domingo, 28 de septiembre de 2008

¿Qué guía tu vida?

Los diccionarios definen el verbo guiar como:
mover, conducir, empujar
Hay cientos de circunstancias, razones y sentimientos que guían tu vida.

A muchos los guía la culpa

Caín. Gen. 4,12b “…en el mundo serás un fugitivo errante”

A muchos los guía la ira y el resentimiento
En vez de sacarse el dolor por medio del perdón lo repiten una y otra vez en sus mentes.

Job 5,2 “Entregarse a la amargura o a la pasión es una necedad que lleva a la muerte”

A muchos los guía el temor

Las personas con temor pierden oportunidades a emprender cosas. Viven a lo seguro, evitando riesgos.

El temor es un tipo de cárcel que tu mismo te impones.

La persona que ama no tiene miedo.

I Jn 4,18 “Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar”.

A muchos los guía el materialismo

El deseo de adquirir se convierte en la meta principal de sus vidas.

“Cuanto más tengas serás más feliz, más importante, y vivirás más seguro”

La verdadera felicidad, seguridad y lo mas importante se fundamenta en algo que nadie te puede quitar: tu relación con Dios.

A muchos los guía la necesidad de ser aceptados

Permiten que las expectativas de los demás controlen sus vidas. Se preocupan de qué dirán y se pierden dejándose guiar por las voces del mundo.

Mt. 6,24 “Nadie puede servir a dos señores”.

Nada es más importante que conocer los propósitos de Dios para tu vida, y nada puede compensarte el no conocerlos; ni siquiera el éxito, la riqueza, la fama o los placeres.

Sin un propósito, la vida es una marcha sin sentido, un movimiento sin dirección y sucesos sin motivo.

La vida sin propósito es trivial, insignificante e inútil.

Beneficios de una vida con propósito

Conocer tu misión da sentido a tu vida

Cuando la vida tiene sentido puedes soportar cualquier cosa. Cuando no lo tiene, resulta insoportable.

Isaías 49,4 “En vano he trabajado, he gastado mis fuerzas sin provecho alguno”

Necesitas tener esperanza para poder salir adelante.
Tener esperanza es el resultado de tener un propósito.

Jeremías 29,11 “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes… planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.

Conocer tu misión simplifica tu vida

Sin un propósito definido, no tienes fundamento alguno en qué basar tus decisiones, distribuir tu tiempo y usar tus recursos. Entonces, tomarás decisiones basadas en las circunstancias, en las presiones y el estado anímico del momento.

Los que conocen su misión dirigen su esfuerzo y energía en hacer la voluntad de Dios. No se distraen, ni se complican con cosas vanas y triviales.

Filipenses 3,15 “Aquellos que queremos todo lo que Dios tiene, mantengámonos enfocados en la meta”.

Conocer tu misión estimula tu vida

El propósito siempre produce entusiasmo.

No hay nada que de tanto ímpetu como tener un propósito claro.
Por otro lado, el entusiasmo se disipa por falta de propósito.
Conocer tu misión te prepara para la eternidad

No fuiste puesto en la tierra para ser recordado, sino para prepararte para la eternidad.

Lo único que tiene relevancia es:

Uno: Si aceptaste lo que Cristo hizo por ti y si aprendiste a amarlo y a confiar en El.

Dos: Qué hiciste con tu vida, dones, talentos, oportunidades, dinamismo y recursos que Dios te dio?

Punto de reflexión:
Vivir con un propósito es el camino a la paz.

Versículo para recordar:
Isaías 26,3 “Al de propósito firme guardarás en perfecta paz, porque en ti confía”

Pregunta para considerar:

¿Cuál, podrían decir mi familia y amigos, es la fuerza que mueve mi vida?
¿Cuál quiero yo que sea?

Ideas tomadas del libro: "Una vida con propósito" de Rick Warren
- Maria Isabel Román

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