sábado, 17 de enero de 2009

Hacer lo mejor.




Siempre admiré a las personas detallistas; aquellas que realizan las tareas de manera casi perfecta. Son personas de buen gusto, que tienen paciencia para volver a hacer un trabajo dos, tres o más veces si es necesario; son las que sienten gran satisfacción cuando terminan un proyecto.En verdad, por más sencillo que sea el trabajo, debemos hacerlo de la mejor manera posible. Si ponemos amor en aquello que hacemos, habrá una diferencia muy grande en el producto de nuestro trabajo.


Una vez, un cantante famoso fue invitado a dar un concierto a beneficio de los Veteranos de la Primera Guerra Mundial. El Presidente de la Comisión que lo invitó, le dijo:- Será una presentación benéfica. Por eso, no esperamos que presente un gran concierto. Su nombre es suficiente para atraer a las multitudes. Le aconsejo canciones simples, que no le exijan gran esfuerzo a su voz.El cantante se sintió ofendido y respondió:- No me contento con hacer menos de lo mejor que puedo hacer.


Es nuestro deber sacar el máximo provecho de nuestros dones y oportunidades, y cumplir fielmente y de la mejor manera cualquier tarea, sea grande o pequeña. Dios también espera que hagamos lo mejor, no importa cuál sea la obra que tengamos entre manos.


Creo que conoces la historia de José, aquel joven que fue vendido a los mercaderes ismaelitas por sus hermanos. Aunque pasó por muchos problemas, nunca entró en pánico. Preso en la cárcel como un esclavo en Egipto, mantuvo el autocontrol y el coraje. Otros, en su lugar, se habrían rebelado, se habrían deprimido o habrían muerto. Pero el carácter de José había sido educado para hacer lo mejor mientras esperaba que el futuro llegara.


Esa manera de ser de José lo llevó a ocupar el puesto más alto en tierra extraña.Tú tienes la vida por delante. Colócate el propósito de realizar la mejor manera todo lo que te venga a las manos por hacer. Dios te bendecirá, así como bendijo a José.


Su sueño le respondió: ¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!Mateo 25:21




Fuente: Historias Inolvidables. Editorial APIA
www.RenuevoDePlenitud.com


Publicada por: Betty Gil.

viernes, 9 de enero de 2009

"Yo quiero ser como tu" - Danny Berrios

Pongo aquí un video que es una oración de los que son papás, que cuentan con esas vidas a su cargo, con la gran responsabilidad de mostrarles a sus chiquitos el rostro de Dios. Y para todos los que no somos papás, una oración para pedirle a Dios nos permita mostrarlo a El en nuestras obras.



Publicado por: María Isabel

martes, 6 de enero de 2009

Ante la crisis


Comparto un pensamiento sobre la actitud a adoptar ante las crisis que enfrentamos en el día a día.

Albert Einstein y la Crisis

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar “superado”.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

Albert Einstein(14 de marzo de 1879 - 18 de abril de 1955)

Parece mentira que una frase de hace 100 años, mas o menos, parezca que la ha dicho cualquier persona sobre la crisis actual. Esta claro que la historia se repite.

- María Isabel

¿ Cuáles son tus metas para el 2009 ?


Muchos seres humanos han logrado más éxito del que habían imaginado que fuera posible, pero paradójicamente en la cumbre del éxito encuentran que se hallan profundamente insatisfechos. C.S. Lewis describe esta experiencia como: “el dulce veneno de un falso infinito”.

Quisiera que reflexionemos acerca de cómo realizar nuestras metas en el año nuevo y también cómo evitar arruinar todo en solo un momento.

Podemos poner como ejemplo de alcanzar algo y arruinarlo luego, el caso de muchos hombres que al lograr alcanzar la cima en logros económicos, pierden su familia, incluso a veces en poco tiempo pierden su capital, su prestigio y reputación tras alguna jovenzuela simpática. Hay varios casos de deportistas,
modelos y músicos que logrando lo más alto del éxito pierden todo por meterse en la droga, algunos llegando incluso al suicidio.

Creo que el mismo peligro puede existir en cualquier área de la vida. Como teólogos, pastores, administradores, contadores, maestros, jóvenes, cristianos, debemos cuidar que no ocurra lo mismo en nuestras áreas de influencia (familia, trabajo, iglesia, amigos, el mundo).

No hay nada de malo en esforzarse y lograr todos los éxitos posibles en nuestro trabajo y nuestro ministerio. Pero hay un tremendo peligro cuando esto se vuelve el todo de la vida, pues si uno logra todo, de repente uno puede encontrar como el rey Salomón, el rey más sabio que existió sobre la tierra, que en uno de sus escritos señaló: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Todo es absurdo; ¡es como correr tras el viento!”

Los estudiosos del tema señalan que el consumismo ha vuelto la vida del hombre cada vez con menos sentido. Querer más y más… Me pregunto a donde estamos yendo dándoles a los niños y jóvenes la impresión de que teniendo…”éxito profesional y ministerial” así como “prosperidad material”, lo tenemos “TODO”.

La vida del ser humano en general está constituida por tres componentes:
1. El componente vocacional: la profesión o ministerio de una persona.
2. El componente relacional: la interrelación con otras personas y
3. El componente de la interioridad : la relación con Dios y consigo mismo (orar, meditar, reflexionar, autoevaluarse, autocrítica, etc.).

Propongo una hipótesis que abría que estudiarla con mayor detenimiento: Tal vez el éxito vocacional (carrera, negocios, cuentas bancarias, prestigio en la iglesia y en el mundo, etc.) está siendo tan preponderante en muchos, que se está dejando de lado los otros dos componentes. Creo que el verdadero éxito personal se basa más en el componente relacional y en la interioridad. Trataré
de explicarme:

El tener una relación genuina, basada en el amor y el compromiso, con personas significativas (especialmente los lazos familiares) se está perdiendo más y más, y aún en las familias de los “mejores cristianos”. Hoy en día las relaciones son generalmente huecas y vacías. No hay tiempo para la esposa ni los hijos. Las amistades son mayormente basadas en lazos de la conveniencia. Las realizaciones sin relaciones están vacías. Demasiado tarde comprendemos que el éxito sin alguien con quien compartirlo, no es éxito.

El otro componente, el de la interioridad y la intimidad con Dios y con uno mismo es prácticamente dejado de lado. Se agotan las energías mentales tras el “éxito”. No hay tiempo para meditar, para reflexionar, para pensar, para analizarse a uno mismo. Los momentos de interioridad son los que dan verdadero sentido y significado a la vida. Allí es donde uno aprecia y valora las pequeñas cosas. Demasiado tiempo y energía a veces se invierte en el sector vocacional, y esto lleva inevitablemente a un trágico descuido de las demás facetas de la existencia.

No estoy proponiendo dejar de trabajar o dejar de tener logros ministeriales o éxito en nuestras actividades, en “nuestras empresas”; solo digo que si equilibráramos las balanzas de nuestras vidas, tal vez encontremos más sentido a nuestra existencia.

Fuente: Lic. Wolfgang Streich. Website: http://ftlparaguay.blogspot.com/
Publicado por: Beatriz Gil.

jueves, 1 de enero de 2009

¿Qué te puedo desear para el próximo Año?


Que nuestra amistad continúe eterna y tenga siempre un lugar especial en nuestro corazón.

Que las lágrimas sean pocas, y compartidas. Que las alegrías estén siempre presentes y sean festejadas y recordadas tanto por ti como por mí.

Que Dios esté siempre con su mano extendida y te sostenga y me sostenga señalándonos el camino correcto.

Que los sentimientos como la envidia o el desamor, sean eliminados de nuestra vida.

Que la verdad siempre esté por encima de todo. Que el perdón y la comprensión, superen las amarguras y las dificultades.

Que todo lo que soñemos se transforme en realidad, pero sobre todo que el amor al prójimo sea nuestra meta absoluta.

Que mi cariño deje una huella imborrable tanto en tu vida como en tu corazón.

¡Te deseo un hermoso año nuevo a partir de hoy!

Que nuestra próxima jornada de los siguientes 365 días esté llena de caminos por recorrer y de metas por alcanzar, pero lo más importante es que atesoremos los recuerdos gratos que la vida nos regaló este año que está por terminar.

Lucas 6:38 Dad y se os dará...

Publicado por: Betty Gil.