viernes, 31 de diciembre de 2010

REFLEXIÓN PARA EL FIN DEL AÑO


Es un buen momento para hacer balance del año que ha pasado y propósitos para el que comienza. Buena oportunidad para pedir perdón por lo que no hicimos, por el amor que faltó; buena ocasión para dar gracias por todos los beneficios recibidos del Señor.

La Iglesia nos recuerda que somos peregrinos. Ella misma está “presente en el mundo y, sin embargo, es peregrina”. Se dirige hacia su Señor “peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios”.

Nuestra vida es también un camino lleno de tribulaciones y de “consuelos de Dios”. Tenemos una vida en el tiempo, en la cual nos encontramos ahora, y otra más allá del tiempo, en la eternidad, hacia la cual se dirige nuestra peregrinación. El tiempo de cada uno es una parte importante de la herencia recibida de Dios; es la distancia que nos separa de ese momento en el que nos presentaremos ante nuestro Señor con las manos llenas o vacías. Solo ahora, aquí, en esta vida, podemos merecer para la otra. En realidad, cada día nuestro es “un tiempo” que Dios nos regala para llenarlo de amor a Él, de caridad con quienes nos rodean, de trabajo bien hecho, de ejercitar las virtudes..., de obras agradables a sus ojos.

Son varias las ideas que enriquecen este día dentro del tiempo litúrgico navideño en que celebramos el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios: Octava de Navidad, circuncisión y nombre de Jesús, maternidad divina de María, jornada mundial de la paz y comienzo del año civil. La liturgia nos presenta hoy a la Madre de Dios en esta fiesta que desde el siglo quinto fue la primera fiesta mariana de la Iglesia. Por su “SI” a la voluntad de Dios, María dio a la luz a la fuente de la gracia. Por lo tanto ella es Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Ella es símbolo de la comunidad cristiana, en donde los creyentes, encontramos a Cristo.

Reflexión. Amado Señor, te damos gracias porque nos has concedido un año más ... Te damos gracias porque podemos ver las maravillas de tu creación. Gracias porque tú eres un Dios de perdón nos comprendes, tú nos has favorecido con tantas cosas, somos bendecidos con tu amor. Gracias porque nos has mantenido libres de todo daño y peligro. Ayúdanos a empezar el año que Ésta por venir con una nueva actitud y gratitud. Déjanos hacer lo mejor que hay en cada uno de nosotros cada día para aclarar nuestra mente y nuestro corazón y que podamos aceptarte como nuestro Padre. No nos dejes quejarnos por cosas que están fuera de nuestro alcance. Y danos la mejor respuesta cuando nos falten las fuerzas. Sabemos que cuando no podemos orar, tú escuchas nuestro corazón. Continúa haciéndonos instrumentos de tu paz. Continúa bendiciéndonos para que podamos ser una bendición para otros. Mantén nuestro corazón fuerte para apoyar al débil. Danos tu espíritu para que podamos dar palabras de consuelo para otros. Te pedimos por tantos hermanos que no pueden encontrar el camino, por quienes son juzgados y calumniado, por los que no te conocen íntimamente, por los que han perdido la fe en ti, para que no les falte el pan de cada día, oramos por la paz, el amor y la felicidad en nuestros hogares, para salir de deudas y resolver nuestras necesidades; oramos por cada uno de los grupos de nuestra Comunidad Educativa Pastoral, para que no se desalienten y sepan que no hay problema, circunstancia o situación donde Dios no se haga presente para darnos su ayuda. Gracias Señor por darnos tu amor, tu auxilio y protección. Te damos gracias porque nos has dado el don de confiar y creer en ti. Creemos que Tú cambias la gente para que podamos hacer un mundo mejor. Amén.

Padre bueno, con un gran dolor por tantas fallas que tuve a lo largo de este año, como el Hijo Pródigo me pongo ante tus plantas para pedirte perdón por todo lo que te he ofendido con el pensamiento, con las palabras que lastiman, con mis malas acciones y mi falta de compromiso. Me pesa mi mala conducta y el no haber correspondido al grande amor que me tienes. Ten compasión de mí que soy un pobre pecador. Quiero hacer un examen sincero de mi consciencia para reconocer todas mis culpas y pedirte perdón.

- Perdón Señor porque me he alejado de ti, no me he interesado en escuchar tu palabra, he preferido la oscuridad a tu luz, la esclavitud del pecado a tu libertad, la tristeza del mal a la alegría de tu gracia.

- Perdón Señor por mi falta de fe, por dudar de Ti en los momentos difíciles, por sentirme desesperado y sin saber qué hacer ante los problemas de la vida.

- Perdón Señor por mi tibieza y mediocridad, por mi inconstancia e irresponsabilidad, por encerrarme en mi mismo y no mirar las necesidades de mis hermanos.

- Perdón Señor porque a veces me cuesta trabajo reconocer el valor y dignidad de mi persona y eso me causa desaliento, ansiedad, tristeza y malhumor y me ha alejado de personas que antes las quise bien y ahora las he olvidado porque guardé en mi corazón algún rencor o resentimiento en contra de ellas.

- Perdón Señor por mi soberbia, por hacerle la vida difícil a los demás, por tantas veces que entristecí el corazón de mis hermanos; por mi falta de sinceridad, por engañar fácilmente a mis amigos, por tantas mentiras, calumnias y difamaciones, por dañar la fama y el honor de mis hermanos.

- Perdón Señor por las veces que no supe aprovechar el tiempo y fácilmente me dejé llevar de la pereza, porque no fui suficientemente responsable en mis tareas, porque defraudé a mi familia y no quise corresponder a todo lo que ellos hicieron por mí.

- Perdón Señor por las veces en que no supe valorar a mis padres, mis hermanos y mis amigos, porque me faltó paciencia y comprensión, porque les hice pasar malos ratos y les cause tristeza y dolor.

- Perdón Señor por atropellar los derechos de los demás, por ser indiferente y quedarme callado ante el hermano que es explotado oprimido y maltratado.

- Perdón Señor por la falta de interés en las tareas de nuestro oratorio, por las veces que me negué a hacer un servicio en mi grupo, por negarme a unir la fe con la vida, y peor todavía por poner obstáculos a la acción de tu Santo Espíritu en mis hermanos.

- Perdón Señor por no saber vivir el compromiso de mi bautismo, por mis incoherencias y dar mal testimonio de mi fe, por no saber seguirte hasta las últimas consecuencias.

Danos, Señor, tu Espíritu Santo.
• Para que en todas partes los cristianos que formamos Tu cuerpo, la iglesia, aportemos un buen testimonio de justicia, de amor y de fe.

• Para que los que no creen en Cristo lleguen a descubrir la alegría del Evangelio.

• Para que toda persona, de cualquier lugar del mundo, pueda vivir con dignidad, con confianza, con esperanza de futuro.

• Para que la eucaristía que nos reúne todos los domingos transforme nuestro corazón y nos llene de los mismos sentimientos que tenía Jesús.

• Para que tu Santo Espíritu suscite nuevas vocaciones sacerdotales para que lleven tu mensaje de amor a todos los lugares del mundo.

• Para que, con la fuerza de tu espíritu, seamos misioneros dentro de nuestro hogar, parroquia y escuela.

• Para que tu Espíritu nos empuje y anime a visitar a los enfermos, ancianos, pobres, y a todas aquellas personas que necesitan nuestra ayuda.

Para que el poder de tu Espíritu nos ayude a seguir luchando en contra de: La pérdida de valores, la desintegración familiar, falta de comunicación con los hijos, el mal ejemplo y la falta de confianza en ti. El aumento del Alcoholismo debido al poco interés de las autoridades para combatirlo, a la excesiva propaganda de bebidas alcohólicas, y a la venta clandestina. El incremento de las enfermedades y la insuficiencia de la atención a la salud. La inseguridad pública, la impunidad y la violencia que impera en nuestra sociedad. El éxodo de tantos jóvenes que por falta de oportunidades de trabajo o estudio abandonas su tierra para buscar su sobrevivencia. Las nuevas leyes que legalizan el aborto y la eutanasia .
Te ofrecezco los frutos de este año 2010: en primer lugar los trabajos y fatigas de cada día, el quehacer cotidiano en el hogar, en el taller, en el negocio, en el trabajo manual, en la escuela ...
Bendícenos, Señor.
• ¡Dios mío!, bendice mi casa, para que sea el hogar del amor y la paz.
• Bendice, la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la bienvenida a mis invitados.
• Bendice, los muros que nos defienden del viento, del frío, del calor, y que son nuestros amigos en las horas que pasamos en la casa.
• Bendice, nuestra mesa, y los sitios de trabajo diario para que nos ayudes, y el lugar de reposo para que nos guardes del peligro.
• Bendice, el techo que cobija los afanes de hoy, y los sueños de mañana, y que guarda para siempre entre los vivos, la memoria sagrada de los que se han ido al cielo.
• Bendice, los sentimientos, las ternuras, el amor, los anhelos que florecerán en nuestras vidas cotidianas.
• Bendice, nuestros pensamientos para que siempre sean puros, y las palabras para que sean rectas, y que nuestros actos en la tierra nos conduzcan a TÍ.
• Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que fortalezcamos juntos nuestro espíritu, y este nos lleve puros hacia TÍ.
• Bendice, nuestros dolores más profundos, y nuestras alegrías porque son el corazón de la familia.


Señor, gracias por tu presencia, porque nos permitiste vivir un año más de vida. Quédate siempre con nosotros en nuestra casa, en nuestra iglesia, en nuestra ciudad, en nuestro estado, en nuestro país. Te lo pedimos por tu hijo amado.

“Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz este 2011”

sábado, 25 de diciembre de 2010

Pregón de Navidad.


Les anunciamos, hermanos, una buena noticia,
una gran alegría para todo el pueblo;
escúchenla con corazón gozoso:

Habían pasado miles y miles de años
desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra
y, asignándoles un progreso continuo a través de los tiempos,
quiso que las aguas produjeran un pulular de vivientes
y pájaros que volaran sobre la tierra.

Miles y miles de años, desde el momento en que
Dios quiso que apareciera en la tierra el hombre,
hecho a su imagen y semejanza,
para que dominara las maravillas del mundo
y, al contemplar la grandeza de la creación,
alabara en todo momento al Creador.

Miles y miles de años,
durante los cuales los pensamientos del hombre,
inclinados siempre al mal,
llenaron el mundo de pecado hasta tal punto
que Dios decidió purificarlo,
con las aguas torrenciales del diluvio.

Hacía unos 2000 años que Abraham, el padre de nuestra fe,
obediente a la voz de Dios, se dirigió hacia una tierra desconocida
para dar origen al pueblo elegido.

Hacía unos 1.250 años que Moisés
hizo pasar a pie enjuto por el Mar Rojo
a los hijos de Abraham,
para que aquel pueblo, liberado de la esclavitud del Faraón,
fuera imagen de la familia de los bautizados.

Hacía unos 1.000 años que David, un sencillo pastor
que guardaba los rebaños de su padre Jesé,
fue ungido por el profeta Samuel,
como el gran rey de Israel.

Hacía unos 700 años que Israel,
que había reincidido continuamente en las infidelidades de sus padres
y por no hacer caso de los mensajeros que Dios le enviaba,
fue deportado por los caldeos a Babilonia;
fue entonces, en medio de los sufrimientos del destierro,
cuando aprendió a esperar un Salvador
que lo librara de su esclavitud
y a desear aquel Mesías
que los profetas le habían anunciado
y que había de instaurar un nuevo orden de paz y de justicia,
de amor y de libertad.

Finalmente, durante la olimpiada 94,
el año 752 de la fundación de Roma,
el año 14 del reinado del emperador Augusto,
cuando en el mundo entero reinaba una Paz universal,
hace 2010 años,
en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel,
ocupado entonces por los romanos,
en un pesebre, porque no tenía sitio en la posada,
de María virgen, esposa de José,
de la casa y familia de David,
nació Jesús,
Dios eterno, Hijo del Eterno Padre,
y hombre verdadero,
llamado Mesías y Cristo,
que es el Salvador que los hombres esperaban.

El es la Palabra que ilumina a todo hombre,
por él fueron creadas al principio todas las cosas;
él, que es el camino, la verdad y la vida,
ha acampado, pues, entre nosotros.

Nosotros, los que creemos en él,
nos hemos reunido en esta noche santa,
o mejor dicho, Dios nos ha reunido,
para celebrar con alegría
la solemnidad de Navidad,
y proclamar nuestra fe en Cristo, Salvador del mundo.

Hermanos, alegrémonos,
hagamos fiesta y celebremos la mejor noticia
de toda la historia de la humanidad.

¡Feliz Navidad, Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

Equipo de Oración Personal en el Espíritu Santo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

TIEMPO DE ADVIENTO, Inicio del año litúrgico.


"La fiesta de Navidad es tan importante que no debiéramos recibirla de improviso"

El tiempo de adviento inicia hoy domingo 28 de noviembre. Este tiempo litúrgico esta pensado como una preparación al importante suceso que es el nacimiento de Jesucristo.

Para tratar de aclarar la importancia que esto representa en la vida católica, el padre Roberto Martín Villarreal, párroco de la parroquia de Santa María Goretti, nos habla al respecto: "Es un tiempo de preparación, que viene de tiempos inmemoriales, desde nuestros santos padres, para preparar nuestro corazón a recibir la venida de Jesús.

La fiesta de Navidad es tan importante que no debiéramos recibirla de improviso, como quien no se prepara," "Para recibir la venida de Jesucristo, nuestro Señor, el nacimiento de Él, nos preparamos, sobre todo, internamente; es un tiempo de reflexión, es un tiempo de penitencia, es un tiempo de profundizar cómo tengo que cambiar las cosas que me han alejado del padre Dios para caminar con Él.

Por eso es que comenzamos con el primer domingo de adviento para prepararnos a recibirlo".

"¿Cómo debemos prepararnos? Con oración, con reflexión, con limosna, confesándonos, comulgando".

"Hay algunas herramientas que tenemos para los niños; los niños son un poquito más distraídos y más inquietos; entonces les enseñamos a hacer un caminito de Belén, de modo que cada día hacen una buena obra e iluminan un dibujo de un monito y lo ponen en el nacimiento y así le hacen un regalo a Jesús".

La importancia de la preparación espiritual, la cual debiera estar presente en todo momento del año en la vida católica, se vuelve más importante en esta época de la natividad.

"La iglesia busca la manera de anticipar; de que el nacimiento de Jesucristo no nos pesque con nuestro corazón desprevenido".

Esto crea una herramienta que es el año litúrgico, con el cual a través de las lecturas, la oración, la reflexión, van invitando para que se profundice en el misterio de la salvación, aceptando el regalo que Dios hace de su hijo Jesucristo para la salvación.

Es un tiempo donde se busca la paz, la salvación, el retomar el buen camino y procura buscar las cosas buenas de la vida (entendiendo al bueno como algo que representa bondad).

Tradiciones nuevas surgen, pero son las verdaderas tradiciones las que deben atenderse, como las posadas y, en esta época del año y en nuestro país, las peregrinaciones a la virgen de Guadalupe.

"Es una tradición muy nuestra, y también forma parte de esta época y de este tema, pues estamos alegres de que María sea madre de Dios, por eso el fervor a la virgen de Guadalupe".

"Nos intercambiamos regalos porque ese regalo simboliza esa acción gratuita de Dios de darnos a su hijo muy amado para nuestra salvación.

Así como esa ayuda de Dios es una gracia, es algo especial, divino, también nosotros nos intercambiamos regalos".

Las posadas, festejo católico que evoca aquella acción de José y María la noche que iba a nacer Jesús, debe observarse con los elementos que la componen: pedir posada, romper la piñata, acostar al niño Dios, Rezar el rosario.

"Otra de las formas es que los domingos en familia se rece la corona de adviento". La corona de adviento simboliza el principio y el fin, la esperanza que nunca termina, la austeridad en el color vino de las velas y la alegría en el color rosa.

Los colores que presentan las velas, las cuales conforman la corona de adviento, tienen un significado muy especial.

"El morado, si han observado, se utiliza en diferentes momentos en la iglesia, como en el adviento, la cual es una austeridad sobria pero gozosa porque viene Jesús; se utiliza en cuaresma, es un momento de sobriedad, de penitencia, de austeridad, para reconocer que somos pecadores y recibir la salvación de Cristo; y se utiliza también cuando alguien ha muerto".

"El rosa habla de alegría, y va muy relacionado con la virgen María: el tercer domingo de adviento siempre es un "alégrate" María, porque vas a ser la madre del salvador; y con la virgen María nos alegramos todos los católicos porque vamos a recibir el regalo de Dios.

" Esta temporada de adviento no culmina con el nacimiento de Jesús, sino con la epifanía.

"La epifanía es la manifestación de Jesús, lo que sucederá al rededor del día 8 de enero, posterior a los Santos Reyes.

Posteriormente vendrá un tiempo ordinario que concluye con el miércoles de ceniza". El adviento prepara la venida del señor a los corazones. Es uno de los momentos más importantes en la vida del católico que debe ser observado.

mirg

viernes, 19 de noviembre de 2010

A un póco más de 19 años de conocer a Don Bosco ...

El  19 de octubreaño de 1892, los Salesianos salieron de Turín, Italia rumbo a México, su ruta fue de llegado fue San Juan de Puerto Rico, La Habana Cuba, Progreso, Yucatán; Veracruz y Ciudad de México.

Los primeros Salesianos enviados por Don Rúa a México fueron: P. Ángel Piccono, P. Rafael Pipperni, P. Simón Visentainer, el Clérigo Agustín Osella y el Salesiano Coadjutor Pedro Tagliaferri, fueron recibidos por Don Ángel Lascuráin, Presidente del Círculo Católico. Llegaron vestidos de civiles porque en esa época, en México estaba prohibido usar sotana, iniciaron así, la aventura salesiana en México donde la “poca política y la mucha administración” heredadas del porfiriato definían un país con poco desarrollo social y con rumbo a una revolución. Fueron los Salesianos Cooperadores quienes hicieron posible la llegada de estos primeros religiosos a nuestro País.

Los Salesianos llegan como una opción de vida eclesial, laboriosa identificada con los que menos tienen. Esta es una fecha afortunada que todos debemos recordar, lo mismo que el año 1991, cuando la primera comunidad salesiana bajo la dirección del P. Jorge García Montaño, y compuesta por los padres Javier Zapata y Roberto Garduño; las voluntarias Rosita y Maria Elena, llegaron a Los Mochis, a esta pionera comunidadse integró Rafa Rangel en los primeros meses de la obra; después de varios recorridos y encuentros con las señoras, jóvenes y los niños de “Las Malvinas”, los salesianos celebraron la eucaristía que marca el inicio del trabajo pastoral salesiano en nuestra ciudad en la parroquia de Fátima  y en los días posteriores –cuando la lluvia se los permitió- organizaron la primera misa en la palapa del terreno que las señoras no imaginaban seria el Oratorio Don Bosco, a los pies de María, Reina del Valle, nuestra María Auxiliadora de los cristianos.


El Oratorio Don Bosco en Los Mochis inició al mismo tiempo que la obra de Mérida, Yucatán y la de Ciudad Juárez, Chihuahua; con motivo de la celebración de los 150 años del encuentro de DON BOSCO con BARTOLOME GARELLI y a los 100 años de la fundación del primer oratorio festivo en México en 1891 en Mérida por el Cooperador Salesiano P. Enrique Pérez Capetillo.

Hoy a ciento dieciocho años de la llegada de los primeros salesianos a México y diecinueve de su llegada a Los Mochis, podemos alegrarnos con Don Bosco, porque su mensaje de amor y mansedumbre sigue llegando a los niños, adolescentes y jóvenes más necesitados de este oratorio y ampliando el cumplimiento de la misión evangelizadora de Don Boso al naciente oratorio Domingo Savio en el Fraccionamiento Nuevo Horizonte.

Antes de la llegada de estos primeros salesianos, podemos recordar al P. Oswaldo y al P. Javier Prieto, ya que fueron ellos los que nos "presentaron" a Don Bosco, compartimos juntos una primera de muchas pascuas juveniles, algunos de nosotros salimos de nuestras casas para vivir la experiencia del voluntariado juvenil, con solo saber silbar, como Bartolome Garelli y un corazón con el profundo deseo de amar a Dios y darle un tiempo de nuestra vida a tiempo completo.

Por eso hoy ... a un poco más de 19 años de conocer a Don Bosco ... doy gracias a Dios por su amor y haberme permitido conocerle desde mi juventud y por la oportunidad de conocer la espiritualidad y el carisma salesiano,  en este momento de mi vida estoy preperandome como aspirante a Salesiano Cooperador, que no es más que tomar la opción de vida, por desarrollar tu apostolado al servicio de los jóvenes, como decia Don Bosco, especialmente los más pobres y necesitados.

Hace rato que no escribia en el blog, que no compartia de mi vida espiritual, la celebración del aniversario, me ha hecho recordar cuanto me ama Dios y cuanto me ha dado, les invito, (si no lo conocen) a conocer a Don Bosco ... les comparto lo que uno de tantos escritores conquistados por el carisma de este santo escribe en una de sus obras: "Yo tengo para mi, y lo diré de paso, que, aunque uno haya leído las cien historias que se han escrito de Don Bosco, si no ha encontrado en ellas su sonrisa no conoce la vida de Don Bosco; y si, leyéndola, no ha aprendido a ser amable y alegre como él con todo el mundo y en todo tiempo, no es verdadero discípulo suyo”.

Me da mucho gusto poder compartirles. Que Dios les bendiga y abra su corazón para vivir este adviento. !Maranatha, ven Señor !

Betty Gil.

domingo, 24 de octubre de 2010

Yo voy a Misa el Domingo



Cada domingo nos congregamos para celebrar juntos como hermanos nuestra fe. Nos reunimos en torno al altar de Cristo para dar gracias, bendecir, pedir a Dios y colocar sobre la mesa eucarística todos nuestros trabajos y anhelos. Es por ello que la misa dominical no es una imposición es, ante todo, una forma de expresar el amor que sentimos hacia Dios, hacia nuestro Padre, por los innumerables beneficios y gracias que obtenemos de Él.
La misa dominical más que una obligación es un llamado. Yo debo ir a misa porque he sido invitado, porque puedo, porque necesito a Dios en mi corazón y en mi vida, porque se me concede la oportunidad de poder dar gracias a Dios por Cristo, con Cristo y en Cristo.
¿A dónde voy? Voy a misa a participar en la celebración de la comunidad, a encontrarme con mis hermanos en la fe, voy a vivir una experiencia religiosa en la que el protagonista no soy yo, sino Jesucristo en mí.
Sin embargo, cuando me acerco a la misa no me presento solo, no voy con las manos vacías, puesto que voy a llevarle a Dios, y a poner sobre el altar, mi vida, mis trabajos, mis proyectos, mis sueños, mis luchas, mis triunfos y mis fracasos. Pero en esta dinámica no sólo presento lo mío; cuando me doy cuenta que formo parte de la comunidad ahí reunida, percibo que todos somos hermanos y que caminamos juntos hacia Dios en los senderos del mundo. Es entonces que también me animo a presentar la vida de las personas, todo lo bello y valioso que he experimentado a lo largo de la semana, a mi alrededor, en el mundo entero, y entonces llevo esto conmigo para que pueda ser iluminado por la Palabra de Dios, en donde Cristo toma de lo mío y lo presenta al Padre.
La misa dominical es una experiencia viva con Cristo. Es donde compartimos una fe viva y en donde verdaderamente experimento a Dios como un Padre amoroso, que me espera en su casa para compartir conmigo y con los hermanos sus gracias, su fortaleza, todos sus dones. Es donde somos iluminados por su Palabra que nos guía en nuestros senderos, donde compartimos el alimento que nos prepara para el banquete celestial.
Al terminar la celebración, iluminado y con nuevas fuerzas, vuelvo a mi familia y a mi trabajo, dispuesto a ser luz y vida en Cristo. El domingo, el día del Señor, es un espacio que no debemos dejar pasar de largo. No es un día cualquiera, sino que es el día en que el Señor nos llama para revitalizar nuestra vida cansada, el Él el más interesado en que renovemos nuestros ánimos decaídos y nuestros sueños frustrados. Y así, alimentados con la Palabra y el Pan de vida, todos los días de la semana se convierten en días del Señor.
Por eso, vengo a misa el domingo, porque creo firmemente que Dios me llama por mi nombre, que me espera en la puerta de la iglesia como esperó a su "hijo pródigo", para cubrirme de su amor, renovar mi dignidad como persona e invitarme a la más grande de las celebraciones, la de la Eucaristía, donde yo soy el invitado de honor.

Ezequiel Rodríguez, ssp
El Domingo, Semanario de Instrucción Religiosa
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lunes, 30 de agosto de 2010

JESÚS DIJO: "TENGAN FE EN DIOS, todo cuanto crean se les concederá", Mateo 21:22

Los campos se secaron y se achicarraron por la falta de lluvia, y las cosechas se marchitaban de sed. La gente estaba ansiosa e irritable, mientras buscaba en el cielo alguna señal de alivio. Los días se volvieron áridas semanas. La lluvia no llegaba.


Los ministros de las iglesias locales convocaron a una hora de oración en la plaza del pueblo, para el siguiente sábado inspirarse.

Este sábado al mediodía, la gente del pueblo respondió en masa, llenando la plaza con caras ansiosas y corazones llenos de esperanza. Los ministros se conmovieron al ver la variedad de objetos que los concurrentes traían entre sus piadosas manos: libros sagrados, cruces, rosarios, Bíblias.

Cuando la hora terminó, como si se tratara de un mandato mágico, una suave lluvia comenzó a caer. Las felicitaciones se extendieron entre la multitud, mientras sostenían en alto sus atesorados objetos con gratitud y alabanza.

En el centro de la manifestación, un símbolo de fe pareció ensombrecer a los demás: un niño de nueve años había llevado una sombrilla.

Laverne W. Hall



Hebreos 11:1

“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”


Mateo 21:22

“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.”


Juan 15:16

“No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.”

Fuente: Renuevo de plenitud - mirg

lunes, 26 de julio de 2010

El Rabino y el Jabonero

(Paul J. Wharton, Stories and Parables, Paulist Press)


Un rabino y un jabonero fueron a caminar juntos. El jabonero dijo: ¿De qué sirve la religión? Mira todos los problemas y miserias en el mundo después de miles de años de estar enseñando sobre la bondad, la verdad y la paz – después de todas las oraciones, sermones y enseñanzas. Si la religión es buena y verdadera, ¿por qué pasan esas cosas?

El rabino no dijo nada. Continuaron caminando hasta que observó a algunos niños jugando en el lodo. Entonces el rabino dijo: “Mira esos niños. Tú dices que el jabón hace que la gente esté limpia, pero mira toda la suciedad en esos jóvenes. ¿De qué sirve el jabón? Aún con todo el jabón que existe en el mundo, esos niños siguen mugrientos. Me pregunto, ¿qué tan efectivo es el jabón entonces?

El jabonero protestó y dijo:

Lo que pasa, rabino, es que el jabón no sirve de nada a menos que se utilice.

Exactamente, contestó el rabino. De la misma manera pasa con el Judaísmo o cualquier otra religión. Es inefectiva a menos que se aplique y se utilice.

sábado, 19 de junio de 2010

Carta de Amor del Padre

Mi Hijo:

Puede que tú no me conozcas, pero Yo conozco todo sobre tí ...Salmos 139:1 Yo sé cuando te sientas y cuando te levantas ...Salmos 139:2 Todos tus caminos me son conocidos ...Salmos 139:3 Aun todos los pelos de tu cabeza están contados ...Mateo 10:29-31 Porque tú has sido hecho a mi imagen ...Génesis 1:27 En mí tú vives, te mueves y eres ...Hechos 17:28 Porque tú eres mi descendencia ...Hechos 17:28 Te conocí aun antes de que fueras concebido ...Jeremías 1:4-5 Yo te escogí cuando planeé la creación ...Efesios 1:11-12 Tú no fuiste un error, porque todos tus días están escritos en mi libro ...Salmos 139:15-16 Yo he determinado el tiempo exacto de tu nacimiento y donde vivirías ...Hechos 17:26 Tú has sido creado de forma maravillosa ...Salmos 139:14 Yo te formé en el vientre de tu madre ...Salmos 139:13 Yo te saqué del vientre de tu madre el día en que naciste ...Salmos 71:6 Yo he sido mal representado por aquellos que no me conocen...Juan 8:41-44Yo no estoy enojado y distante, soy la manifestación perfecta del amor ...1 Juan 4:16 Y es mi deseo gastar mi amor en tí simplemente porque tú eres mi hijo y Yo tu padre ...1 Juan 3:1 Te ofrezco mucho más que lo que tu padre terrenal podría darte ...Mateo 7:11 Porque Yo soy el Padre Perfecto ...Mateo 5:48 Cada dádiva que tú recibes viene de mis manos ...Santiago 1:17 Porque Yo soy tu proveedor quien suple tus necesidades ...Mateo 6:31-33 El plan que tengo para tu futuro está siempre lleno de esperanza ...Jeremías 29:11 Porque Yo te amo con amor eterno ...Jeremías 31:3 Mis pensamientos sobre tí son incontables como la arena en la orilla del mar...Salmos 139:17-18 Me regocijo sobre tí con cánticos ...Sofonías 3:17 Yo nunca pararé de hacerte bien ...Jeremías 32:40 Porque tú eres mi tesoro más precioso ...Éxodo 19:5 Yo deseo afirmarte dándote todo mi corazón y toda mi alma ...Jeremías 32:41 Y Yo quiero mostrarte cosas grandes y maravillosas ...Jeremías 33:3 Si me buscas con todo tu corazón, me encontrarás ...Deuteronomio 4:29 Deleítate en Mí y te concederé las peticiones de tu corazón ...Salmos 37:4 Porque Yo soy el que produce tus deseos ...Filipenses 2:13 Yo puedo hacer por tí mucho más de lo que tú podrías imaginar...Efesios 3:20 Porque Yo soy tu mayor alentador ...2 Tesalonicenses 2:16-17 Yo también soy el Padre que te consuela durante todos tus problemas ...2 Corintios 1:3-4 Cuando tu corazón está quebrantado, Yo estoy cerca a tí ...Salmos 34:18 Así como el pastor carga a un cordero, Yo te cargo a tí cerca de mi corazón ...Isaías 40:11 Un día Yo te enjugaré cada lágrima de tus ojos y quitaré todo el dolor que hayas sufrido en esta tierra ...Apocalipsis 21:3-4 Yo soy tu Padre, y te he amado como a mi hijo, Jesús ...Juan 17:23 Porque en Jesús, mi amor hacía tí ha sido revelado ...Juan 17:26 Él es la representación exacta de lo que Yo soy ...Hebreos 1:3 Él ha venido a demostrar que Yo estoy contigo, no contra tí ...Romanos 8:31 Y también a decirte que Yo no estaré contando tus pecados ...2 Corintios 5:18-19 Porque Jesús se murió para que tú y Yo pudieramos ser reconciliados ...2 Corintios 5:18-19 Su muerte ha sido la última expresión de mi amor hacía tí ...1 Juan 4:10 Por mi amor hacía tí haré cualquier cosa que gane tu amor ...Romanos 8:31-32 Si tú recibes el regalo de mi Hijo Jesús, tú me recibes a Mí ...1 Juan 2:23 Y ninguna cosa te podrá a tí separar otra vez de mi amor ...Romanos 8:38-39 Vuelve a casa y participa de la mayor fiesta celestial que nunca has visto ...Lucas 15:7 Yo siempre he sido Padre, y por siempre seré Padre ...Efesios 3:14-15 La pregunta es... ¿quieres tú ser mi hijo? ...Juan 1:12-13 Yo estoy esperando por tí ...Lucas 15:11-32 ...
Con Amor, Tú Padre Omnipotente Dios

domingo, 6 de junio de 2010

El Padre Alberto rectifica en entrevista con la CBS

.05.09


A las 7:27 PM
por José Miguel Arráiz

Hace unos días escribía sobre las preocupantes declaraciones del Padre Alberto en una entrevista exclusiva. En esa ocasión expresé mi rechazo, no al padre como persona, sino en lo que en esa ocasión declaró.

Al parecer los días le han permitido reflexionar y en una entrevista dada a CBS ha mantenido una posición mucho más centrada, en donde reconoce que lo que hizo estuvo mal, no quiere ser un sacerdote en contra del celibato porque es un buen compromiso con Dios, asume la completa responsabilidad de sus acciones y afirma no estar de acuerdo en violar el voto de celibato.

Desde ya mi apoyo al padre Alberto, esperando que siga en ese camino de reflexión. Seguramente quedan muchas cosas que rectificar, pero definitivamente este ha sido un buen paso que ha requerido valor y humildad.



Para quienes no han leído la entrevista, aquí se las dejo:

RODRÍGUEZ: Hoy el padre Alberto Cutié nos acompaña en una entrevista exclusiva. Buenos días.

CUTIÉ: Buenos días, Maggie

RODRÍGUEZ: Fue ordenado como sacerdote hace 15 años. Hizo un voto de castidad. Dedicó su vida a Dios. ¿Qué explicación tiene para las fotos subidas de tono que se publicaron de usted con esta mujer?-

CUTIÉ: Es muy difícil de explicar. Pero lo primero que digo es que pido disculpas a la comunidad católica, especialmente a mi obispo y a mis compañeros sacerdotes que son fieles y están comprometidos con el celibato.
Y me hago totalmente responsable por lo que hice, sé que es incorrecto. Esto no le resulta fácil de manejar a nadie. Ciertamente me ha afectado, afectó a mi familia, afectó a toda la comunidad de la Iglesia. Quiero decir, somos una familia espiritual. Sé que afectó a muchos amigos en todos los niveles de la Iglesia y siento muchísimo lo que ocurrió.

RODRÍGUEZ: Si lo siente mucho, ¿por qué lo hizo? ¿Por qué se presentó en público con esta mujer en la playa?

CUTIÉ: En primer lugar, examinar las cosas en retrospectiva siempre es más claro, y creo que el primer motivo por el que estoy aquí es para explicarles a las personas que esta es una lucha que tuve conmigo mismo. No quiero ser el sacerdote anti-celibato. Creo que eso es desacertado.
Creo que es una polémica que está teniendo lugar en nuestra sociedad, y ahora me he convertido en un tipo de pancarta de ello. Pero no quiero ser eso. Creo que el celibato es bueno y que es un buen compromiso con Dios.

En mi caso, era algo con lo que luchaba desde hace tiempo en la confesión, en los retiros de dirección espiritual. He tenido muy buenos mentores y sacerdotes que me han ayudado a lidiar con este tema. En varias ocasiones pasé tiempo en un monasterio hablando de este tema con hombres buenos y con experiencia.
Por eso, es algo con lo que he luchado desde hace tiempo. Y algo que nunca pensé que se iba a convertir en una polémica pública.

RODRÍGUEZ: ¿Por qué finalmente cedió? ¿Qué tipo de relación tiene con esta mujer en particular?

CUTIÉ: Bueno, es alguien a quien amo. Es decir, quiero decirle, Maggie, que ingresé al seminario hace 22 años. Y en 22 años, nunca mantuve una relación sexual con nadie y estuve comprometido plenamente con mis votos. Nunca mantuve una conducta sexual inadecuada con nadie.
Nunca me vi involucrado en ningún tipo de escándalo. Esta es la única persona con la que tuve contacto sexual.

RODRÍGUEZ: ¿Y eso se debe a que se enamoró de ella?

CUTIÉ: Creo que me enamoré. Considero que luché con eso, es decir, con mi amor a Dios y mi amor a la Iglesia y mi amor al servicio. Por supuesto, eso es algo que un hombre nunca tendría que hacer frente en lo que respecta a sus compromisos. Es decir, si hubiera tenido claro mi compromiso, lo tendría que haber cumplido al 100 por ciento. Y no lo hice.

RODRÍGUEZ: ¿Cuánto hace que se ve con esta mujer?

CUTIÉ: Bueno, hace mucho que somos amigos, y hubo una atracción desde el primer momento en que nos vimos. Pero durante mucho tiempo fuimos solo amigos. Y diría que en el último par de años se convirtió en algo más que amistad.
Se convirtió una relación romántica, y para ambos fue algo difícil. Es decir, ella también es una mujer creyente. Es alguien que le importa el sacerdocio, que le importan estas cosas. Por eso, no ha sido fácil.
Y aquellos que me ayudaron en este proceso, saben que no fue fácil. Obviamente, por las fotos, parece como si fuera una cosa frívola en la playa, es decir – y no es así. Es algo mucho más profundo que eso.

RODRÍGUEZ: Pero el hecho es que usted se encontraba en una playa pública demostrando este tipo de conducta con esta mujer. Incluso las personas que están de acuerdo con que haya roto su promesa de mantenerse célibe creen que lo que hizo fue totalmente inadecuado. ¿Qué pasaría si una familia que frecuenta a su Iglesia hubiera estado allí y lo hubiera visto?

CUTIÉ: Bueno, la verdad es, Maggie, yo no estoy de acuerdo con romper el voto de celibato. Es decir, soy consciente que esto está mal. En segundo lugar, ahora que salió a la luz, mirarlo en retrospectiva es más claro. Pero la verdad es que no había nadie en la playa. Era una playa muy solitaria.

RODRÍGUEZ: Pero usted sabe que es una figura pública. Lo podrían haber reconocido fácilmente.

CUTIÉ: Sí, lo sé. No sé si me hubieran reconocido fácilmente ese día. Hacía frío. No había nadie. No estuvimos mucho tiempo. Fue cuestión de minutos. Pero la verdad es que un salvavidas, que trabaja con los paparazzi, llamó por el celular y llegaron.
Pensé que era lo suficientemente lejos de mi radio de actividad, que era un lugar lo suficientemente solitario para que nadie estuviera allí. Fue una imprudencia, fue estúpido. Soy responsable.
¿Si pudiera volver atrás, actuaría diferente? Sí. ¿Debería haber dicho hace un año, tengo problemas con este tema, necesito retirarme ahora? Hay mucha presión al tomar ese tipo de decisiones.

RODRÍGUEZ: ¿Considera que le debe una disculpa a sus feligreses, a quienes les habla sobre el sacrificio y la disciplina?

CUTIÉ: Sí, lo creo. Creo que mis feligreses comprender la naturaleza de la debilidad humana porque hemos hablado de eso a todos los niveles. Y creo que yo debería ser un ejemplo para ellos. Y lo he sido en otros aspectos de mi vida, creo. He tratado de vivir mi vida en forma auténtica.
Pero ciertamente, en esta lucha en los últimos dos años, he lidiado en forma interna en la Iglesia con hombres muy buenos que han intentado motivarme a continuar y a hacer las cosas bien. No me salieron bien, como pueden ver.

RODRÍGUEZ: ¿No considera que el voto de castidad deba eliminarse?

CUTIÉ: No lo creo. Creo que el celibato es bueno. Pero también creo lo que muchos dicen, que quizás debería ser opcional. Y eso sí lo creo. Creo que las personas deben tener la opción de casarse o no para poder servir a Dios.
Pero la Iglesia tiene tradiciones y prácticas que son parte de querer hacer lo que es correcto. Creo que todos tenemos ideales y formas de vivir y queremos hacer las cosas bien. Pero la verdad es, a veces nos quedamos cortos. Yo me quedé corto.

RODRÍGUEZ: Si no cambian esta política, ¿cree que continuarán perdiendo personas o dejarán de reclutar individuos que creen que la Iglesia es demasiado rígida?

CUTIÉ: Creo que los hombres jóvenes que están comenzando su vida de sacerdotes tienen la motivación adecuada y sienten ese deseo de hacer lo que está bien. Creo que también es una sociedad difícil.
Pero no creo que siempre tengamos que responder a todo lo que ocurre en la sociedad de inmediato. Creo que la Iglesia es sabia. La Iglesia es una madre. Es sabia. Y nos enseña qué hacer.
Pero al mismo tiempo, hay una lucha que involucra a muchos sacerdotes. Quiero decir, esto no es algo que me pasó a mí solamente. Desafortunadamente, soy el hombre identificable. Soy ese al que pueden seguir los paparazzi, lo que hace que todo resulte más estúpido, que yo esté en esta situación.
Pero creo que sentí la motivación de amar a otra persona, una cosa buena, un deseo sano y bueno en mi corazón. Y al mismo tiempo, necesitaba tomar una decisión. Y no debería tomarla en público.
Pero eso es exactamente lo que ocurrió.

RODRÍGUEZ: Usted dice que la ama. ¿Continuará con esta relación? ¿Está pensando en el matrimonio, en tener hijos?

CUTIÉ: Ahora estoy en el proceso de pensar sobre todas esas cosas, en el proceso de tomar decisiones. Mi obispo me dio tiempo para pensarlo. Es un momento difícil. Es un momento de transición, un momento de pensar en el futuro.

RODRÍGUEZ: ¿Pero no rompió la relación con esta mujer?

CUTIÉ: Bueno, ¿qué quiere decir romper la relación, como decir que se terminó?

RODRÍGUEZ: Romper la relación.

CUTIÉ: Estoy en el proceso de pensar sobre el futuro. Creo que cuando uno ama a alguien, no se dice adiós. Las fotografías se hicieron públicas, ¿eso es todo? No. Creo que uno tiene que asumir sus responsabilidades de varias manera

RODRÍGUEZ: ¿Ella le ha dicho lo que le gustaría que usted hiciera?

CUTIÉ: ¿Conoce a alguna mujer que no quiera casarse con la persona que ama? Quiero decir…

RODRÍGUEZ: ¿Pero usted todavía no está listo para eso?

CUTIÉ: Creo que tengo que rezar, tengo que pensar sobre las cosas, necesito comprometerme. Estoy listo para asumir mis responsabilidades, estoy listo para comenzar, es decir, en camino para eso, si es lo que Dios quiere. Siento en mi corazón que quizás esto es lo que Dios quiere. Por eso, tengo que pasar por el proceso de toma de decisiones, que es tanto un proceso de la Iglesia como un proceso personal.

RODRÍGUEZ: Pero eso le exigiría abandonar la Iglesia Católica. Y usted no ha dicho si lo hará o no. ¿Ya ha tomado una decisión? ¿Abandonará la Iglesia Católica?

CUTIÉ: Estoy en el proceso de pensar sobre eso en este momento.
No estoy preparado para contestar eso en público. Primero debo hablar con mi obispo, que es la persona a quien debo respetar y honrar primero porque hice esa promesa.

RODRÍGUEZ: Muy bien, padre Alberto Cutié, gracias por acompañarnos esta mañana.

CUTIÉ: Gracias a usted.



RODRÍGUEZ: Se lo agradezco

domingo, 23 de mayo de 2010

PENTECOSTÉS

La palabra Pentecostés viene del griego y significa el día quincuagésimo. A los 50 días de la Pascua, los judíos celebraban la fiesta de las siete semanas (Ex 34,22), esta fiesta en un principio fue agrícola, pero se convirtió después en recuerdo de la Alianza del Sinaí.


Al principio los cristianos no celebraban esta fiesta. Las primeras alusiones a su celebración se encuentran en escritos de San Irineo, Tertuliano y Orígenes, a fin del siglo II y principio del III. Ya en el siglo IV hay testimonios de que en las grandes Iglesias de Constantinopla, Roma y Milán, así como en la Península Ibérica, se festejaba el último día de la cincuentena pascual.

Con el tiempo se le fue dando mayor importancia a este día, teniendo presente el acontecimiento histórico de la venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles (Cf. Hch 2). Gradualmente, se fue formando una fiesta, para la que se preparaban con ayuno y una vigilia solemne, algo parecido a la Pascua. Se utiliza el color rojo para el altar y las vestiduras del sacerdote; simboliza el fuego del Espíritu Santo.

Significado

Los cincuenta días pascuales y las fiestas de la Ascensión y Pentecostés, forman una unidad. No son fiestas aisladas de acontecimientos ocurridos en el tiempo, son parte de un solo y único misterio.

Pentecostés es fiesta pascual y fiesta del Espíritu Santo. La Iglesia sabe que nace en la Resurrección de Cristo, pero se confirma con la venida del Espíritu Santo. Es hasta entonces, que los Apóstoles acaban de comprender para qué fueron convocados por Jesús; para qué fueron preparados durante esos tres años de convivencia íntima con Él.

La Fiesta de Pentecostés es como el "aniversario" de la Iglesia. El Espíritu Santo desciende sobre aquella comunidad naciente y temerosa, infundiendo sobre ella sus siete dones, dándoles el valor necesario para anunciar la Buena Nueva de Jesús; para preservarlos en la verdad, como Jesús lo había prometido (Jn 14.15); para disponerlos a ser sus testigos; para ir, bautizar y enseñar a todas las naciones.

Es el mismo Espíritu Santo que, desde hace dos mil años hasta ahora, sigue descendiendo sobre quienes creemos que Cristo vino, murió y resucitó por nosotros; sobre quienes sabemos que somos parte y continuación de aquella pequeña comunidad ahora extendida por tantos lugares; sobre quienes sabemos que somos responsables de seguir extendiendo su Reino de Amor, Justicia, Verdad y Paz entre los hombres.

¿Quién es el Espíritu Santo?

"Nadie puede decir: ¡Jesús es el Señor! sino por influjo del Espíritu Santo" (1Co 12,3)

Muchas veces hemos escuchado hablar de Él; muchas veces quizá también lo hemos mencionado y lo hemos invocado. Piensa cuántas veces has sentido su acción sobre ti: cuando sin saber cómo, soportas y superas una situación, una relación personal difícil y sales adelante, te reconcilias, toleras, aceptas, perdonas, amas y hasta haces algo por el otro…. Esa fuerza interior que no sabes de dónde sale, es nada menos que la acción del Espíritu Santo que, desde tu bautismo, habita dentro de ti.

El Espíritu Santo ha actuado durante toda la historia del hombre. En la Biblia se menciona desde el principio, aunque de manera velada. Y es Jesús quien lo presenta oficialmente:

"SI ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Defensor que permanecerá siempre con ustedes. Este es el Espíritu de Verdad…. En adelante el Espíritu Santo Defensor, que el Padre les enviará en mi nombre, les va a enseñar todas las cosas y les va a recordar todas mis palabras. … En verdad, les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Defensor no vendrá a ustedes. Pero si me voy se lo mandaré. Cuando él venga, rebatirá las mentiras del mundo…. Tengo muchas cosas más que decirles, pero ustedes no pueden entenderlas ahora. Pero cuando Él venga, el Espíritu de la Verdad, los introducirá en la verdad total".

Estos son fragmentos del Evangelio de San Juan, capítulos 14, 15 y 16. Si quieres saber más sobre las últimas promesas y más profundas revelaciones de Jesús, lee con atención y mucha fe, esta parte del evangelio.

Desde que éramos niños, en el catecismo aprendimos que "el Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad". Es esta la más profunda de las verdades de fe: habiendo un solo Dios, existen en Él tres personas distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Verdad que Jesús nos ha revelado en su Evangelio.

El Espíritu Santo coopera con el Padre y el Hijo desde el comienzo de la historia hasta su consumación, pero es en los últimos tiempos, inaugurados con la Encarnación, cuando el Espíritu se revela y nos es dado, cuando es reconocido y acogido como persona. Jesús nos lo presenta y se refiere a Él no como una potencia impersonal, sino como una Persona diferente, con un obrar propio y un carácter personal .





Formas de llamar al Espíritu Santo

"Espíritu Santo" es el nombre propio de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, a quien también adoramos y glorificamos, junto con el Padre y el Hijo. Pero Jesús lo nombra de diferentes maneras:

EL PARÁCLITO: Palabra del griego "parakletos", que literalmente significa "aquel que es invocado", es por tanto el abogado, el mediador, el defensor, el consolador. Jesús nos presenta al Espíritu Santo diciendo: "El Padre os dará otro Paráclito" (Jn 14,16). El abogado defensor es aquel que, poniéndose de parte de los que son culpables debido a sus pecados, los defiende del castigo merecido, los salva del peligro de perder la vida y la salvación eterna. Esto es lo que ha realizado Cristo, y el Espíritu Santo es llamado "otro paráclito" porque continúa haciendo operante la redención con la que Cristo nos ha librado del pecado y de la muerte eterna.

EL ESPÍRITU DE LA VERDAD: Jesús afirma de sí mismo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida"

(Jn 14,6). Y al prometer al Espíritu Santo en aquel "discurso de despedida" con sus apóstoles en la Última Cena, dice que será quien después de su partida, mantendrá entre los discípulos la misma verdad que Él ha anunciado y revelado. El Paráclito, es la verdad, como lo es Cristo. Los campos de acción en que actúa el Espíritu Santo, son el espíritu humano y la historia del mundo. La distinción entre la verdad y el error es el primer momento de dicha actuación.

Permanecer y obrar en la verdad es el problema esencial para los Apóstoles y para los discípulos de Cristo, desde los primeros años de la Iglesia hasta el final de los tiempos, y es el Espíritu Santo quien hace posible que la verdad a cerca de Dios, del hombre y de su destino, llegue hasta nuestros días sin alteraciones.

Cada vez que rezamos el Credo, llamamos al Espíritu Santo:

SEÑOR Y DADOR DE VIDA: El término hebreo utilizado por el Antiguo Testamento para designar al Espíritu es "ruah", este término se utiliza también para hablar de "soplo", "aliento", "respiración". El soplo de Dios aparece en el Génesis, como la fuerza que hace vivir a las criaturas, como una realidad íntima de Dios, que obra en la intimidad del hombre. Desde el Antiguo Testamento se puede vislumbrar la preparación a la revelación del misterio de la Santísima Trinidad: Dios Padre es principio de la Creación; que la realiza por medio de su Palabra, su Hijo; y mediante el Soplo de Vida, el Espíritu Santo.

La existencia de las criaturas depende de la acción del soplo - espíritu de Dios, que no solo crea, sino que también conserva y renueva continuamente la faz de la tierra. (Cf. Sal 103/104; Is 63, 17; Gal 6,15; Ez 37, 1-14). Es Señor y Dador de Vida porque será autor también de la resurrección de nuestros cuerpos:

"Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a sus cuerpos mortales por su Espíritu que habita en ustedes" (Rom 8,11).

La Iglesia también reconoce al Espíritu Santo como:

SANTIFICADOR: El Espíritu Santo es fuerza que santifica porque Él mismo es "espíritu de santidad".

(Cf. Is. 63, 10-11) En el Bautismo se nos da el Espíritu Santo como "don" o regalo, con su presencia santificadora. Desde ese momento el corazón del bautizado se convierte en Templo del Espíritu Santo, y si Dios Santo habita en el hombre, éste queda consagrado y santificado.

El hecho de que el Espíritu Santo habite en el hombre, alma y cuerpo, da una dignidad superior a la persona humana que adquiere una relación particular con Dios, y da nuevo valor a las relaciones interpersonales. (Cf. 1Cor 6,19) .



Los símbolos del Espíritu Santo

Al Espíritu Santo se le representa de diferentes formas:

El Agua: El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo, ya que el agua se convierte en el signo sacramental del nuevo nacimiento.

La Unción: Simboliza la fuerza. La unción con el óleo es sinónima del Espíritu Santo. En el sacramento de la Confirmación se unge al confirmado para prepararlo a ser testigo de Cristo.

El Fuego: Simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu.

La Nube y la Luz: Símbolos inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. Así desciende sobre la Virgen María para "cubrirla con su sombra". En el Monte Tabor, en la Transfiguración, el día de la Ascensión; aparece una sombra y una nube.

El Sello: Es un símbolo cercano al de la unción. Indica el carácter indeleble de la unción del Espíritu en los sacramentos y hablan de la consagración del cristiano.

La Mano: Mediante la imposición de manos los Apóstoles y ahora los Obispos, trasmiten el "don del Espíritu".

La Paloma: En el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo aparece en forma de paloma y se posa sobre Él.



El Espíritu Santo y la Iglesia

La Iglesia nacida con la Resurrección de Cristo, se manifiesta al mundo por el Espíritu Santo el día de Pentecostés. Por eso aquel hecho de que "se pusieron a hablar en idiomas distintos" , (Hch 2,4) para que todo el mundo conozca y entienda la Verdad anunciada por Cristo en su Evangelio.

La Iglesia no es una sociedad como cualquiera; no nace porque los apóstoles hayan sido afines; ni porque hayan convivido juntos por tres años; ni siquiera por su deseo de continuar la obra de Jesús. Lo que hace y constituye como Iglesia a todos aquellos que "estaban juntos en el mismo lugar" (Hch 2,1), es que "todos quedaron llenos del Espíritu Santo" (Hch 2,4).

Una semana antes, Jesús se había "ido al Cielo", y todos los que creemos en Él esperamos su segunda y definitiva venida, mientras tanto, es el Espíritu Santo quien da vida a la Iglesia, quien la guía y la conduce hacia la verdad completa.

Todo lo que la Iglesia anuncia, testimonia y celebra es siempre gracias al Espíritu Santo. Son dos mil años de trabajo apostólico, con tropiezos y logros; aciertos y errores, toda una historia de lucha por hacer presente el Reino de Dios entre los hombres, que no terminará hasta el fin del mundo, pues Jesús antes de partir nos lo prometió: "…yo estaré con ustedes, todos los días hasta el fin del mundo" (Mt. 28,20)



El Espíritu Santo y la vida cristiana

A partir del Bautismo, el Espíritu divino habita en el cristiano como en su templo (Cf. Rom 8,9.11;

1Cor 3,16; Rom 8,9). Gracias a la fuerza del Espíritu que habita en nosotros, el Padre y el Hijo vienen también a habitar en cada uno de nosotros.

El don del Espíritu Santo es el que:

nos eleva y asimila a Dios en nuestro ser y en nuestro obrar;

nos permite conocerlo y amarlo;

hace que nos abramos a las divinas personas y que se queden en nosotros.

La vida del cristiano es una existencia espiritual, una vida animada y guiada por el Espíritu hacia la santidad o perfección de la caridad. Gracias al Espíritu Santo y guiado por Él, el cristiano tiene la fuerza necesaria para luchar contra todo lo que se opone a la voluntad de Dios. (Cf. Gal 5,13-18; Rom 8,5-17).

Para que el cristiano pueda luchar, el Espíritu Santo le regala sus siete dones, que son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu, estos dones son:

ð Sabiduría: nos comunica el gusto por las cosas de Dios.

ð Ciencia: nos enseña a darle a las cosas terrenas su verdadero valor.

ð Consejo: nos ayuda a resolver con criterios cristianos los conflictos de la vida.

ð Piedad: nos enseña a relacionarnos con Dios como nuestro Padre y con nuestros hermanos.

ð Temor de Dios: nos impulsa a apartarnos de cualquier cosa que pueda ofender a Dios.

ð Entendimiento: nos da un conocimiento más profundo de las verdades de la fe.

ð Fortaleza: despierta en nosotros la audacia que nos impulsa al apostolado y nos ayuda a superar el miedo de defender los derechos de Dios y de los demás.



Experiencias del Espíritu Santo en la vida concreta

Cuando se da una esperanza total que prevalece sobre todas las demás esperanzas particulares, que abarca con su suavidad y con su silenciosa promesa todos los cimientos y todas las caídas;

Cuando se acepta y se lleva libremente una responsabilidad donde no se tienen claras perspectivas de éxito y de utilidad;

Cuando se da como buena la suma de todas las cuentas de la vida que uno mismo no puede calcular pero que Otro ha dado por buenas, aunque no se puedan probar;

Cuando la experiencia fragmentada del amor, la belleza y la alegría se viven sencillamente y se captan como promesa del amor, la belleza y la alegría, sin dudar a un escepticismo cínico como consuelo barato del último desconsuelo;

Cuando el vivir diario, amargo, decepcionante y aniquilador se vive con serenidad y perseverancia hasta el final, aceptado por una fuerza cuyo origen no podemos abarcar ni dominar;

Cuando se corre el riesgo de orar en medio de tinieblas silenciosas sabiendo que siempre somos escuchados, aunque no percibamos una respuesta que se pueda razonar y disputar;

Cuando uno se entrega sin condiciones y esta capitulación se vive como una victoria;

Cuando se experimenta la desesperación, y misteriosamente se siente uno consolado sin consuelo fácil: Allí está Dios y su gracia liberadora, allí conocemos a quien nosotros, cristianos, llamamos Espíritu Santo de Dios".

Oraciones al Espíritu Santo

El hombre prudente, sabe que necesita luz en su inteligencia y fuerza en su voluntad para pensar y hacer lo que Dios quiere. Esa luz y esa fuerza solamente vienen de lo alto; es el Espíritu Santo quien provee al cristiano de todo lo que necesita para su caminar en la vida. Por eso, todos los días nos conviene invocarlo.

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido, luz que penetras las almas, fuente de mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego; gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, Divina Luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tu le faltas por dentro, mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo. Doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. AMÉN.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor, tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.

¡Oh, Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo!, concédenos que sintamos rectamente con el mismo Espíritu y gocemos siempre de su divino consuelo.

Por Jesucristo, Nuestro Señor. AMÉN.

lunes, 10 de mayo de 2010

La espiritualidad vigorosa de San Ignacio de Loyola

Muchos de nuestros lectores podrían imaginar que de la pluma de San Ignacio (1491-1556) haya salido una literatura tan magnífica como su admirable obra, consubstanciada en la Compañía de Jesús — uno de los pilares de la Contra-Reforma Católica.


En realidad, sin embargo, según sus biógrafos San Ignacio no fue un literato. Ni siquiera un escritor que se haya empeñado en redactar libros. Su producción intelectual apunta hacia otra finalidad, no consistiendo propiamente en libros de lectura. Son verdades enseñadas de una manera nueva, admirable síntesis de principios asimilados a lo largo de años de formación. Sus escritos deben ser considerados bajo tal prisma, y ahí no causarán desilusión al lector; se presentan enjutos, con una fraseología sucinta y, muchas veces, aparentemente dura.

De los escritos legados a la posteridad por ese gran destello de la Contra-Reforma, destacamos los célebres Ejercicios Espirituales, destinados a orientar al fiel en la práctica del método de los retiros ignacianos. Método este que, por su radicalidad, lógica y eficacia, obtuvo tanto la conversión cuanto la santificación de innumerables almas a lo largo de casi cuatro siglos y medio.

Analizando los Ejercicios Espirituales con atención, se percibirá que San Ignacio, al escribirlos, no se preocupó con la forma, y, muchas veces, ni siquiera con la exactitud gramatical, sino sobre todo con la psicología humana, procurando orientarla vigorosamente hacia el bien y la práctica de las virtudes.

Conmemorándose el día 31 del presente mes la fiesta de este gigante de la espiritualidad católica, Tesoros de la Fe presenta a sus lectores algunos extractos de su obra. Seleccionamos precisamente de los Ejercicios Espirituales parte de su Examen general de conciencia, indispensable para la práctica de una buena confesión. Nos restringiremos al examen de los pensamientos, dejando para otra ocasión el examen de las palabras y de las obras. Nos pareció provechoso incluir la conocida oración compuesta por el Fundador de la Compañía de Jesús, rezada frecuentemente y con enorme provecho espiritual, desde hace siglos, después de la recepción de la Sagrada Eucaristía: el Anima Christi.

Examen de conciencia *

Presupongo ser tres los pensamientos en mí, a saber: uno propio mío, el cual sale de mi mera libertad y querer; y otros dos que vienen de fuera: uno que viene del buen espíritu, y el otro, del malo.

Del pensamiento

[En cuanto al merecimiento]

1ª – Hay dos maneras de obtener merecimiento al resistir a un mal pensamiento que viene de afuera. Por ejemplo, viene un pensamiento de cometer un pecado mortal, pensamiento al cual resisto prontamente y que es vencido.

2ª – La segunda manera de merecer es cuando me viene aquel mismo mal pensamiento, y yo le resisto, y vuelve a venir una y otra vez, y yo siempre resisto, hasta que el pensamiento sea vencido; y esta manera de resistir tiene más merecimiento que la primera.

Anima Christi

(Alma de Cristo)


Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, purifícame.

Pasión de Cristo, confórtame.

Oh Buen Jesús, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame a ir a Ti.

Para que con tus Santos te alabe.

Por los siglos de los siglos.

Amén.


[Concerniente al pecado venial]

Se peca venialmente cuando el mismo pensamiento de pecar venialmente viene, y el hombre le da oídos por algunos instantes, o recibe algún deleite sensual, o en la medida que haya alguna negligencia en repeler tal pensamiento.

[Concerniente al pecado mortal]

1ª – Hay dos maneras de pecar mortalmente: la primera es cuando el hombre da consentimiento al mal pensamiento, para luego obrar tal como lo consintió, o para practicarlo si pudiese.

2ª – La segunda manera de pecar mortalmente es cuando se pone en acto aquel pecado, y es mayor por tres razones: primera, por ser mayor el tiempo de su duración; la segunda, por ser mayor su intensidad; y la tercera, por ser mayor el daño causado a las dos personas.

domingo, 21 de marzo de 2010

EJERCICIOS ESPIRITUALES, GRAN OPORTUNIDAD DE ABRIRNOS A LA GRACIA

Estamos en tiempo de aceptar y darnos la gran oportunidad en este tiempo previo a la Semana Mayor (Semana Santa) de realizar, tomar y hacer nuestros Ejercicios Espirituales.



¿Qué son los Ejercicios Espirituales?

Los EE son un método para el encuentro con Dios en todo lo que es la vida cotidiana del ejercitante. Son “ejercicios” o prácticas, para buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida, para la salvación del alma.

En palabras de San Ignacio de Loyola:

“Todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar vocal o mentalmente, y de otras operaciones espirituales. Porque así como el pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, de la misma manera, los Ejercicios Espirituales son todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar de sí las afecciones desordenadas, y después de quitadas, para buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida, para la salvación del alma”.


¿Qué “ejercicios” son los Ejercicios?

1. “Ejercicios”, es decir practicar

Los EE son “ejercicios” o prácticas, es decir tarea personal y exclusiva del ejercitante. Esto los distingue ya de otros tipos de ejercicios en los que predomina la exposición doctrinal o la orientación de vida por parte del predicador. Conviene tener presente esta distinción en las circunstancias actuales, ya que se dan verdaderos EE a partir de conferencias temáticas.

Y, en cambio, dentro del mundo de los EE ignacianos se han ofrecido a menudo ejercicios predicados o conferencias sobre “materias” de los EE, que no responden al carácter genuino que estos tienen. Ahora bien, cualquier ejercicio requiere un método y comporta un proceso de asimilación del método. Para esta aplicación la persona que acompaña ha de conjugar dos actitudes importantes nada fáciles de unir: por una parte, suavidad y delicadeza para acomodar las orientaciones a cada ejercitante (motivarle, apoyarle, etc). Y, por otra parte, la necesaria firmeza para llevar el timón de la pedagogía de los EE, sin ceder fácilmente a reacciones y resistencias del ejercitante.

2. “Espirituales”, integrales

Esta cualidad de espirituales se puede considerar en lasactividades que se realizan o en la finalidad de las mismas:

a) Son “espirituales” una gama inmensa de actividades: «todo modo... Todo modo...» (Ej 1). Ni siquiera se reducen las actividades espirituales al campo de la interioridad, sino que «otras espirituales operaciones» (Ej 1) incluirán la penitencia, el ordenarse en el comer y cosas semejantes.

El clásico comentarista de los EE, Luis de la Palma, afirma que una actividad exterior también puede ser espiritual cuando «nace de la moción del Espíritu». Tenemos, pues, una definición neumatológica de lo espiritual que extiende su campo a una variadísima serie de actividades que se desarrollarán en los EE y que la persona que los da explicará con la gradación conveniente que aquí mismo apunta el texto ignaciano al anunciar «como más adelante se dirá».

En las “adiciones” Ignacio propondrá distintas orientaciones sobre la implicación de lo corporal en la oración y en los ejercicios en general. Porque el cuerpo también ora y todo lo que ayuda a esta participación de lo corporal en la experiencia de los EE es importante. Algunos acompañantes, a la mitad del día antes del almuerzo, proponen algunas experiencias de este tipo corporal: sentir el propio cuerpo, sentir la respiración, atender a la actividad de los distintos sentidos, etc. También es útil prestar más atención de lo que se suele a la dieta, procurando una alimentación lo más natural posible y evitando el exceso de grasas.

Puede, pues, decirse, que los EE son un método para el encuentro con Dios en todo aquello que constituye la cotidianidad del ejercitante. Y, en esta tarea, se busca la unificación de lo corporal y lo espiritual (en el sentido corriente de la palabra), requisito hoy fundamental para superar la dispersión que nos amenaza. De este modo, los EE ayudan a crear hábitos verdaderamente humanos,necesarios para la vida de cada día.

Según esta interpretación, nos debemos preguntar sobre la importancia que damos a «otras espirituales operaciones» distintas de los ejercicios oracionales (ciertamente esenciales) y qué uso hacemos de ellas. Aparte de lo que se propone a lo largo de los mismos EE (lectura, penitencia, oración vocal, vísperas, combate para ordenar los afectos, discernimiento de mociones, atención al comer, dormir y a todo lo corporal), el mismo Ignacio aconsejaba algunas actividades materiales como el cuidado de la habitación y el hacer lo que correspondía a los “criados” en aquel lejano siglo XVI. No hay que caer en un fundamentalismo ignaciano, pero la praxis del santo debería inspirar prácticas que ayudasen a superar un cierto platonismo que siempre amenaza a las experiencias de retiro.

b) Estos ejercicios son también “espirituales” por su finalidad que se expresa en un doble objetivo: por un lado, «quitar de si todas las afecciones desordenadas», es decir, realizar una transformación afectiva en el sentido de superar el desorden de los afectos no centrados en el evangelio y ordenarla de acuerdo con una jerarquía evangélica; por otro lado, «para buscar y hallar la voluntad divina», es decir, reconocer la voluntad de Dios sobre la propia vida y asumirla efectivamente. El discernimiento espiritual, que es el elemento indispensable para la elección, llevará a descubrir y asumir el lugar propio del ejercitante en el mundo, «la disposición de su vida para la salud del ánima».

Es bueno que la persona que acompaña al ejercitante conozca qué busca éste en los EE y, sin embargo, conviene que el ejercitante se abandone al lento proceso sin dejarse llevar por la prisa o la ansiedad de afrontar rápidamente dicho objeto de la elección. Ésta se realizará, con el apoyo imprescindible de quien da los EE, en el “tiempo” que revelará el mismo proceso de la experiencia, durante el cual deberá tomar nota de aquellas vivencias más intensas que vayan surgiendo (deseos, impulsos, llamadas, luces, etc.).

Según esta interpretación de lo espiritual, cabe decir que nocualquier actividad es propiamente espiritual, sino la queresponde al doble aspecto expuesto.

3. El título de los EE (Ej 21): decidir con libertad

El título que figura después de las veinte anotaciones expresa sintéticamente toda la tarea y finalidad de los EE: «Ejercicios Espirituales para vencer a sí mismo y ordenar su vida sin determinarse por afección alguna que desordenada sea». Es de notar, sin embargo, la corrección que Ignacio añadió al texto manuscrito que él manejaba: «sin determinarse por» para sustituir el «sin afección alguna».

En efecto, la sabiduría humana y espiritual de Ignacio le hace ser consciente de que no todos los ejercitantes alcanzaran una plena transformación de sus afectos en la línea del orden evangélico que se propone en los EE. Cuando esto suceda será necesario que las afecciones sean debidamente conducidas para que no influyan ni determinen la decisión que se pretende tomar.

Tomado de: ENLACES, Boletín de la Casa de Ejercicios Espirituales "San Ignacio de Loyola". IV trimestre, 2009. Basado en: Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola – Una relectura del texto. Por Josep Rambla, SP.

Publicado por: mirg

domingo, 14 de febrero de 2010

¿Cómo emplearé este tiempo de Cuaresma para ver si vivo conforme a lo que creo?

Iniciamos la Cuaresma, este tiempo litúrgico que la Iglesia nos ofrece para recogernos en oración y sacrificio para unirnos a Cristo redentor, con la mirada puesta en la Resurrección, centro de nuestra Fe. Qué es lo que sabemos y como nos preparamos para vivir estos cuarenta días, para acompañar a Jesús al calavario y ser tetigos de su triunfo sobre la muerte.

Leamos un poco de historia, Cuaresma viene del latín quadragesima dies, el día cuadragésimo antes de Pascua. Es el tiempo de preparación “por el que se asciende al monte santo de la Pascua”, como lo describe el Ceremonial de los Obispos (n. 249). Empieza con el Miércoles de Ceniza y concluye el Jueves Santo por la tarde, antes de la Misa Vespertina de la Cena del Señor, con la que se inaugura en Triduo Pascual.


La Cuaresma se organizó a partir del siglo IV. Su historia anterior no está muy clara. Parece que el germen original fue el ayuno pascual de dos días, el Viernes y el Sábado antes del domingo de Resurrección, espacio que poco a poco se fue alargando. En Roma la Cuaresma ya estaba constituida entre los años 350 y 380. Comenzaba originalmente en domingo. Durante los siglos VI-VII el ayuno fue la característica determinante, y como los domingos no se ayunaba, se adelantó su inicio al miércoles anterior al primer domingo, que luego se llamo de Ceniza, para que la Pascua estuviera precedida por cuarenta días de ayuno efectivo.

El tiempo de Cuaresma como preparación de la Pascua se basa en dos pilares: por una parte está la contemplación de la Pascua de Cristo, por otra, la participación de los fieles en la Pascua del Señor a través de la penitencia personal y la celebración de los sacramentos pascuales –Bautismo, Confirmación, Penitencia- con los que incorporamos nuestro “camino pascual” a la Pascua del Señor. Otro matiz corresponde a la Iglesia como pueblo sacerdotal: el cuidado –catequesis y oración- de los niños que se preparan a la Confirmación y Primera Comunión, y la oración por los pecadores para que alcancen la conversión.

Debemos creer en el Evangelio, no solamente diciendo que “estamos de acuerdo” con lo que dice, sino con un compromiso para toda la vida.

Al iniciar la Cuaresma, no es nada más acudir a la parroquia más cercana para que nos pongan la cruz de ceniza, no comer carne o ayunar, sino es más bien, un signo externo, una manifestación pública de nuestra fe y de nuestro deseo de acompañar a Jesús en su misión sagrada; intentemos hacer una ofrenda agradable al Señor, espiritual y material esta Cuaresma, iniciando el Miércoles de Ceniza (17 de febrero) y terminando el Jueves Santo (1 de abril) para iniciar un recogimiento mayor el Triduo Santo.

BCGR
Fuente: Misal Católico Ciclo C.

sábado, 13 de febrero de 2010

Mujer Mantenida?

Tengo que reconocerlo, soy una de esas mujeres… mantenidas!

Soy una mujer MANTENIDA?


Verás, hubo momentos en que pensé que perdería la razón, pero Dios me MANTUVO sana (Isaias 26:3)

Hubo momentos cuando pensé que ya no podía mas, pero Dios me MANTUVO en el camino (Gen 28:15)

En ocasiones, quería golpear a aquellos que me hicieron daño, pero Dios MANTUVO mi boca callada (Salmos 13)

A veces el dinero no me alcanzaba, pero Dios me ha ayudado a MANTENER las luces encendidas, el agua corriendo, el carro y la casa pagada (Mateo 6:25-34)

Cuando pensaba que caía y estaba llena de preocupaciones, Dios me MANTUVO arriba.(I Pedro 5:7)

Cuando pensaba que era débil y que estaba cansada, El me MANTUVO fuerte. (Mateo 11:28-30)

Cuando me encontré triste y abandonada, cuando necesité de ternura, El me MANTUVO bajo su amor. ( SALMOS 145 -8)

Pudiera continuar y continuar, pero estoy segura que ya entendiste!

Soy bendecida de ser MANTENIDA

¡Soy MANTENIDA por el Amor y la Gracia de Dios!

lunes, 8 de febrero de 2010

Presentación de Jesús al templo (Fiesta de la Candelaria)

2 de febrero. José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén, también se conoce como "Día de la Candelaria". Este día también se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada

Presentación de Jesús al templo (Fiesta de la Candelaria)


Origen de la fiesta:

Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo.

En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.

Ya que se cumpliera la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.

José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar.

Explicación de la fiesta:

El día 2 de febrero de cada año, se recuerda esta presentación del Niño Jesús al templo, llevando a alguna imagen del Niño Dios a presentar a la iglesia o parroquia. También ese día, se recuerdan las palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.

En México, se acostumbra que aquellos a quienes les tocó el muñeco de la rosca de reyes, son los que deberán presentarlo en el templo el día de la Candelas. Para esto, hay que vestirlo y engalanarlo. También, comprarle un trono para sentarlo. En esta celebración se bendicen la imagen del Niño Dios y las candelas, que representan la luz de Cristo en los hogares. Las velas benditas se pueden prender cuando surjan las dificultades de la vida durante el año.

Esta fiesta termina con una merienda familiar y de amigos, en la cual se sirven tamales y atole de sabores y chocolate caliente.

Es una fiesta que podemos aprovechar para reflexionar acerca de la obediencia de María y para agradecer a Jesús que haya venido a iluminar nuestros corazones en el camino a nuestra salvación eterna.

La Virgen de la Candelaria:

Es una de las muchas advocaciones (nombres) de la Virgen María. Tuvo su origen en Tenerife, una de las islas Canarias.

Según la tradición, la Virgen se le apareció en 1392 a dos indios guanches que pastoreaban su rebaño, quienes, al llegar a la boca de un barranco, notaron que el ganado no avanzaba, como si algo impidiera seguir adelante. Para ver qué era lo que pasaba, uno de los pastores avanzó y vio en lo alto de una peña una imagen de madera como de un metro de alto de una mujer. Traía una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho. El niño llevaba en sus manos un pajarito de oro.

Los indios, como tenían prohibido hablar con mujeres que estuvieran solas, le hicieron señas para que se apartara del camino. Como no les hacía caso, uno de los indios tomó una piedra para lanzársela, pero el brazo se le paralizó. Su compañero tomó la imagen e intentó romperla, pero en el intento, se cortó sus propios dedos.

Los indios corrieron a avisar al rey, quien de inmediato fue con todos sus guardias al lugar del acontecimiento. Tomaron la figura y la llevaron a la casa del rey. Los encargados de llevársela fueron los pastores que la encontraron, quienes al instante de tomarla en sus manos, quedan curados del brazo uno y de los dedos, el otro. Ante este milagro, el rey ordenó que todo el pueblo honrara a aquella figura de mujer, a quien le llamaron “La Extranjera”.

Cuando la gente se acercaba a Ella, se oían armonías celestiales, se percibían aromas exquisitos y la imagen despedía una luz resplandeciente. Infundía en las personas temor y respeto, pero ellos no sabían a quién representaba.

Años después, los españoles conquistaron la isla de Lanzarote y soñaban con conquistar la isla de Tenerife.

En uno de sus intentos de conquista, apresaron a un niño guanche y lo llevaron a Lanzarote. Ahí lo bautizaron con el nombre de Antón, lo catequizaron y un tiempo después, lo llevaron de regreso a su isla natal de Tenerife.

Antón fue a la casa del rey a contarle todo lo que le había sucedido y el rey le dio permiso de ver a La Extranjera.

Cuando Antón la vio, se puso de rodillas y les dijo a todos que hicieran lo mismo. Les explicó que aquella Señora, era la representación de la Virgen María cuando llevaba a Jesús a presentar al templo. Le explicó que la Virgen María era la Madre del Dios y de todos los hombres y que era una gran suerte tener ese gran tesoro.

Antón le pidió al Rey permiso para buscar un lugar en el que todos la pudieran venerar. El Rey accedió y llevaron la imagen a la cueva de Achbinico, un templo subterráneo, que parecía una Iglesia natural. Antón cuidó por un tiempo de la Basílica. Alrededor de 1530, encargaron el Santuario a los padres dominicos que se les conocía como “Los frailes de la Virgen”.

En noviembre de 1826, una tormenta terrible azotó a la isla de Tenerife, llegando al Santuario de la Virgen y las aguas se llevaron la Imagen. Se hizo todo por tratar de recuperarla, pero no fue posible encontrarla. Los padres dominicos acordaron mandar a hacer una imagen nueva. Así lo hicieron y en la festividad del día 2 de Febrero de 1830, bendijeron la nueva imagen de Nuestra Señora de la Candelaria.

Desde el año 1599 se nombró a la Virgen de la Candelaria patrona de todo el archipiélago canario. Su devoción se ha extendido por la península y por toda Hispanoamérica, principalmente por Venezuela.

Sus milagros y favores son constantes. Cada año acuden a visitarla miles de personas de todas clases sociales para darle gracias y pedirle beneficios.

Le cantan:

Muchas flores la fortuna
Regaló a las Canarias;
Pero como Tú ninguna.
Virgen de la Candelaria.

Virgen de Candelaria,
la más bonita, la más morena,
la que extiende su manto
desde la cumbre hasta la arena

En México, en Tlacotalpan, en el Estado de Veracruz, tienen como patrona a la Virgen de la Candelaria. Su traje es muy significativo: bajo el manto de azul profundo, lleva un vestido blanco resplandeciente, bordado con motivos vegetales y volutas (flores y espigas de trigo grandes). La Virgen se encuentra en la Iglesia y el día 2 de Febrero se acostumbra sacarla de la Iglesia, cantarle las Mañanitas por la mañana y por la tarde, llevarla en procesión por el río Papaloapan.

Tlacotalpan es un lugar que se encuentra al margen izquierdo del río Papaloapan, que quiere decir "río de mariposas".

Consulta también Presentación de Jesús de Jesús Martí Ballester

Jornada Mundial de la Vida Consagrada, 2 de febrero

La Jornada de la Vida consagrada se celebrará en la fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para ofrecerlo al Señor" (Lc 2, 22).

La celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que tiene lugar por primera vez el 2 de febrero de 1997 tiene como objetivo ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor

La misión de la vida consagrada en el presente y en el futuro de la Iglesia, en el tercer milenio, no se refiere sólo a quienes han recibido este especial carisma, sino a toda la comunidad cristiana. En la exhortación apostólica post-sinodal Vita consecrata, publicada en 1996 por Juan Pablo II, escribía: "En realidad, la vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión, ya que «indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana» y la aspiración de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con el único Esposo" (n. 3). A las personas consagradas, pues, quisiera repetir la invitación a mirar el futuro con esperanza, contando con la fidelidad de Dios y el poder de su gracia, capaz de obrar siempre nuevas maravillas: "¡Vosotros no solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir! Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas" (ib., 110).

Los motivos de la Jornada de la Vida Consagrada

La finalidad de dicha jornada es por tanto triple: en primer lugar, responde a la íntima necesidad de alabar más solemnemente al Señor y darle gracias por el gran don de la vida consagrada que enriquece y alegra a la comunidad cristiana con la multiplicidad de sus carismas y con los edificantes frutos de tantas vidas consagradas totalmente a la causa del Reino. Nunca debemos olvidar que la vida consagrada, antes de ser empeño del hombre, es don que viene de lo Alto, iniciativa del Padre, "que atrae a sí una criatura suya con un amor especial para una misión especial" (ib., 17). Esta mirada de predilección llega profundamente al corazón de la persona llamada, que se siente impulsada por el Espíritu Santo a seguir tras las huellas de Cristo, en una forma de particular seguimiento, mediante la asunción de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia. Estupendo don.

"¿Qué sería del mundo si no existieran los religiosos?", se preguntaba justamente santa Teresa (Libro de la vida, c. 32,11). He aquí una pregunta que nos lleva a dar incesantes gracias al Señor, que con este singular don del Espíritu continúa animando y sosteniendo a la Iglesia en su comprometido camino en el mundo.

En segundo lugar, esta Jornada tiene como finalidad promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada.

Como ha subrayado el Concilio (cfr. Lumen gentium, 44) y yo mismo he tenido ocasión de repetir en la citada exhortación apostólica, la vida consagrada "imita más de cerca y hace presente continuamente en la Iglesia la forma de vida que Jesús, supremo consagrado y misionero del Padre para su Reino, abrazó y propuso a los discípulos que le seguían" (n. 22). Esta es, por tanto, especial y viva memoria de su ser de Hijo que hace del Padre su único Amor -he aquí su virginidad-, que encuentra en Él su exclusiva riqueza -he aquí su pobreza- y tiene en la voluntad del Padre el "alimento" del cual se nutre (cfr Jn 4,34) -he aquí su obediencia.

Esta forma de vida abrazada por Cristo y actuada particularmente por las personas consagradas, es de gran importancia para la Iglesia, llamada en cada uno de sus miembros a vivir la misma tensión hacia el Todo de Dios, siguiendo a Cristo con la luz y con la fuerza del Espíritu Santo.

La vida de especial consagración, en sus múltiples expresiones, está así al servicio de la consagración bautismal de todos los fieles. Al contemplar el don de la vida consagrada, la Iglesia contempla su íntima vocación de pertenecer sólo a su Señor, deseosa de ser a sus ojos "sin mancha ni arruga ni cosa parecida, sino santa e inmaculada" (Ef 5,27).

Se comprende así, pues, la oportunidad de una adecuada Jornada que ayude a que la doctrina sobre la vida consagrada sea más amplia y profundamente meditada y asimilada por todos los miembros del pueblo de Dios.

El tercer motivo se refiere directamente a las personas consagradas, invitadas a celebrar juntas y solemnemente las maravillas que el Señor ha realizado en ellas, para descubrir con más límpida mirada de fe los rayos de la divina belleza derramados por el Espíritu en su género de vida y para hacer más viva la conciencia de su insustituible misión en la Iglesia y en el mundo.

En un mundo con frecuencia agitado y distraído, la celebración de esta Jornada anual ayudará también a las personas consagradas, comprometidas a veces en trabajos sofocantes, a volver a las fuentes de su vocación, a hacer un balance de su vida y a renovar el compromiso de su consagración. Podrán así testimoniar con alegría a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo, en las diversas situaciones, que el Señor es el Amor capaz de colmar el corazón de la persona humana.

Existe realmente una gran necesidad de que la vida consagrada se muestre cada vez más "llena de alegría y de Espíritu Santo", se lance con brío por los caminos de la misión, se acredite por la fuerza del testimonio vivido, ya que "el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros, o si escucha a los maestros lo hace porque son testigos" (Evangelii nuntiandi, n. 41).