viernes, 26 de diciembre de 2008

Año nuevo, vida nueva ... bienvenido el 2009.



Empezar como si fuera cualquier cosa, es una enorme torpeza. Un año de vida

Es un regalo demasiado grande para echarlo a perder.

¿Alguna vez te has sentido en lo mas hondo de tu ser ese deseo profundo y enorme de mejorar o de cambiar?

Si es así, no dejes que el deseo se escape, porque no todos los días lo sentirás. Si hoy sientes esa llamada a querer ser otro, a ser distinto, atrápala con fuerza y hazla realidad.

El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las fuerzas y toda la ilusión para comenzar el mejor año de la vida, porque el que se proponga convertir éste en su mejor año, lo puede lograr.

El año nuevo es una oportunidad más para convertir la vida, el hogar, el trabajo en algo distinto. "Quiero algo diferente, voy a comenzar bien, así será más fácil seguir bien y terminar bien. Quizá el año pasado no fue mi mejor año, me dejó un mal sabor de boca; éste va a ser distinto, quiero que así sea, es un deseo, es un propósito, y no lo voy a echar a perder. Tengo otra oportunidad que no voy a desperdiciar, porque la vida es demasiado breve".

¿Quién es capaz de decir: "Desde hoy, desde este primer día, todo será distinto.? En mi hogar, me voy a arrancar ese egoísmo que tantos males provoca, voy a estrenar un nuevo amor a mi pareja y a mi familia, seré mejor padre o madre. Seré también distinto en mi trabajo, no porque vaya a cambiar de trabajo, sino de humor. Incluso voy a desempolvar mi fe, esa fe arrumbada y llena de polvo, voy a poner un poco más de oración, de cielo azul, de aire puro en mi jornada diaria. Ya me harté de vivir como he vivido, de ser egoísta, tracalero, injusto. Otro estilo de vida, otra forma de ser, ¿por qué no intentarlo?"

En los ratos más negros y amargos, llenos de culpa, piensas: ¿Por qué no acabar con todo? Pero en esos mismos momentos se puede pensar otra cosa: ¿Por qué no comenzar de nuevo?.

Algunos ven que su vida pasada fue gris, vulgar y mediocre, y su gran argumento y razón para desesperarse es: "He sido un don nadie, ¿qué puedo hacer ya?".

Pero otros sacan de ahí mismo el gran argumento, la gran razón para el cambio radical positivo: "No me resigno a ser vulgar, quiero resucitar a una vida mejor, quiero luchar, voy a trabajar, quiero volver a empezar".

Un año recién salido de las manos del autor de la vida, es un año que aún no estrenas. ¿Qué vas a hacer con él?, ¿El año pasado no te gustó?, ¿No diste la medida?, ¿Con éste qué vas a hacer?

Un nuevo año recién iniciado: Todo comienza si tú quieres, todo vuelve a empezar...

Yo me uno a los grandes insatisfechos, a los que reniegan de la mediocridad, a los que aún conscientes de sus debilidades confían y luchan por una vida mejor.

Todos desean a los demás y a si mismos un buen año, pero pocos luchan por obtenerlo. Prefiero ser de los segundos

Comienza un nuevo año y con el un mundo de oportunidades se abre ante nosotros. El momento es propicio para reflexionar internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y el porvenir. Para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor.

Si nos detenemos por un momento y hacemos una pausa para mirar hacia atrás, podremos darnos cuenta que nos encontramos exactamente donde nos han traído nuestras acciones pasadas. El ser humano construye su futuro día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y estas a su vez van moldeando el presente.

Algunos pueblos que han tomado conciencia de la importancia de los actos de cada uno de sus habitantes para la consecución de un fin común, han incorporado a sus culturas la tradición de los propósitos a alcanzar en el año nuevo.

Esta tradición es muy sencilla. En ella cada persona se traza metas que hasta ahora no ha podido alcanzar, o no se había planteado y se hace el firme propósito de lograrlas durante el año que recién comienza. Puesto que según la tradición esto ocurre generalmente en alguna reunión social relativa al nuevo año, puede ser la cena de fin de año o la primera reunión de familiares y amigos del año que apenas comenzó, es costumbre comunicarse entre los concurrentes sus propósitos para de esta manera intercambiar opiniones sobre la mejor manera de lograrlos y obtener el apoyo necesario de quien este dispuesto a brindarlo para concretarlos, y si ocurre que se encuentran personas con propósitos comunes, unir esfuerzos para facilitar su consecución.

Esta tradición no esta limitada exclusivamente a propósitos individuales, pueden plantearse también propósitos familiares, de grupo, sociales y hasta mundiales, y de esta manera poner un granito de arena para construir un mundo mejor, el mundo que todos en el fondo deseamos.

Con el pasar del tiempo nuestra voluntad se fortalece y nos sentimos cada vez más capaces de lograr lo que nos propusimos; y no solo eso sino que también sentimos la necesidad de hacer algo por aquellos que hasta ahora no se han propuesto lograrlo pos si mismos, y comienza entonces un proceso de crecimiento en el cual nos volvemos conscientes de que somos dueños de nuestros destinos y capaces de utilizar nuestra voluntad en formas cada vez más creativas y constructivas.

A partir de ese momento vemos los obstáculos solo como situaciones a superar y de las cuales aprender, el contento se abre paso entre los lamentos, la alegría vence a la tristeza y la esperanza, la seguridad y la confianza reinan donde antes se encontraba el temor.

Siempre podemos escoger entre vivir el mundo cual lo conocemos o cambiarlo en el que deseamos, la decisión al final es de cada uno según decida ejercitar su libre albedrío.

Que este nuevo año nos brinde paz, amor, salud, armonía, unión, felicidad y prosperidad.

Autor: P. Mariano de Blas, LC
Tomado del Libro DE PASO POR LA VIDA;con permiso de autor.

Publicado por BG.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

La esencia de la Navidad.


Se nos dice que la Navidad es una "época de alegría" y un "momento de gozo".

Pero, en tanto la Navidad se acerca, ¿no experimentas a veces cosas muy lejos de alegría y gozo?

¿Te encuentras hundido y tus días llenos de cosas por hacer?

¿Estas cansado después de un largo año y los numerosos problemas y dificultades que aparecen en tu camino?

¿Te parece que la Navidad es una presión más y una demanda más de tu tiempo.

Detente por un minuto.

Es posible que pienses que no tienes tiempo para detenerte, pero debieras hacerlo.

Deseo ayudarte a experimentar la calma y la paz esta Navidad. En vez de esperar a sobrevivir las fiestas, quiero mostrarte que realmente gozarás este momento!

Significará sin embargo un intercambio.

Tú tendrás que abandonar algo en tu ocupada vida para que puedas hacer espacio para algo mejor.

Tu puedes mirar a cada Navidad como que necesita ser mas grande y mejor que la anterior, y ansiosamente ocuparás cada momento haciendo preparativos para esa meta.

Pero a veces menos es más.

¿Te has detenido a pensar respecto a que si todo este correr es necesario?

¿Te está haciendo a tí y a tus amados más feliz esta Navidad?

¿O estás dejando fuera las cosas verdaderamente importantes en la vida para así seleccionar los regalos perfectos, arreglar las decoraciones impecablemente, y reunir los más suntuosos ingredientes para la cena de Navidad?

Mientras menos desesperado estés en crear la Navidad "perfecta", más tiempo encontrarás para gozarla.

Mientras menos estresado y presionado estés, más felicidad y alegría llenará los momentos que tu y tus amados tendrán juntos.


La Navidad se goza mejor cuando no está centrada en las decoraciones, regalos, o festividades, sino cuando el amor es el centro.


El amor es la esencia de la Navidad.

La Navidad debiera significar ocupar tiempo precioso con tu familia y amigos. Tiene que ver con acariciar y celebrar el amor que compartes.

Tristemente, el amor puede perderse entre el movimiento y el bullicio. A veces está tapado por las decoraciones y regalos, las compras sin fin, y la cena de Navidad y su contenido.

La Navidad es época de fiesta, pero tiene que ver con mucho más que eso.
La Navidad es Mi cumpleaños. Es época de celebrar el más grande regalo dado a la humanidad.

¿Puedes tomar un momento para Mi ahora, en honor de Mi cumpleaños?

¿Puedes gastar un minuto para dejar que te diga cuanto Te amo?

¿Puedes parar para agradecerme por Mi amor, y reflexionar cómo puedes esparcir más amor por el mundo?

Fue el amor por ti que Me trajo a la Tierra hace más de 2000 años.

Fue el amor el que Me dio ímpetu para caminar por tu mundo y ser uno de los tuyos, para vivir y morir por ti.

El amor fue, y aún es, el centro de Mi existencia.

Todo lo que he hecho ha sido por amor a tí personalmente, y por amor a la humanidad como un todo.

Tu significas mucho para Mi!

En esta Navidad, toma tiempo para amar.

Si lo haces, estarás dándome un maravilloso regalo, y Me será posible darte especiales regalos este año.

Jesús.

Las festivas decoraciones, los deliciosos alimentos, los muchos regalos, caerán en el olvido la mayor parte de ellos, perdidos entre los recuerdos de muchas Navidades; pero el amor que habrás compartido y alimentado vivirán por siempre.

Si tú aún no has experimentado el hermoso amor de Jesús, el corazón y el alma de la Navidad, puedes hacerlo ahora.

Todo lo que necesitas es invitarle a entrar en tu corazón y vida.


ORACION:
Jesús, te agradezco por el amor que me has mostrado al venir a la Tierra, al vivir y morir por mí. Quiero celebrar esta Navidad contigo. Deseo conocerte, recibir Tu amor y Tu regalo de la vida eterna. Por favor toca mi vida con el amor que Tu tienes para ofrecer, y ayúdame a compartir ese amor con otros también.


Fuente: www.tommyswindow.com
www.RenuevoDePlenitud.com

martes, 9 de diciembre de 2008

¿ Qué es el Adviento ?



La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia. El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro:

-Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.
- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
-Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

“El tiempo de Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida de Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos. Es un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de “encuentro” entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca de Dios.

Los hombres desean la paz, aspiran a la justicia y la libertad, sueñan felicidad. Desde siempre. De generación en generación, de año en año, a través de los siglos, se prolongan estos anhelos frecuentemente decepcionados.

En estos llamados y búsquedas de los hombres se expresan las promesas de Dios. La historia de Israel, el pueblo de Dios, es el signo de estas promesas y revelan su realización, conduce a Cristo Jesús y nos lo da.

Con los deseos y los anhelos de los hombres, la Iglesia, hoy, hace su oración. Nos asegura que Dios cumple sus promesas. En pos del profeta Isaías, con las palabras vigorosas de Juan Bautista, no dice, como la Virgen María que hay que acoger a Cristo.

Adviento: re-encontrar, en el fondo de sí mismo, todo lo que puede ser salvado; volverse hacia Cristo, que vendrá un día en su gloria, pero que ya está y nos espera. Volverse hacia Cristo es lo que llamamos “Convertirse”. Adviento es tiempo de conversión. Y tiempo de espera.

Las Fiestas del Advenimiento: desde Adviento hasta el Bautismo del Señor.
Los domingos de Adviento, las festividades de Navidad y la evocación del bautismo de Jesús, forman un conjunto que podemos llamar la celebración de la Venida del Señor, recordando que la palabra “Adviento” significa justamente “advenimiento, venida”.
Navidad recuerda la Venida del Salvador en la humildad de nuestra carne humana y se desarrolla en múltiples facetas: no sólo la Venida del Niño (noche de Navidad) y el misterio de Verbo hecho carne (Navidad día), sino también, Dios entrando en el tejido de las relaciones familiares (Santa Familia), y Dios resaltando la misión de María (1º. de Enero).

La Epifanía, mucho más celebrada en las Iglesias de Oriente, nos revela el alcance universal de la Venida de Dios entre los hombres mientras, que el Bautismo inaugura la misión concreta de Jesús, el Salvador: el Espíritu Santo lo consagra como enviado de Dios, al descender sobre Él en su forma visible.

Los Cuatro Domingos de Adviento:
Cada año, la elección de los evangelios nos hace seguir una progresión en los 4 domingos de Adviento:
• El primer domingo nos orienta hacia la Venida del Señor al final de la historia y el mensaje es el de la vigilancia;
• El segundo domingo está centrado en la figura de Juan Bautista y el mensaje es el de la paciencia y de la preparación activa para la Venida del Señor;
• El tercer domingo, también centrado en el Bautista, nos orienta con más fuerza hacia la persona de Aquél que viene; el mensaje es el de la alegría por la venida muy cercana;
• El cuarto domingo contempla el misterio de la Encarnación de Dios en María; el mensaje: una preparación profunda del misterio de la Navidad.

Adviento no es, pues, una simple preparación de Navidad. Celebra a la vez la última Venida del Señor que dará todo su sentido a nuestra historia; pero también celebra al Señor que viene cada día a nosotros con una presencia muy real, pero que nos da la sed de Él, más fuerte y palpable

Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.

De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

Publicado por: BG.
Fuente:www.es.catholic.net.

jueves, 20 de noviembre de 2008

No más Cristiano Buena Onda


El autor Paul Coughlin rompió su estilo de vida pasivo y quiere ayudar a los hombres en tu vida a hacer lo mismo.

Camerin Courtney | publicado 5/01/2007

Paul Coughlin, autor, conductor de un programa de radio, casado y padre de tres hijos se describe a sí mismo como un “antiguo hombre Cristiano buena onda”.
Educado en una familia en la que había abuso y con una distorsionada figura de un Jesús debilucho, Paúl, de 39 años, contempló su vida hace 6 años y se dio cuenta de que era un hombre frustrado. “La pasividad de mi juventud basada en el temor combinada con la falsa idea de un Jesús manso creó una explosión”, explica Paul. “Sostener a mi familia era muy duro porque yo no estaba al nivel de mis compañeros de trabajo y jefes que sabían podían pasar por encima de mí. Y yo me preocupaba de pasar mi vacío emocional a mis hijos”.

Cuando Paúl compartió sus experiencias y observaciones sobre hombres pasivos, la gente respondió con entusiasmo, dándole las gracias por discutir la dinámica que afecta tan negativamente las relaciones con los demás. Paúl también encontró respaldo de parte de líderes cristianos, como Chuck Swindoll, que escribió: “Un esposo pasivo es una de las quejas más comunes que escucho en hogares con problemas”.

Paúl se dio cuenta que la pasividad estaba afectando a muchas familias también. Así que organizó su revolución de “No más Hombre Buena Onda”, llevando a cabo una lucha contra la pasividad en su sitio web www.ChristianNiceGuy.com y su libro No More Christian Nice Guy (Bethany House) el año pasado. La cadena TCW lo encontró recientemente para descubrir cómo las esposas, madres, abuelas, hermanas y amigas pueden ayudar a los hombres buena onda en sus vidas.

Así que, ¿qué hay de malo en ser “buena onda”?
Si cuando dices “buena onda” te refieres a una persona que es amable y paciente, entonces no tiene nada de malo. Esos atributos son frutos del Espíritu. Pero a veces cuando a alguien lo describen como un “hombre buena onda” no es así como aparenta. Las personas buena onda son comúnmente pasivas; se esconden detrás de esa actitud “buena onda”. Los buena onda piensan: Si vivo sin hacer mucho ruido, tendré pocos problemas. Comúnmente se dejan llevar por lo que pasa – no porque estén de acuerdo contigo, sino porque le tienen miedo a los conflictos.
Pero como seguidores de Cristo, se supone que debemos ser honestos con los demás. Se supone que debemos ser sal y luz de la tierra para los que no conocen a Jesús (Mateo 5:13-16). Es difícil ser sal y luz cuando piensas que tienes que ser buena onda todo el tiempo

Si ser buena onda es malo, ¿entonces cuál es la mejor opción?
Ser un buen hombre. Un buen hombre está dispuesto a entrar en conflicto con tal de ser una fuerza liberadora que traiga un bien. Tiene una voluntad firme. En ocasiones se arriesga. Protege a aquellos que están a su cuidado. Se enfrenta a las injusticias. Un hombre buena onda muestra poco sus emociones, mientras que un hombre bueno tiene pasión por la vida. Su manera de vivir se ve mucho más como la “vida abundante” de la que hablaba Jesús en Juan 10:10.

¿De dónde viene el fenómeno de un hombre cristiano buena onda?

Una gran parte viene de una imagen inadecuada de Jesús. Contrariamente a la
ficción que muchas iglesias promocionan de un Jesús “manso y suave”, Jesús era increíblemente compasivo y asertivo. En el evangelio de Marco, simplemente, podemos ver a Jesús confrontando a las personas, sanando, gritándole a la gente, llamándoles cosas no agradables. Tenemos la noción de que Jesús era totalmente paciente, y aún así el se dirigió a sus discípulos, aparentemente exasperado y les dijo: “Oh generación incrédula y perversa… ¿Cuánto tiempo tendré que soportarlos? “ (Mateo 17:17).
Cuando vemos cómo Jesús se comporta – más apasionado, mas firme, más voluntarioso que cualquiera que estaba con él – eso debería animar a sus seguidores a sacudirse la pasividad.

¿Cuándo te diste cuenta de que eras demasiado pasivo?
No fue una revelación que se me dio una sola vez, sino una serie de eventos que me hicieron darme cuenta poco a poco. Uno fue leer el Evangelio de Marcos y darme cuenta que además de sus actos increíbles de amor, Jesús también tuvo reales confrontaciones. Me dí cuenta de que si se supone que debo ser como Jesús, entonces necesito ser más como el verdadero Jesús.
También observé a mis amigos que parecen ser más honestos con sus emociones. Ellos podían llorar y yo simplemente no podía. No demostré mis emociones ni siquiera cuando mis hijos nacieron. El versículo más corto de la biblia es uno de los más profundos: “Jesús lloró” (Juan 11:35). Como seguidores de Cristo, deberíamos ser las personas con más vida en el mundo. Pero yo no lo era, y lo sabía. Y me preocupaba de que estuviera inculcando esa falta de emoción a mis hijos.
Fui a ver un asesor para que me ayudara a lidiar con el abuso emocional y físico que sufrí por parte de mi madre, que había tenido un profundo efecto en mi deseo de vivir sin hacer mucho ruido y sin que nadie me notara. Es común en hombres buena onda el tener algún tipo de trauma en la manera como lo educaron que promueve la pasividad. El asesor me ayudó a ver lo que el miedo y la pasividad estaban haciendo en mi vida emocional, y me ayudó a enfrentar mi ansiedad.

¿De qué manera la pasividad afectó tu matrimonio?
Sandy, mi esposa, expresaba un profundo amor por mí y yo pensaba: Ah, qué bien, porque las emociones profundas me asustaban. A veces, cuando regresaba del trabajo, yo le daba un masaje en sus hombros como una manera de decirle: te voy a demostrar afecto ahora; tú me demuestras afecto más tarde cuando los niños se hayan dormido. Pero cuando ella no respondía a mis indirectas de la manera que yo quería, me enojaba. No me sentía seguro como para ser honesto con mis deseos y decepciones. Como resultado, mi esposa vivía tratándome con pincitas.
De manera conciente evita el contacto social, pero los grupos me hacían sentir incómodo. Con el tiempo, esto hacía que mi esposa se frustrara. Los hombres buena onda tienden a casarse con mujeres muy extrovertidas. Mi esposa Sandy, fácilmente podría dar un curso sobre asertividad. Aunque ella al principio le gustaba que yo fuera simpático y relajado, a los tres meses de que nos casamos nuestras cualidades opuestas crearon grandes problemas. Este es un patrón común de los hombres buena onda.

¿De qué manera tu pasividad afectó tu vida espiritual?
Yo creía que Dios siempre estaba ahí para cacharme haciendo algo malo. Como muchos cristianos buena onda, pensé que podría ganármelo con una “buena” conducta. Yo sabía del amor de Dios y su gracia, pero el miedo no me permitía experimentarlo completamente.
La pasividad también me orillaba a cierto tipo de pecados, como decir la verdad a medias, manipular a los demás, resentimiento y amargura. Los cristianos buena onda luchan con la amargura y el resentimiento más que otros porque han permitido que los demás pasen por encima de ellos.
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¿Qué puede hacer una mujer casada con un hombre buena onda?
Decirle qué se siente cuando la pasividad afecta su vida. Por ejemplo, cuando un contratista cobra de mas por el trabajo que hace en la casa y tu esposo no le habla por teléfono y lo confronta, probablemente tú no te sientes protegida ni segura. Sé honesta sobre eso. Pero en el proceso evita hacerlo sentir vergüenza o tratarlo como un niño. De esa manera solamente lograrás hundirlo más.
Ayúdale a que vea lo que el temor hace en su vida, y anímalo a que busque ayuda de algún asesor, si es necesario. Una vez que saque al temor de su vida, tu esposo se convertirá en una persona nueva. Su personalidad real finalmente saldrá a la luz.
Tal vez sería bueno que lo invitaras a estudiar el evangelio de Marcos o la vida de Jesús, poniendo un interés especial en señalar todas las cualidades de Jesús. Esto les ayudará a los dos a parecerse más a Cristo.

¿Qué es diferente en tu vida ahora como un hombre bueno?
Soy más proactivo. Ya no soy tan propenso a dejar llevar por lo que lo demás quieren que haga. Ahora sigo el camino de Dios para mi vida en vez de preocuparme por agradar a otros.
Soy más protector, también. Hace poco un niño estaba molestando a mi hija cuando caminaba a casa de regreso de la escuela. Así que al siguiente día les salí al encuentro, puse mi brazo sobre el hombro del niño y le dije: Hey, soy el papá de Abby. Mucho gusto. Oye, mi hija dice que la estás molestando, así que necesito que dejes de hacerlo. Ya.”. El niño dejó en paz a mi hija después de eso. Antes, nunca hubiera soñado que yo haría algo así. Ahora mis hijos están más seguros.
Mi esposa sabe que camina a la par de un líder imperfecto, y no tiene que tratarme con guantes de seda todo el tiempo. Sabe que ya no voy a ser tan frágil como antes. Ahora está más feliz y más relajada.
Jesús mostró amor cuando invitó a los niños para que estuvieran en su presencia y cuando sacó a los cambiadores de dinero del templo. Ya que Jesús modeló los dos tipos de conducta – ternura y dureza – eso me da a mí, como hombre y seguidor de Jesucristo, la libertad de hacer lo mismo.

¿Cómo podemos las mujeres evitar educar a un hombre como buena onda?
Los niños pasivos tienen miedo de darse su lugar y tener diferencias con sus compañeros. Así que una de las mejores cosas que una madre puede hacer es permitir que sus hijos tengan sus propias opiniones – aunque al principio estén equivocadas. No estoy diciendo que permitan ideas malas o pecadoras sin corregirlas. Pero hazlo de una manera que tu hijo sepa que tener una opinión propia no es malo. Si no se le permite expresar sus opiniones cuando es niño, será mucho más difícil que lo haga cuando sea mayor.
Sin avergonzarlo o tratarlo como menos, señala de que manera su conducta pasiva o sus actitudes afectan su vida. Ayuda a tu hijo a resolver sus temores, la motivación en el fondo de su pasividad. Considera un temor específico, y dos semanas más tarde habla sobre el hecho de que esa situación que teme nunca suceda. También dile que si sucediera realmente, no sería el fin del mundo. Hablen sobre cómo manejaría esa situación.

¿Existe algo así como una mujer Cristiana pasiva?
Sí. Desafortunadamente el temor y la pasividad son destructivas en ambos sexos. Probablemente se nota más en un hombre porque se supone que es más competitivo y duro, pero esta conducta también puede ser muy molesta para los esposos de las mujeres cristianas pasivas. La buena noticia es que comúnmente las mujeres están mas dispuestas a buscar ayuda y son más capaces de hablar sobre sus emociones y problemas.
Sin importar el género, es sorprendente lo que sucede cuando sacamos a la luz este debilitante temor y engaño. Pierden su poder sobre nosotros. Y, con la ayuda de Dios, somos más capaces de caminar a una vida mejor, más libre y abundante en él.


Para más información sobre Paul Coughlin y su ministerio, ir a www.ChristianNiceGuy.com, o lea su libro : Married But Not Engaged: Why Men Check Out and What You Can Do to Recapture Intimacy (Bethany House).

domingo, 9 de noviembre de 2008

En la Mente y el Corazón


Por qué nuestro afán por reglas infalibles está mal encauzado

por Patty Kirk

Como maestra de Inglés que regularmente enseña un curso llamado Gramática Inglesa Avanzada, colegas y amigos y hasta completos extraños se acercan a mí muy seguido para preguntarme cuál es la “gramática correcta” para algo que están escribiendo. Normalmente mi respuesta es que no hay una sola respuesta correcta. Se podría decir que, invariablemente, la duda que la persona tiene es un caso que desconcierta a casi todos los escritores – bueno, a todos menos a los super fanáticos de la gramática que heredan o inventan reglas para resolver cada problema.

Cuando les digo a las personas que no hay una sola respuesta correcta a su pregunta, comúnmente se molestan. Al igual que mis alumnos de Gramática, ellos no quieren tener que analizar el contexto gramatical para encontrar la opción que encaje de la mejor manera. Quieren una regla.

Lo más importante que los estudiantes aprenden en mi curso de Gramática es que el lenguaje cambia. Cambia con el tiempo. Cambia con la influencia de la gente que habla otros lenguajes. Cambia a la par que la tecnología y valores culturales evolucionan. Cambia a como nosotros cambiamos.
“El Lenguaje es maravilloso en ese campo” me encanto. “No es una bola apretada de leyes. Es flexible, dinámica, viva. Es humana, real. Es por eso que a Jesús lo llamamos “La Palabra”.

Sin embargo, los cambios asustan a muchos estudiantes. Las palabras que incluyen género en Inglés, por ejemplo. A algunos de mis estudiantes se les enseñó a utilizar “él” para una persona cuando no se especifica el género. Algunos utilizan el plural “ellos”, ignorando que hay una discrepancia de número. Tal vez porque doy clases una escuela cristiana medianamente conservadora, yo nunca me topo con estudiantes que siguen la misma regla sexista que me enseñaron en la universidad: reemplazar el él de la palabra antigua por ella. Solamente algunos estudiantes aprendieron, como mi hija durante su tercer año, que utilizar él es discriminatorio y ellos es gramaticalmente incorrecto. Los libros de texto de mi hija le enseñaron cómo hacer lo que todos los escritores de Inglés estándar deben hacer estos días: revisar la oración para resolver tanto el error de género como el de número. ¡Como sería mucho más fácil, se quejan mis estudiantes – después de quejarse también un poco sobre los males del feminismo – si simplemente tuviéramos una palabra, o una regla que resolviera el problema!

Me llama muchísimo la atención, este deseo por una regla. Algo para no tener que pensar. Un sistema artificial de medición que reemplace las escalas que Dios nos puso en nuestro cerebro y nuestro corazón. Este amor por las leyes lo descubro en mí misma cada vez que tengo un problema.

Educar a los hijos, por ejemplo. Si sólo hubiera una regla que pudiera seguir para lograr hijos perfectos, me imagino. Los hijos nunca me fallarían, ni se fallarían a sí mismos. Hijos que nunca le fallarían a Dios. Compro libros y trato de seguir sus consejos. Pero mis hijos, ni modo, resultan ser tan pecadores como el resto de nosotros. Hasta lo poco que la Biblia tiene que decir sobre la materia de la educación de los hijos no parece resolver el problema. Todos conocemos a muchos hijos que sus padres los regañaban o que realmente parecen haber sido educados muy bien, pero que resultan ser peor que otros que fueron abandonados a sus propios recursos.

Una historia muy curiosa en el Libro de los Jueces ilustra muy bien esta manía por las reglas. Un ángel visita a una mujer sin nombre – solamente la conocemos como la mujer de Manoa y mamá de Sansón- y le dice que finalmente va a tener un hijo. El ángel le da instrucciones sobre no tomar vino o comer cualquier cosa impura durante su embarazo y, una vez que nazca su hijo, no cortar su cabello porque él está destinado “a ser un Nazoreo, dedicado a Dios desde el seno de su madre” (Jueces 13:5). Un muy largo intercambio sigue –que involucra varias conversaciones entre la mujer y su esposo y una segunda visita del ángel – en que la pareja trata de convencer al ángel de que les diga “la regla que gobierna la vida y el trabajo de ese niño” (Jueces 13:12). Pero es en vano. El ángel solamente repite los requerimientos dietéticos, que a la pareja le debió parecer totalmente independiente de lo que ellos querían saber: Cómo lidiar con el asunto de educar a su hijo. ¡Danos una regla! Le rogaron.

Toda la escritura, uno podría alegar, está llena de reglas. Está La Ley – la fuente de tales requerimientos dietéticos como el ángel decía- que gobernaban todo desde los sacrificios y la conducta sexual hasta control de moho y cuándo tirar las especias. Están también incluso las reglas que Jesús ofreció – poner la otra mejilla, no orar como un hipócrita, ni siquiera pensar sobre el adulterio - y resumidas en dos reglas más: Amar a Dios y amar a los demás como a uno mismo. Y entonces también están las reglas que Pablo y otros líderes de la iglesia temprana agregaron: Seguir turnos para profetizar en la iglesia, no permitir que alguien con más de una esposa sea un elder de la iglesia, no usar el cabello en trenza si una es mujer y cosas así.

Sin embargo, ninguna de esas reglas – ni una sola, o todas juntas, ni siquiera el resumen de todas en las dos reglas de Jesús – satisfacen mi más profundo deseo cuando me enfrento a una situación difícil. Yo quiero una regla especial que gobierne mi vida y mi trabajo en cada situación, una que se salte el tener que pensar y sentir y que elimine riesgos. Una regla que me convierta en un robot feliz que siempre hace lo que es correcto.

La respuesta de Dios a mi deseo de esa regla, como mi respuesta a las personas que me preguntan sobre gramática, es que esa regla no existe.

Por otro lado, Dios nos dio reglas de conducta que seguramente harían que nuestra vida estuviera libre de problemas si fuéramos capaces de seguirlas todo el tiempo. Pero no lo somos. Si Dios hubiera querido robots, capaces de hacer solo el bien, nos hubiera hecho así, por supuesto. Pero Él quiso algo mejor. Nos amó y quiso que nosotros también lo amáramos. Y el amor involucra inevitablemente pensar, sentir y estar dispuesto a arriesgarlo todo.

Jesús dijo, también, que cuando creemos en Él, ya estamos haciendo la “obra de Dios” (Juan 6:29). En verdad, por medio de Jesús, de alguna manera nos convertimos en las reglas que buscamos. Dios dijo de su nueva alianza: “Yo pondré mi ley en sus mentes y la escribiré en sus corazones” (Jeremías 32:33). En otras palabras, a través del sacrificio de Jesús, Dios nos da la capacidad para pensar y sentir cómo debemos actuar en cada predicamento en el que nos encontremos con la guía de su Espíritu Santo.

Las reglas son buenas, me gusta decirle a mis estudiantes. Pero la vida real es mejor. Mucho mejor.


Este artículo se publicó originalmente en Christianitytoday.com

miércoles, 29 de octubre de 2008

Para mi amiga, la de los 40



Querida amiga,

Has estado en mi vida desde hace tanto tiempo, que ni siquiera recuerdo cómo fue que nos conocimos.
¿Diecisiete, dieciocho años? No me acuerdo, pero lo que sí tengo muy presente es la imagen tan seria y formal - toda propiedad- que tenía de ti y descubrirte ingeniosa, pícara y traviesa, que te hace distinguirte en cualquier lugar en el que estás. A ti te debo la mayor parte de mi repertorio de chistes y más de una coreografía de baile.

Además de dejarme compartir contigo tu familia, tus amigos y tu tiempo, me has acompañado en tantos momentos importantes de mi vida, en las buenas y las malas. Creo que ya nos los hemos dicho cada cumpleaños, Día de la Amistad o Navidad, pero como hoy es un día especial y no todos los días se cumplen 40 años, esta vez quiero decirte cómo el estar cerca de ti me ha ayudado a aprender varias cosas. Por esta vez quiero decirte tres:

1) Me has mostrado el rostro alegre de Cristo
Creo que el vivir en la voluntad de Dios no excluye la simpatía, al contrario, pues el estar cerca de Dios nos hace alegres. Tu amistad me ha ayudado a encontrar motivos para reir aún en medio de las pequeñas y grandes tragedias que nos ha tocado compartir. Durante los momentos solemnes, alegres, tristes, confusos o de claridad, siempre has salido con algún comentario chistoso que me ayuda a tomar las cosas desde otra perspectiva. Muchas veces el buen humor hace que la carga se sienta menos pesada.

2) Me has animado a seguir mis proyectos
Fue gracias a ti que me animé a irme de voluntaria con la Congregación Salesiana. Llámese estar en el tiempo y el lugar correcto, o que yo tenía la inquietud de trabajar para Dios desde antes, pero fue tu generosidad para cederme tu lugar lo que me dio el impulso que yo necesitaba para decidirme a participar en esa experiencia de servicio que me cambió la vida. Sé que en ese momento la decisión de quedarte en casa fue dolorosa y difícil, pero como lo confirmaste al paso del tiempo, resultó la más acertada. Gracias por creer en mí y presentarme una posibilidad que yo no había considerado… de cuánto me habría perdido si no hubiera aprovechado esa oportunidad!

3) Me has enseñado la importancia de estar
En uno de mis momentos más difíciles, junto con mis amigos más cercanos, estuviste conmigo. Me sorprendió que supieras exactamente qué hacer, qué decir, a quién llamar. Tal vez porque tú ya habías tenido la experiencia de pérdida tan profunda, me explicaste lo que podría esperar, el proceso a seguir, las etapas para la recuperación. En medio de mi desconcierto, fue un alivio que estuvieras presente.

En este día tal vez te estés preguntando qué ha sido de tu vida hasta ahora y encuentres muchas metas que ya has alcanzado y otras que aún te faltan, sueños realizados y otros tanto que aún no se cumplen y ni siquiera estás segura de que algún día se cumplan. Solo me resta decirte que sigas esperando, que sigas compartiendo, sigue creyendo, sigue siendo tú ya como eres… los frutos empiezan a darse y ten confianza que a su tiempo y en su momento lo que te falta llegará. Tu vida ha sido buena y lo será todavía más, porque tienes todo lo necesario y hasta un poquito más.

Si es cierto que la vida empieza a los 40, deseo de todo corazón que esta nueva vida que inicias tenga todo lo que necesites para ser feliz.
¡Sigue floreciendo donde estás plantada!

Te quiere,
- Martha

sábado, 18 de octubre de 2008

Honesta con Dios


He aprendido que puedo entregarle hasta mis dudas y desconfianza
por Camerin Courtney

Fue una de esas oraciones en las que lloras.
Pasó hace ya rato. Estaba acostada en mi cama antes de dormirme - ese espacio y tiempo cuando reflexiono sobre mi día con Dios. Repasando mis éxitos y fracasos, esperanzas y dolores. Pidiendo perdón, ayuda y esperanza en un mundo a veces muy cínico.

Ese día me sentí vulnerable. Había un nuevo galán en el panorama. Habíamos salido una vez o dos. Y estaba intrigada. Para mí, el interés por alguien no viene tanto como una fuerte atracción física o una química perfecta entre los dos, más bien como una cierta curiosidad por descubrir algunos detalles sobre una persona y después querer saber más. Llegar hasta el fondo de su historia.El problema es que no tenía la menor idea de qué estaba pensando él. A medida que mi interés se hacía más grande y mis sentimientos crecían, también aumentaba la probabilidad de salir lastimada si él no estaba interesado o si nosotros dos no éramos una buena combinación después de todo. Con cada correo electrónico, llamada o salida a cenar volaba cada vez más alto y el ver hacia abajo me hizo darme cuenta de que tenía muchas probabilidades de caer.
El "ver hacia abajo" no es tanto por pesimismo sino por experiencia. Es solo que a este punto de mi vida como mujer soltera que nunca se ha casado, todas mis relaciones románticas han terminado.

Como una hija de Dios, sé que no estoy condenada a soportar lo que sea y esperar lo mejor. Sé que tengo un Salvador y un Redentor que se preocupa por mí. Así que, acostada allí observando el techo, le pedí a Dios que cuidara mi corazón. "No digo que él tiene que ser el 'definitivo', Dios. Pero ¿podrías por favor protegerme de salir lastimada?"
Tan pronto como la oración salió de mi boca, la sentí tan hueca como si las palabras rebotaran en el techo y cayeran agrupadas en un montoncito en el piso. Al contemplar esta imagen, sentí poco a poco cómo la duda y el enojo empezaban a acumularse en mi interior. Me sorprendí por sentirme así.
Intenté permanecer en el momento, para ver qué salía a la superficie en esta rara mezcla de emociones. Después de un momento se me vinieron las palabras: "¿Sabes? La última vez que dije una oración como esta, salí bastante lastimada. Ese corazón roto del que te pedí que me protegieras, esa decepción específicamente que te dije que no quería, fue exactamente lo que pasó. Así que decirte esta oración otra vez parece inútil. Tú no cuidaste mi corazón aquella vez, por qué pensar que ahora sí lo vas a hacer? " En silencio, mis lágrimas dieron a entender el dolor que todavía sentía.
Las palabras se quedaron en el aire. Me pregunto si asustaron a Dios tanto como a mí. No me había dado cuenta de que todavía estaba enojada respecto al final de esa relación anterior. Tampoco me había dado cuenta de que mi enojo se había vuelto hacia Dios.
No me había dado cuenta de lo que sentía hasta que las palabras salieron: "Sé que eres confiable, pero en este momento no te siento como si lo fueras".

Seguro, ya sé que Dios no es como Santa Claus, que le concede todos sus deseos a los niños que se portan bien. Pero tampoco es como si hubiera pedido un pony o sacarme la lotería. Le había pedido a Dios humildemente que no hicieran pedacitos mi corazón. Seguro que eso concuerda con la voluntad de un Dios amoroso.

Y ya sé también que todas las relaciones tienen un riesgo - que las mejores cosas en la vida llevan un riesgo, que se necesita coraje, esfuerzo y confianza. Y estoy más que convencida de que no soy la única cristiana que ha sentido esta decepción. Muchos le han pedido a Dios en oración que salve un matrimonio, sane a un niño, consiga un trabajo - y aparentemente no recibió ninguna respuesta. "¿Dónde estabas, Dios?" le preguntamos enojados o decepcionados.Porque aunque sabemos que seguir a Cristo no nos protege del dolor, las decepciones y las pérdidas de todas maneras nos son muy difíciles. Especialmente cuando le hemos pedido a Dios en forma específica que nos proteja de ellas.

Mientras estoy aquí acostada con estas viejas heridas y nuevos descubrimientos, también me doy cuenta de que aunque me faltó confianza, no me faltó fe. De hecho, fue mi fe en el poder de Dios para cambiar las cosas lo que hizo que me decepcionara.
Así que mientras mi enojo y mis dudas salían a la superficie, no pude pensar en algún otro lugar donde ponerlos. Los amigos, ir de compras, el ejercicio y mucho chocolate solamente me iban a dar alivio temporal, pero ninguno de ellos tiene poder para cambiar nada, incluyéndome a mí y mis actitudes. Decidí apoyarme en mi fe débil.
Pensé en el Salmo 139:7-10: "¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás tú; si me tiendo en el Abismo, estás presente. Si tomara las alas de la aurora y fuera a habitar en los confines del mar, también allí me llevaría tu mano y me sostendría tu derecha". No necesariamente protegida, pero guiada y sostenida en su derecha.
A la luz de estos versículos, entregué mi enojo, decepción y desconfianza a Dios, sabiendo que es lo suficientemente grande para manejarlos. "Tú eres todo lo que tengo", dije en voz alta. "Sé en lo mas profundo de mí que no hay nadie más que Tú. Así que aquí estoy, con todo y mi enojo y mis dudas. Sé que no hay garantía de que las cosas van a ser diferentes esta vez, pero de todas maneras te lo pido. Por favor protege mi corazón. Por favor enséñame lo que se supone tengo que aprender en todo esto. Por favor que se haga tu voluntad". Y en una oración inspirada por Marcos 9:24 dije: "yo creo en tí, ayuda mi incredulidad".

Estas oraciones no rebotaron en el techo. Las sentí como si flotaran y subieran, y sentí algo así como alivio al decirlas. Y sentí paz, como una cobija muy delgada, cayendo sobre mí.Así que me sequé las lágrimas y me di la vuelta. Y finalmente me quedé dormida.

Publicado originalmente en blog.todayschristianwoman.com

domingo, 28 de septiembre de 2008

¿Qué guía tu vida?

Los diccionarios definen el verbo guiar como:
mover, conducir, empujar
Hay cientos de circunstancias, razones y sentimientos que guían tu vida.

A muchos los guía la culpa

Caín. Gen. 4,12b “…en el mundo serás un fugitivo errante”

A muchos los guía la ira y el resentimiento
En vez de sacarse el dolor por medio del perdón lo repiten una y otra vez en sus mentes.

Job 5,2 “Entregarse a la amargura o a la pasión es una necedad que lleva a la muerte”

A muchos los guía el temor

Las personas con temor pierden oportunidades a emprender cosas. Viven a lo seguro, evitando riesgos.

El temor es un tipo de cárcel que tu mismo te impones.

La persona que ama no tiene miedo.

I Jn 4,18 “Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar”.

A muchos los guía el materialismo

El deseo de adquirir se convierte en la meta principal de sus vidas.

“Cuanto más tengas serás más feliz, más importante, y vivirás más seguro”

La verdadera felicidad, seguridad y lo mas importante se fundamenta en algo que nadie te puede quitar: tu relación con Dios.

A muchos los guía la necesidad de ser aceptados

Permiten que las expectativas de los demás controlen sus vidas. Se preocupan de qué dirán y se pierden dejándose guiar por las voces del mundo.

Mt. 6,24 “Nadie puede servir a dos señores”.

Nada es más importante que conocer los propósitos de Dios para tu vida, y nada puede compensarte el no conocerlos; ni siquiera el éxito, la riqueza, la fama o los placeres.

Sin un propósito, la vida es una marcha sin sentido, un movimiento sin dirección y sucesos sin motivo.

La vida sin propósito es trivial, insignificante e inútil.

Beneficios de una vida con propósito

Conocer tu misión da sentido a tu vida

Cuando la vida tiene sentido puedes soportar cualquier cosa. Cuando no lo tiene, resulta insoportable.

Isaías 49,4 “En vano he trabajado, he gastado mis fuerzas sin provecho alguno”

Necesitas tener esperanza para poder salir adelante.
Tener esperanza es el resultado de tener un propósito.

Jeremías 29,11 “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes… planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.

Conocer tu misión simplifica tu vida

Sin un propósito definido, no tienes fundamento alguno en qué basar tus decisiones, distribuir tu tiempo y usar tus recursos. Entonces, tomarás decisiones basadas en las circunstancias, en las presiones y el estado anímico del momento.

Los que conocen su misión dirigen su esfuerzo y energía en hacer la voluntad de Dios. No se distraen, ni se complican con cosas vanas y triviales.

Filipenses 3,15 “Aquellos que queremos todo lo que Dios tiene, mantengámonos enfocados en la meta”.

Conocer tu misión estimula tu vida

El propósito siempre produce entusiasmo.

No hay nada que de tanto ímpetu como tener un propósito claro.
Por otro lado, el entusiasmo se disipa por falta de propósito.
Conocer tu misión te prepara para la eternidad

No fuiste puesto en la tierra para ser recordado, sino para prepararte para la eternidad.

Lo único que tiene relevancia es:

Uno: Si aceptaste lo que Cristo hizo por ti y si aprendiste a amarlo y a confiar en El.

Dos: Qué hiciste con tu vida, dones, talentos, oportunidades, dinamismo y recursos que Dios te dio?

Punto de reflexión:
Vivir con un propósito es el camino a la paz.

Versículo para recordar:
Isaías 26,3 “Al de propósito firme guardarás en perfecta paz, porque en ti confía”

Pregunta para considerar:

¿Cuál, podrían decir mi familia y amigos, es la fuerza que mueve mi vida?
¿Cuál quiero yo que sea?

Ideas tomadas del libro: "Una vida con propósito" de Rick Warren
- Maria Isabel Román

martes, 23 de septiembre de 2008

Relato inédito de la estigmatización del padre Pío.



“Te asocio a mi Pasión”: un don de gracia para la “salud” de los hermanos (Jesús).

El padre Pío de Pietrelcina recibió los estimas en 1918 de Jesús Crucificado, quien en una aparición lo invitó a unirse en su Pasión para participar en la salvación de los hermanos, en especial de los consagrados.
Este particular se conoce gracias a la reciente apertura de los archivos del antiguo Santo Oficio de 1939 (actual Congregación para la Doctrina de la Fe), que custodian las revelaciones secretas del fraile sobre hechos y fenómenos nunca contados a nadie.
Ahora, han salido a la luz en el libro 'padre Pio sotto inchiesta. L'autobiografia segreta' (padre Pío indagado. La autobiografía secreta, ndt), con prólogo de Vittorio Messori, y llevado a cabo por el sacerdote italiano Francesco Castelli, historiador para la causa de beatificación de Karol Wojtyla y profesor de Historia de la Iglesia moderna y contemporánea en el ISSR 'R. Guardini' de Tarento (Italia).
Hasta hoy parecía, de hecho, que Pare Pío, por pudor o quizás por considerarse indigno de los extraordinarios carismas recibidos, no habría revelado nunca a nadie qué sucedió el día de su estigmatización.
Sólo un dato al respecto se encuentra en una carta enviada a su director espiritual, el padre Benedetto da San Marco in Lamis, cuando habla de la aparición de un 'misterioso personaje', pero sin dejar traslucir otros detalles.
El libro, que ofrece por primera vez el informe íntegro redactado por monseñor Raffaello Carlo Rossi, obispo de Volterra y Visitador Apostólico enviado por el Santo Oficio para 'inquirir' en secreto al padre Pío, aclara finalmente que el santo de Gargano tuvo un coloquio con Jesús crucificado.
Monseñor Rossi fue el único representante de una congregación vaticana encargado de estudiar los estigmas del padre Pío. Se pronunció favorablemente, considerando que su origen era divino, desmintiendo punto por punto las hipótesis presentadas por el padre Agostino Gemelli, que definió los estigmas como 'fruto de la sugestión'.
Una segunda fuente autobiográfica del padre Pío, prestada bajo juramento, se añade a su epistolario, ofreciendo las claves de lectura adecuadas para conocer la personalidad y la misión de 'sacerdote asociado a la Pasión de Cristo' del fraile con los estigmas.
Llamado a responder jurando sobre el Evangelio, a brevísima distancia de cuando sucedieron los fenómenos místicos, el padre Pío revela por primera vez la identidad de aquel que le ha estigmatizado.
Es el 15 de junio de 1921, hace poco que han pasado las 17 horas, e interrogado por el obispo, el padre Pío respondió así: 'El 20 de septiembre de 1918, después de la celebración de la Misa, al entretenerme para hacer la acción de gracias en el Coro, en un momento fui asaltado por un gran temblor, después volví a la calma y ví a NS (Nuestro Señor) con la postura de quien está en cruz'.
'No me ha impresionado si tuviera la Cruz, lamentándose de la mala correspondencia de los hombres, especialmente de los consagrados a Él y por ello más favorecidos'.
'De aquí -continúa su relato- se manifestaba que él sufría y que deseaba asociar a las almas a su Pasión. Me invitaba a compenetrarme con sus dolores y a meditarlos: al mismo tiempo, a ocuparme en la salud de los hermanos. Seguidamente me sentí lleno de compasión por los dolores del Señor y le preguntaba qué podía hacer'.
'Oí esta voz: 'Te asocio a mi Pasión'. Y acto seguido, desaparecida la visión, volví en mí, recobré la razón y ví estos signos aquí, de los que goteaba sangre. Antes no tenía nada'.
El padre Pío revela por tanto que la estigmatización no fue el resultado de una petición suya sino una invitación del Señor, que lamentándose de la ingratitud de los hombres, particularmente de los consagrados, le hacía destinatario de una misión, como culmen de un camino de preparación interior y mística.
Por otro lado, explica el autor del libro, 'el tema de la mala correspondencia de los hombres, particularmente de aquellos que habían sido más favorecidos por Dios, no es nuevo en las revelaciones privadas del capuchino'.
De hecho, el padre Pío relató que en una aparición, sucedida el 7 de abril de 1913, Jesús, con 'una gran expresión de disgusto en el rostro' mirando a una multitud de sacerdotes, le dijo: 'Yo estaré por causa de las almas más beneficiadas por mí, en agonía hasta el fin del mundo'.
Entrevistado por ZENIT, Francesco Castelli afirma que 'hay un aspecto decisivo en el hecho de que no hubiera una petición de los estigmas por parte del padre Pío. Esto nos da a entender la libertad y la humildad del Capuchino, que no mostraba absolutamente ningún interés en mostrar las heridas'.
'La humildad del padre Pío se trasluce también en su reacción, al recobrar los sentidos. Los signos de la Pasión marcados en su carne -subraya el historiador-. Una vez concluida la escena mística, no habla de ella. No hace ningún comentario'.
De las conversaciones, de su correspondencia, de los testigos interrogados por monseñor Rossi e incluso de su informe se desprende el hecho de que el padre Pío sentía disgusto por los signos de la Pasión, que intentaba esconderlos y que sufría por tener que mostrarlos por las continuas peticiones del visitador apostólico.
La herida del costado y la sexta llaga del patibulum crucis
El libro refiere además las conclusiones de monseñor Rossi a los reconocimientos realizados sobre los estigmas del padre Pío, efectuados personalmente por él, y de los que se tenía noticia solo en parte, y que aporta grandes novedades, especialmente en lo que respecta a la morfología de la herida del costado y la presunta sexta llaga de la espalda.
En su informe, el Visitador revela que las heridas del padre Pío no supuraban, no se cerraban, no cicatrizaban. Permanecían inexplicablemente abiertas y sangrantes, a pesar de que el fraile había dejado de untarlas con tintura de yodo para intentar contener la sangre.
'La descripción de monseñor Rossi sobre el estigma del costado -afirma Castelli a Zenit- es decididamente diferente a las de quienes le han precedido y de los que le han seguido. No se le presenta como una cruz inclinada o incluso oblicua, sino como una 'mancha triangular', y por tanto de contornos definidos'.
En el acta del examen, el obispo de Volterra, contrariamente a lo que revelan otros médicos, sostiene que 'no hay aperturas, cortes o heridas' y que en tal caso 'se puede suponer legítimamente que la sangre salga por exudación', es decir -explica Castelli- que se tratara de 'material sanguíneo que ha salido afuera por una forma de hiper-permeabilidad de las paredes de los vasos'.
'Esto testifica a favor de su autenticidad -explica el historiador- porque el ácido fénico, que según algunos habría sido utilizado por el padre Pío para producirse las llagas, una vez aplicado acaba por consumir los tejidos inflamando las zonas circundantes'.
'Es difícil pensar que el padre Pío hubiese estado en grado de producirse estas heridas de bordes netos durante 60 años y de forma constante', comenta Castelli.
'Además, de las llagas se desprendía un perfume intenso de violeta en lugar del olor fétido causado las más de las veces por procesos degenerativos o por la necrosis de los tejidos, o por la presencia de infecciones'.
Otro elemento digno de mención es el hecho de que el padre Pío confesara abiertamente no tener otros signos visibles de la Pasión fuera de los de las manos, los pies y el costado, excluyendo la existencia de una llaga a la altura del hombro donde Jesús llevaba la cruz, de la que habla una oración atribuida a san Bernardo.
Antes de entonces, en cambio, se habían hecho hipótesis sobre su existencia, especialmente sobre la base de las revelaciones al respecto del cardenal Andrzej Maria Deskur, quien en una entrevista había hablado sobre un encuentro en San Giovanni Rotondo, en abril de 1948, entre el entonces sacerdote Karol Wojtyla y el fraile estigmatizado.
Según Castelli, 'esta revelación fija ahora en el año 1921 el límite antes del cual no se puede subir al atribuir al padre Pío la existencia de cualquier otro signo de la Pasión'.

Fuente: ROMA, domingo 21 de septiembre de 2008.
Aportación de César Dávila.

Mayor información, visita: http://www.ewtn.com/PadrePio/spanish/index.htm

domingo, 21 de septiembre de 2008

¿ Estresado o estresada ?


Hace algunos años fui al doctor porque estaba constantemente enferma. Él me dijo que los síntomas eran el resultado de estar estresada. Estaba durmiendo mal, alimentándome inadecuadamente y exigiéndome más y más -todo en nombre del servicio al Señor-.

La palabra estrés era originalmente un término de ingeniería usado para referirse a la cantidad de fuerza que un balancín, u otro soporte físico, podía sostener bajo presión sin colapsar. En nuestro tiempo el término estrés ha sido ampliado para incluir la presión mental y emocional.

El estrés es algo normal en la vida de todos. Dios nos ha creado con la capacidad de sobrellevar una cierta cantidad de presión y tensión. El problema se suscita cuando nos esforzamos más allá de nuestras limitaciones, lo que nos puede llegar a ocasionar un daño permanente.

La paz está destinada a ser la condición natural de todo creyente en Jesucristo. Él es el Príncipe de Paz, y en Jesús encontramos nuestra herencia de paz. Es un don del Espíritu Santo que Él nos da cuando vivimos en obediencia a su Palabra.

La paz que Dios da se manifiesta en tiempos buenos o malos, cuando hay abundancia o escasez. Su paz opera en medio de la tormenta.

Filipenses 4:6-7
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.


Fuente: Cómo encontrar ánimo para cada día. Joyce Meyer

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El mar muerto.


El Mar Muerto, localizado entre Israel y Jordania es famoso por ser el punto más bajo de la superficie terrestre. Es también una viva atracción turística por sus saludables balnearios, a los que se dirigen muchos para tomar baños de agua salada, y comprar cosméticos elaborados con el lodo de ese mar.

¿Te has preguntado alguna vez por qué le denominan Mar Muerto? Diferente a la mayoría de los grandes lagos, este no tiene salida. El río Jordán fluye hacia el Mar Muerto pero no hay circulación a la inversa. Sin compartir lo que recibe, muere.

Lo mismo se aplica a los seres humanos. Cuando recibimos dones de talento, educación, capital financiero, u otros recursos, podríamos pensar que al compartirlos con otros, quedaría menos para nuestro disfrute personal. Sin embargo, cuando no ofreces de ti mismo a otros, una parte de tu ser, muere.

Como el Dr. David Livingstone comentara en una ocasión: Las personas hablan del sacrificio que he hecho pasando en África, gran parte de mi vida. ¿Puede esto ser llamado sacrificio, si tan sólo es admitir una gran deuda con nuestro Dios que nunca podremos pagar? ¿Es un sacrificio algo que te recompensa con salud, con la conciencia de estar obrando bien, con paz mental y una radiante esperanza de un glorioso destino? Enfáticamente, no es un sacrificio. Antes es un privilegio... De esto no debemos ni hablar si recordamos el gran sacrificio que Él hizo, dejando el trono de Su Padre en lo alto, para darse a Sí mismo por nosotros.

Permitamos que el río del amor de Dios fluya de nosotros hacia todos los que nos rodean.

Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16

Fuente: Amanecer con Dios
www.RenuevoDePlenitud.com

viernes, 29 de agosto de 2008

¡¡¡ Una vida Feliz !!!


Espero que haya sido un buen mes, se termina esta etapa de pausa, de descanso en algunas de muchas de las actividades que realizamos, ya casi todos estamos retomando responsabilidades escolares, deportes, actividades de recreación, la intrucción religiosa como los crecimientos, retomando las actividades de los apostolados y en algunas ocasiones, el ir y venir, la corrededera de dia a dia, nos empieza a provocar el "estres" y con esto dejamos de disfrutar todas esas actividades que hemos elegido para vivir y desarrollo nuestra vida, una buena vida, una vida feliz.

Con relación al tema de una vida feliz, hoy me llego esta reflexión en sobre el concepto que tenemos de vivir y tener una buena vida, lo quise compartir con ustedes para que no olvidemos que es muy bueno esforzarnos, desear mejoras en nuestras vidas, tener buenos sitios en nuestros trabajos, ser reconocidos por nuestros esfuerzo, tener acceso a conocer y visitar lugares bonitos (paradisiacos), a momentos bonitos, momentos para recordar en nuestra memoria ... sin olvidar lo que Pedro le dice al Maestro, "Señor a quien iremos si solo tu tiene palabras de vida eterna".

La reflexión inicia con un chiste, que bueno un poco de humor (aunque sea un poco sarcástico) siempre viene bien.

Que tengan un buen fin de semana. BCGR


Un popular chiste en Internet dice algo así:

Una secretaria, un asesor legal y un socio de una gran empresa jurídica se dirigen a almorzar cuando encuentran una antigua lámpara de aceite.

La frotan y aparece un genio en una nube de humo.

Este dijo:

-Por lo general concedo sólo tres deseos, de modo que daré uno a cada uno de ustedes.

-¡A mí primero! -dijo la secretaria-. Quiero estar en Bahamas, conduciendo una lancha de motor, olvidada del mundo. Enseguida la mujer desapareció.

-¡Sigo yo! -exclamó el asesor legal-. Quiero estar en Hawai, relajándome en la playa con mi masajista personal, un suministro inagotable de piñas coladas y el amor de mi vida. Y también se esfumó.

-¡Tú eres el próximo! -indicó el genio al socio.

Este último dijo:

-Quiero a estos dos en la oficina, en cuanto termine el almuerzo.

Por generaciones se nos ha dicho que podemos "obtenerlo todo", pero hay mucho por hacer. No contamos con el tiempo suficiente y menos, con una lámpara mágica que lo haga por nosotros. Sin embargo, no querríamos todo eso, si pensáramos que no nos iba a producir bienestar.

No obstante, dicen los que saben que existe un sendero más simple para una vida feliz. Estos tres puntos de vista se mencionan como las llaves de la felicidad:

1. No te preocupes -Él te ama (Juan 13:1)
2. No desfallezcas -Él te sostiene (Salmo 139:10)
3. No temas -Él te guarda (Salmo 121:5)

Es factible tenerlo todo "todo"... si permitimos que Dios sea nuestro "todo".

¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti?
Y fuera de ti, nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer,
pero mi Dios es la fortaleza de mi corazón
y mi porción para siempre.
Salmo 73:25,26

Fuente: Amanecer con Dios

domingo, 17 de agosto de 2008

"Los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas".


Espero que tengan un buen inicio de semana, hoy les comparto esta reflexión de renuevo de plenitud, donde nos habla de un tema muy actual y muy "de moda", el cansancio, el desagaste que sufrimos por el ritmo y el estilo de vida apresurado. El articulo nos habla del camino que recorren las truchas para dar vida a sus crias, con una invitación a "ponernos truchas" para descansar en el Señor y renovar nuestras fuerzas, para también nosotros dar vida.



Cuando el duro invierno canadiense ha perdido su fuerza, el hielo que cubre las aguas del Río Nass se resquebraja, las truchas arco iris del Pacífico que se habían congregado en el fiordo de Portland emprenden el recorrido anual río arriba, hacia el lugar donde nacieron para cumplir con el ritual del desove.

Impulsados por un instinto ancestral los peces recorrerán más de 200 kilómetros río arriba hasta alcanzar los 3000 metros de altitud. Recorrerán todo el camino corriente en contra sorteando obstáculos y depredadores casi sin alimentarse.

El increíble esfuerzo hará que el animal vaya envejeciendo cada día a un ritmo muy acelerado. Las mandíbulas se deforman, la espina dorsal se curva, las branquias se agrietan y la calcificación de las arterias adquiere una dimensión sobrecogedora, prácticamente mortal.

Al arribar al lugar de apareamiento las hembras expulsarán los huevos y se requerirán dos machos para fecundarlos ya que una sola hembra puede poner hasta 20.000 huevecillos en una sola temporada.

Finalizada la puesta las truchas arco iris no mueren como sus parientes los salmones. Arrastrados por la corriente, sus cuerpos prematuramente envejecidos y al borde del colapso emprenderán el camino de regreso al mar.

El viaje de regreso es sencillo y sin esfuerzo, liberados del estrés por llegar a tiempo a la puesta, se dejarán llevar río abajo, deteniéndose a descansar y alimentándose adecuadamente. En este camino de regreso se produce el maravilloso milagro. Los animales van rejuveneciendo kilómetro a kilómetro. Lo que más llama la atención de este cambio es la notable y veloz descalcificación de las arterias que desaparece por completo.

La espina dorsal pierde la curvatura y la mandíbula toma su aspecto normal. Al llegar al mar son de nuevo ejemplares jóvenes y fuertes.

Al año siguiente ocurrirá lo mismo, y al otro y al que le sigue. La trucha arco iris podrá envejecer y volver a la juventud al menos cuatro veces a lo largo de su vida. Los seres humanos, sometidos al estrés y al esfuerzo intensivo suelen presentar síntomas de envejecimiento prematuro no sólo en su aspecto si no en alteraciones de su sistema circulatorio.

El descanso, una dieta balanceada y un período sin sobresaltos favorecen la recuperación del aspecto y la salud en general.


Que dice la Biblia del Rejuvenecimiento? El mejor rejuvenecer no es el físico, sino el espiritual. Cuando nos volvemos a Dios, nuestra vida alcanza una nueva dimensión y llegamos a ser nuevas criaturas. NO crees que hoy es el día de rejuvenecerte espiritualmente?

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es ; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.II Cor 5:17

Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas;se remontarán con alas como las águilas,correrán y no se cansarán,caminarán y no se fatigarán.Isa 40:31

- Beatriz Gil

miércoles, 6 de agosto de 2008

Mi "Yo"


Del baúl de los recuerdos de mi herencia Salesiana... aquí está este material que te puede ayudar a conocerte un poco mejor o tener una muy buena conversación con alguien más. Que Dios se te haga presente en todos los que te rodean y que nuestras diferencias nos ayuden a que la vida sea más alegre e interesante!!

1. ¿Qué eres, Ciudad de México o Chihuahua?
Escoje en cada pareja de palabras de la lista la que te describa mejor. Piensa en la relación que existe entre cada una de las dos y las imágenes que trae a tu mente. Una palabra no es necesariamente mejor que la otra, solamente diferente.

SOY MAS BIEN COMO...
Ciudad de México o Chihuahua?
Mercedez Benz o Volkswagen?
Mansión o Tienda de campaña?
Río o Lago?
Tortuga o Conejo?
Cera o Roca?
Artista o Contador?
Maratonista o Velocista?
Heavy Metal o Bolero?
A color o Blanco y negro?
Guardián o Prisionero?
Golfista o Paracaidista?
Águila o Gorrión?
Invierno o Verano?

2. IMAGÍNATE. Si pudieras ser alguien más en el mundo además de ti. ¿Quién te gustaría ser? ¿Por qué?

3. MI VERDADERO YO.
Termina las frases siguientes lo más sinceramente que puedas.
La gente que me conoce piensa que yo soy ______________________________
A mis amigos les caigo bien porque yo _________________________________
Una de mis mejores cualidades es ______________________________________
Uno de los defectos que yo tengo es ___________________________________
Me siento muy mal cuando ______________________________________________
Estoy orgullosa(o) de ________________________________________________

lunes, 21 de julio de 2008

Pensando en la vida eterna


Transcribo un párrafo del libro: “Una vida con propósito” de Rick Warren:

“Dios no es tan solo el punto de partida en tu vida, sino la fuente de ella. Debes ir a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo para descubrir el propósito de tu vida. Necesitas fundamentar tu existencia en las verdades eternas y no en la psicología de moda, la motivación del éxito o en testimonios emotivos”.

Es como si estuviera naciendo o abriendo de nuevo los ojos.

Es la sensación de ya haber visto la película y ver cómo las personas que no lo han hecho, la están viendo y yo, conociendo el final, quiero contarlo… es como cuando “descubriste” algún regalo sorpresa que tiene una persona muy querida preparado para ti y estás ansioso porque llegue el día que te lo entregue. Conoces qué te van a dar, y te sientes feliz por saberlo, por lo que el regalo es, pero sobretodo por la persona que te lo da.

Todo pasa a segundo término, a segundo plano. Las cosas que me preocupaban y afanaban ya no causan en mí, la mínima preocupación, o mejor dicho: hacen que me ocupe en realizarlas de la mejor manera, manteniendo mí vista en la eternidad.

Ya no estoy distraída, estoy enfocando mi mirada en la de Dios y sé que el mantiene desde antes que yo naciera la suya en la mía.

Se que Dios trabaja en mi alma, y que ha estado conmigo. Siento que estoy “recogiendo” todos los trozos tirados, “retomándome” por completo. Y que Dios se encarga, lo mejor de todo, es que Dios me lleva. Lo mejor de todo es que el ejercicio recurrente del “abandono en el Señor”, se torna en mi, como un buen hábito, y las dificultades que yo tenía, por ser siempre quien llevaba el control, quien organiza y planea las cosas, quien lo piensa todo y analiza antes de decir o hacer, han pasado al “fondo del cajón”, ya no es tan importante, lo que yo piense, crea o juzgue como lo apropiado; ahora, he aprendido y estoy disfrutando vivir en la riqueza que da el ser humilde ante El, en vivir bajo la gracia de Su amor y la sombra de sus alas.

Como lo dice el salmo 91: “El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío”.

Las oportunidades que he tenido y que sigo teniendo son muchas, y pienso que tengo que vivirlas plenamente y con la mayor alegría, como nos enseñan los santos.

“Es en Cristo que sabemos quiénes somos y para qué vivimos. Mucho antes que oyéramos de Cristo, Él nos vio y nos diseñó para una vida gloriosa, parte de su propósito general en el que trabaja en todo y para todos” (Efesios 1:11)

Todo surgió, tan sólo de decirle al Señor, “Estoy cansada, quiero que te hagas cargo. Quiero que seas tu quien dirija mi vida. Quiero que me muestres tu voluntad y me hagas disfrutar todo lo que me has dado”. Después, El se hizo cargo, han sido un cúmulo de experiencias, se me ha mostrado en las personas más cercanas, se ha valido de mis amigos, de mi familia para abrirme los ojos. Bastó que yo quisiera ponerme en Sus manos. Y que me abriera a Su gracia.

Dios SI escucha. Lo hace siempre. Dios no se muda, Dios siempre nos amará. El meollo de todo está, en abandonarnos en sus brazos, El hace el resto.

- Maria Isabel Román G.

jueves, 17 de julio de 2008

¿ Para que simular ?


"Me ha mostrado el Señor, lo que es bueno y lo que pide el de mi, hacer justicia, misericordia y ser humilde ante el" ... así dice un canto de la colección "Quiero Alabarte", inspirado a su vez en la cita biblica de Miqueas 6:8. Vino a mi mente al leer esta reflexión que me llego de la página de renuevo de plenitud, se los comparto deseando que Dios este llenando su vida de amor en estos días de verano, de descanso para unos, días en los que "suelta" uno el cuerpo y la responsabilidad, pero Dios no se muda, siempre esta y siempre quiere nuestro amor y nuestra autenticidad. Que tengan una bonita semana.

Hace mucho tiempo, un emperador convocó a todos los solteros del reino pues era tiempo de buscar pareja a su hija. Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de seis meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino". Así se hizo, pero entre ellos hubo un joven que plantó su semilla y no esta nunca llegó germinar. Mientras tanto, todos los demás participantes del singular torneo no paraban de hablar y de mostrar las hermosas plantas y flores que iban apareciendo en sus macetas.

Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. Nuestro héroe estaba demasiado triste pues su semilla nunca llegó a dar señales de vida, por lo que ni siquiera quería presentarse en el palacio. Sin embargo, sus amigos y familiares lo animaron e insistieron tanto que tomando valor decidió culminar el torneo mostrando con sinceridad el fruto de su semilla a lo largo de ese tiempo.

Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla. Fue en ese momento cuando el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey. Todos hicieron su respectiva reverencia mientras el soberano se paseaba entre todas las macetas admirando los resultados.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía. Atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción. El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dió una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas, pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

Cuando nos acerquemos al Señor mostrémonos tal como somos. De todos modos, Él ya nos conoce. ¿Para qué simular?

Marcos 4:22 "Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni secreto que no haya de descubrirse."

www.RenuevoDePlenitud.com.

domingo, 6 de julio de 2008

Aquí y Ahora


En estos últimos días he estado pensando mucho en el futuro. Creo que es una parte importante el hacer planes, evaluar cómo voy hasta ahora en mi vida espiritual, en la manera de relacionarme con mi familia y amigos, en mi trabajo, qué tan bien estoy haciendo uso de todo lo que Dios me ha concedido. Hasta aquí me va muy bien. Luego me pongo a pensar en todo lo que no he hecho, los planes que no cumplido, los sueños que aún no he alcanzado... lo que me falta. Y entonces me queda esa triste inquietud de que el tiempo se me va, que aún me queda mucho por hacer, que no he alcanzado todo lo que me he propuesto, que ya voy atrasada, que no hecho suficiente.

Quisiera decir que tengo un plan maestro a seguir con todas sus etapas claramente definidas, que sé exactamente dónde estoy y para donde voy, pero no es cierto. Y aunque hago los cosas de acuerdo a cómo creo es mejor, estoy empezando a creer que en realidad nadie tiene la completa certeza de estar tomando las mejores decisiones en todo momento. Porque no hay garantías. Nadie sabe si ese futuro llegará. Las personas fallan, se enferman, los amigos se van, los niños crecen, los padres se mueren. A mí también me sucede. La vida es así. Pero también los amigos se reencuentran, las relaciones se restauran, los niños se convierten en jóvenes y nuestros padres en verdad nunca se van, se quedan en nosotros. Y lo único que tengo en mis manos, por decirlo así, es este momento, el aquí y ahora, para disfrutarlo, para vivirlo, para dar lo mejor de mí, para darme cuenta de lo mucho que he crecido y que en verdad tengo tantas cosas de qué estar agradecida: buena salud, un buen trabajo, una buena relación con mis hermanos, amigos entrañables con los que puedo contar tanto cerca como lejos, la herencia de cariño de mi madre, el regalo de la fe que me da esperanza y me alienta. Y aunque aún me falten muchas metas por cumplir y sueños qué alcanzar, mi única seguridad es saber que Dios siempre está, que El me mostrará el camino a su tiempo y también me dará la gracia para seguir viviendo de la mejor manera, con los recursos que tengo ahora. Un paso a la vez.

Además, creo que sería muy aburrido si supiera exactamente qué es lo que va a pasar en mi vida desde ahora. Viéndole bien, muchas de las bendiciones que he recibido no estuvieron planeadas, simplemente se dieron por estar en el lugar correcto, en el momento apropiado, porque sí... como dar clases en una lengua extranjera, descubrir amigos maravillosos tan diferentes a mí como el día de la noche, bailar en una celebración litúrgica, participar en pequeñas obras de teatro, ser guía de turistas... De cuántas cosas me hubiera perdido si lo que vivo se limitara solamente a lo que yo puedo imaginar o planear!

Si bien creo en eso de que "Uno pone y Dios dispone", también es cierto que uno solo puede hacer lo que puede hacer. Y eso es suficiente. Lo demás vendrá después y está en Sus Manos. No se me ocurre mejor lugar en donde estar.

Que Dios nos muestre el camino y nosotros tengamos la capacidad de verlo y la fortaleza para seguirlo.
- Martha Miranda

domingo, 22 de junio de 2008

Date Tiempo de Hacerlo...


Aquí les comparto este artículo que encontré en la revista "Almas" de los Misioneros de Guadalupe hace algunos años (cuando todavía la frase "los hombres" se refería a hombres y mujeres en general). Me gustó tanto que lo transcribí en uno de mis cuadernos. Creo que sigue siendo tan actual como en el momento que lo leí.
Mi deseo es que Dios nos ilumine para hacer buen uso del tiempo que nos concede.
- Martha Miranda



Me asomé a la puerta y afuera había hombres, hombres.
Iban, venían, entraban, salían, corrían. Las bicis corrían y los coches corrían, la calle corría y la ciudad corría. Corrían sin perder tiempo, corrían en persecución del tiempo, para atrapar el tiempo. Para ganar tiempo.
¡HASTA LUEGO, SEÑOR,
DISCÚLPAME, NO TENGO TIEMPO!

Volveré a pasar, no puedo esperar, me falta tiempo.
Ya me despido, porque se me va el tiempo.
Me hubiera gustado darte tiempo, pero me gasté todo el tiempo.
Imposible esperarte, no me queda tiempo.
No puedo reflexionar, no puedo leer, estoy desbordado, fuera de tiempo.
Me gustaría rezar, pero no tengo tiempo.
TÚ COMPRENDES, SEÑOR, LOS HOMBRES NO TIENEN TIEMPO.

De niños juegas y juegan y no les sobra tiempo.
De chiquillos tienen mucha tarea y poco tiempo.
En la universidad, hora tras hora, no pueden perder el tiempo.
De jóvenes buscan el tiempo para hacer tiempo.
Recién casados tienen su casa y arreglarla les lleva todo el tiempo.
Ya padres de familia, sus hijos les acaparan su tiempo.
De mayores enferman, y sólo tienen tiempo de cuidarse.
Están agonizando... demasiado tarde, se acabó el tiempo.
Ya nunca tendrán tiempo.

SEÑOR, LOS HOMBRES SE PASAN PERSIGUIENDO EL TIEMPO.
Pasan sobre la tierra corriendo, apresurados, atropellados, sobrecargados, enloquecidos, y no llegan nunca a nada, les falta tiempo, les llega a faltar un horror de tiempo.

OH SEÑOR, Tú seguro te equivocaste en tus cálculos, hay un error general: las horas resultan demasiado cortas, los días se hacen demasiado cortos, la vida es demasiado corta...
Y Tú, Señor, que estás fuera del tiempo, sonríes al vernos batallar con él. Tú sabes lo que haces. Tú no te equivocas cuando distribuyes el tiempo a los hombres. Tú das a cada hombre el tiempo justo para hacer lo que Tú quieres que haga.

No nos conviene perder el tiempo, malgastar el tiempo, matar el tiempo, pues es un regalo que Tú nos haces, aunque es un regalo fugaz que no se puede meter en una lata de conservas.

SEÑOR, sí tengo tiempo, tengo todo el tiempo mío, todo el que Tú me das, los años de mi vida, los días de mis años, las horas de mis días, todas enteras y mías.
A mí toca llenarlas, con calma, pero hasta los bordes, para luego ofrecértelas y que de su agua desabrida Tú hagas un vino generoso como lo hiciste en Caná de Galilea, para las bodas de tus amigos.

ESTA NOCHE, SEÑOR, NO TE PIDO EL TIEMPO PARA HACER ESTO, O AQUELLO O LO DE MÁS ALLÁ... TE PIDO SOLAMENTE LA GRACIA DE HACER A TIEMPO LO QUE TÚ QUIERES QUE HAGA EN EL TIEMPO QUE TÚ ME DAS.

viernes, 20 de junio de 2008

¿ Crisis espiritual ?


Hola, de nueva cuenta les saludo a través de este espacio para compartir y crecer en nuestra vida espiritual. Esta mañana revisando el blogg, su contenido, lo que hemos publicado, re-lei un poco sobre mi testimonio de vida, algunos articulos que mis hermanos de comunidad han compartido en este espacio, y de nueva cuenta la misericordia de Dios se abre paso para ir al encuentro de mi corazón y al fortalecimiento de mi espiritu. Algunas veces es muy cuestionable si los "verdaderos" cristianos tienes crisis espirituales o es en realidad que no son cristianos, que no han tenido ese encuentro personal con Dios. Personalmente creo que Dios nos hace vivir las etapas de consolación y desolación para hacernos crecer, para hacernos vivir, para que compartamos con el.

Quiero compartirles este articulo que unos buenos amigos me enviaron el año pasado en las fechas cercanas al aniversario de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, algunos de los comentarios en torno al libro que publicó las cartas que ponen de manifiesto "la noche obscura de su fe" ... la prueba del desgaste, como la que paso María en los treinta años de silencio de Dios con respecto a la divinidad de su hijo, la prueba de la fe por la que todos los cristianos pasamos, la etapa de desolación en nuestra vida espiritual.



Aquí les comparto un extracto del documento:
La “noche oscura” de la Madre Teresa de Calcuta.
¿Se puede ser santa y sufrir dudas de fe y ausencia de Dios? Este fenómeno es conocido en la mística cristiana, y fue san Juan de la Cruz quien lo llamó “noche oscura”, una etapa en el camino de algunos santos hacia la identificación con Dios. Pero cuando se trata de la Madre Teresa de Calcuta, icono de la santidad en el siglo XX, su sufrimiento interior contrasta más con su figura mediática.

La realidad es que la Madre Teresa de Calcuta sufrió durante décadas y hasta su muerte una honda aridez espiritual, que puso a prueba su fe. Así se pone de manifiesto en una colección de sus cartas recogidas en el libro “Mother Teresa: Come Be My Light”, que ha sido preparado por el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de su causa de canonización. El libro se publicó a los diez años de la muerte de la religiosa. Recoge unas cuarenta cartas dirigidas a unos pocos consejeros espirituales, a los que abre su alma.

La crisis espiritual de la Madre Teresa comenzó en los años 50, poco tiempo después de la fundación de la orden de las Misioneras de la Caridad. Desde entonces –ha declarado al diario ‘La Stampa’ el P. Kolodiejchuk–, “vivió una larga fase de oscuridad interior que se ha prolongó hasta su muerte”. “Se sabía unida a Dios, pero no lograba sentir nada”.

Anhelo y ausencia de Dios.
En una de sus cartas, la Madre Teresa escribe: “Señor, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Yo era la hija de tu Amor, convertida ahora en la más odiada, la que Tú has rechazado, que has echado fuera como no querida y no amada. ¿Dónde está mi fe?”. El P. Neuner, al que se confiaba, la ayudó a comprender que esa oscuridad y vacilación representaban la base espiritual del trabajo que Dios le había confiado. La Madre Teresa aceptó que esa dolorosa experiencia la identificaba con el abandono que sufrió Cristo en la cruz, y también con el abandono que sufren a diario los pobres. De hecho, a pesar del vacío interior, siguió creyendo en el Señor y haciendo el bien.

En otra de sus cartas explica: “Hay tanta contradicción en mi alma: un profundo anhelo de Dios, tan profundo que hace daño; un sufrimiento continuo, y con ello el sentimiento de no ser querida por Dios, rechazada, vacía, sin fe, sin amor, sin celo... El cielo no significa nada para mí: ¡me parece un lugar vacío!”.

Comentando la publicación de estas cartas, el P. Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, ha declarado a Radio Vaticano: “Este sufrimiento lacerante, provocado por el vacío de Dios, es el signo de que se trata de un fenómeno positivo. Se trata de una presencia-ausencia: Dios está presente pero no es experimentado. El que la Madre Teresa pudiera pasar horas ante el Santísimo, como dicen los testigos que la vieron, casi extasiada… y el que lo hiciera en estas condiciones demuestra que es un martirio”.

“Los ateos ‘normales’, comunes, no quedan afligidos por la ausencia de Dios; sin embargo, para la Madre Teresa era la prueba más terrible que podía vivir”, añade Cantalamessa.

Una experiencia de algunos santos.
Los periodos de oscuridad interior no son una novedad en la vida de algunos santos. Es sabido, por ejemplo, que santa Teresa de Lisieux sufrió una prueba de este tipo durante su enfermedad final, con dudas acerca de lo que le esperaba después de la muerte.

La “noche oscura”, aclara el padre Cantalamessa, “es muy conocida en la tradición cristiana; quizá lo nuevo ha sido la manera en que la vivió la Madre Teresa. Pues mientras la ‘noche oscura del espíritu’ de san Juan de la Cruz es un período generalmente preparatorio al definitivo, que se llama ‘unitivo’, en el caso de la Madre Teresa parece que fue una situación estable, a partir de un cierto momento de su vida, cuando comenzó su gran obra de caridad, hasta el final”.

Cantalamessa piensa que esta situación prolongada tiene un significado: “Creo que la Madre Teresa es la santa de la era mediática, pues esta ‘noche del espíritu’ la protegió de la posibilidad de convertirse en víctima de los medios, es decir, de que se exaltara a sí misma. De hecho, ella misma decía que ante los más grandes honores y ante el interés de la prensa, no sentía nada porque vivía este vacío interior”.

También advierte que hay ahí una enseñanza para los no creyentes que viven con sufrimiento su situación: “En la Madre Teresa de Calcuta esta ‘noche oscura del espíritu’ convivía extrañamente con una paz y una felicidad que ella misma dice que no habría cambiado por nada en el mundo, como tampoco habría hecho ningún místico. Por lo tanto, es una llamada a los no creyentes honestos para hacer de su situación de vacío, de búsqueda del sentido de la vida un trampolín para lanzarse hacia la luz...”

El P. Kolodiejchuk ve en la actitud de la Madre Teresa un antídoto frente al sentimentalismo de nuestra cultura: “La tendencia en nuestra vida espiritual, y también en la actitud más general respecto al amor, es que lo que cuenta son nuestros sentimientos. Así que la totalidad del amor es lo que sentimos. Pero el amor auténtico a alguien requiere compromiso, fidelidad y vulnerabilidad. La Madre Teresa no ‘sentía’ el amor de Cristo, y podría haber cortado. Pero se levantaba a las 4.30 cada mañana por Jesús, y era capaz de escribirle: ‘Tu felicidad es lo único que quiero’. Este es un poderoso ejemplo, incluso en términos no puramente religiosos”.

“Antes de publicar las cartas, lo hemos hablado dentro de la orden”, dice el postulador. Esta nueva visión de la lucha interior de la Madre Teresa –ha explicado el P. Kolodiejchuk– “puede indicar también a los otros miembros de la orden cómo sobrellevar los momentos de oscuridad o de crisis espiritual, a lo largo de una vida no fácil, al servicio de los más pobres”.

Para la sucesora de la Madre Teresa, sor Nirmala, estas revelaciones sobre las crisis de fe de la fundadora de la orden no deben ser un obstáculo para su canonización: “Es el camino que Dios eligió para la purificación y la transformación de su ser interior (...), es una parte de la vida espiritual de la Madre”

En algunas ocasiones repaso citas biblicas en mi mente, cuando estoy en medio de situaciones dificiles, en momentos que no se por donde esta el camino para seguir adelante, mi razón basada en la experiencia de vida, me dice que Dios está, que Dios es, que Dios es amor, pero mi corazón se siente lejos, mis pensamientos van y vienen, hay desconsuelo, pero basta un momento, un atardecer, una buena conversación, una oración comunitaria, para volve a experimentar el consuelo de Dios, la lucha es dia a dia.

Que tengan un buen fin de semana.

Betty Gil.