuestrar civiles.

13. Trivializar. El arte tonto de volver todo chiste, muchas veces usando el humor para introducir en sociedad comportamientos que no aceptaríamos en seriedad de términos. Caso típico: presentar en programas de televisión, como personajes simpáticos, a travestis y amanerados que por su protagonismo son aceptados como inconscientemente por la gente. Pronto se mezcla la ficción con la situación real. Otras veces la trivialización sirve para socavar el respeto hacia lo sacro o para quitar autoridad o influencia a la Iglesia. Ejemplo: los programas de MTV ridiculizando al Papa, los cardenales y los sacerdotes.

14. Hacer caso omiso de las causas. Se nos presentan las cifras de la pobreza pero no se habla de sus causas. Conocemos el creciente número de embarazos adolescentes pero no se habla de por qué se están multiplicando (a pesar del llamado "sexo seguro"). Se ataca con virulencia las acciones de la guerrilla pero pocos recuerdan las injusticias sociales que de algún modo gestaron a esos movimientos y que quizá les siguen brindando una justificación. Otro ejemplo: buscan y buscan el supuesto "gen" homosexual mientras que lo que uno ve es que allí donde se destruye la familia, y especialmente donde hay ausencia de genuina figura paterna, se multiplica la tendencia homosexual, tanto en hombres como en mujeres. En lugar de estudiar y corregir esas causas, se convierte al homosexualismo en un dogma con porcentaje propio: ha quedado definido "para siempre" que un diez por ciento de la población tiene tendencias homosexuales. Es una entre muchas mentiras.

15. Olvidar selectivamente lo que no conviene a la opinión que se quiere imponer. Ejemplo: En Irlanda se proyecta repetidamente, fastidiosamente la película de las Magdalene Sisters, que cuenta los abusos de autoridad y actitudes enfermizas de las religiosas que dirigían un cierto orfanato. Ese mensaje se repite a todas horas mientras se olvida con toda injusticia el inmenso bien que centenares de religiosas han hecho a la sociedad irlandesa, especialmente a los más pobres, a los enfermos y a todos los excluidos. Este "olvido" doloso tiene un propósito: falsear el pasado para que no se le reconozca ningún bien a la Iglesia.

16. Mencionemos por último el descuido en aludir a otros intereses, que suelen ser los que cuentan en las agendas secretas de los "lobbies" y los grupos de presión. Hablo del dinero, sobre todo. Los miles de millones que implica el tráfico de armas. Los miles de millones que mueve la pornografía. Los miles de millones que vale la industria de los anticonceptivos. Para nadie es un secreto que la abstinencia y la castidad no producen dinero mientras que la cadena de consumo del sexo desordenado, desde la suscripción pornográfica hasta el aborto voluntario, pasando por la cadenas de anticonceptivos, moteles y autoexámenes de VIH y de embarazo, mueve sumas verdaderamente importantes. Pero eso no se dice. Se presentan argumentos cojos que sin embargo atraen porque tienen el olor del dólar.

Creo que esta lista se podría prolongar. Es un ejercicio doloroso pero necesario escribirla y es un ejercicio penoso pero obligatorio conocerla y darla a conocer. Corresponde a los papás leer y comentar junto con sus hijos documentos como este, de modo que los chicos se acostumbren a desconfiar de los medios de comunicación y prefieran siempre formarse una opinión crítica y seria. Es necesario además que entiendan pronto y sin angustias que les aguardarán luchas y burlas en la noble causa de defender el Nombre de Jesucristo. Pero nuestros adversarios no nos van a engañar para siempre.


Por Fray Nelson Medina O.P. www.fraynelson.com

jueves, 3 de septiembre de 2015

La Biblia

Algo de historia
La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega τα βιβλία τα ἅγια (ta biblía ta haguia; los libros sagrados), acuñada por vez primera en I Macabeos 12:9, siendo βιβλία plural de βιβλίον (biblíon, ´papiro´ o ´rollo´, usado también para ´libro´). Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos (Βύβλος), importante mercado de papiros de la antigüedad.

 Esta frase fue empleada por los hebreos helenizados (aq...uellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Para ese entonces ya era común utilizar las dos primeras palabras de la frase, τα βιβλία, a manera de título.

 Ya como título, y habiendo perdido el artículo τα, se empezó a utilizar en latín como biblia sacra (los libros sagrados) y de ahí fue transmitido a las demás lenguas.

 La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados "libros"), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un dilatado periodo de tiempo y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a. C. - 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces ("Canto de Débora") y en el Pentateuco, que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época.

 El canon católico romano de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado por primera vez en el Concilio de Hipona en el año 393 de nuestra era, por la Iglesia Católica. Dicho canon de 73 libros (46 pertenecientes al llamado Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente Deuterocanónicos -Tobías, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc- y 27 al Nuevo Testamento) fue confirmado en el Sínodo de Roma en el año 380, y ratificado en el Concilio de Cartago en el año 397, y luego nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546.

martes, 1 de septiembre de 2015

CURSO DE ORACIÓN PERSONAL
ETAPA I
28, 29 y 30 de agosto de 2015
Parroquia de Nuestra Señora de Fátima
http://laoracionpersonal.blogspot.mx/

Los Mochis, Sinaloa

Este curso requiere de hacer silencio interior, disposición de parte de los participantes, compromiso para ser fieles a la oración personal diaria y seguimiento a través de la asistencia a los pastoreos mensuales o bimestrales a los que sean llamados por parte del Equipo. 

Está dividido en nueve etapas que se toman de manera diferida. Cada etapa tiene sus objetivos definidos y va acorde al progreso en la oración. El ideal de este curso es hacerlo en retiro y en silencio, pero debido a las características de nuestra ciudad, ya que no contamos con una casa de retiro, se ha modificado con el paso de estos más de treinta años que tenemos juntos, al principio se daba tipo Taller, tres horas diarias de lunes a sábado; pero se perdía mucho la interiorización; actualmente se imparte en un fin de semana, en las instalaciones de la parroquia y en algunas ocasiones, hemos conseguido prestadas las instalaciones del Colegio CEN Primaria, las condiciones del colegio nos dan un poco de interiorización, pero no siempre hay disponibilidad de las instalaciones por los diferentes eventos que se llevan a cabo.

En las etapas 1, 2 y 3 se estudian oraciones activas, el conocimiento de nosotros mismos siguiendo las reglas de discernimiento de San Ignacio de Loyola, las enseñanzas y consejos de santos como Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz, las enseñanzas del Padre Larrañaga, entre otros. En cada curso se asignan tiempos para prácticas de oración, así como también para aclarar dudas y compartir experiencias. De la etapa 4 en adelante, se continua con el estudio y se ven las formas de oración pasiva compartidas por los santos.

Los Pastoreos

Son reuniones mensuales donde asisten las personas que hayan tomado alguna de las etapas del curso de oración personal. En estas reuniones, impartimos algún tema relacionado con la vida espiritual, formamos grupitos para compartir sobre el tema, sobre los avances y retrocesos que se han tenido en la vida de oración, y entre todos vamos enriqueciéndonos unos a otros y ayudándonos a ser fieles a la amistad con DIOS.


Otras

Hemos participado en la comunidad de diferentes maneras: En horas santas, en las campañas para contrarrestar el halloween, publicaciones escritas, en congresos y pascuas, ayudando con la liturgia, el oratorio, atención a predicadores, impartiendo retiros, temas a otros grupos y las actividades que el párroco nos solicite a través de nuestras estancia en el Consejo Parroquial.