jueves, 21 de febrero de 2008

4 ingredientes para un milagro.



A mi correo me llega diariamente una reflexión de la página Renuevo de Plenitud, la semana pasada, me llego está historia que se relata en el segundo libro de los reyes, quise compartirlo con ustedes, viviendo una vez más que la palabra de Dios es viva y eficaz, siempre de actualidad, espero que cada uno de nosotros tengamos nuestro cuarto listo para entrar en comunión con Dios, para dejarle a El nuestras preocupaciones y esperar en El la guía de nuesta vida.

El relato es:

Una mujer experimentó milagros sorprendentes en su vida y encontró la fuente de su bendición, alegría y paz.

Su historia se relata en 2ª de Reyes 4: 8-37.

Un buen día le dijo a su esposo que construyeran una habitación y pondrían allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, para que al pasar el Hombre de Dios, se quedara allí.
Aquella actitud le proveyó de un maravilloso milagro, un hijo, ya que no tenía y su esposo era anciano. Este niño creció y un día enfermó y sobre las rodillas de su madre estuvo sufriendo hasta morir. Ella entendió que allí, en sus rodillas, o "en sus fuerzas", no estaba la fuente de su bendición y corrió a aquella habitación, que habían construido con una cama, una mesa, una silla y una lámpara y buscó al Hombre de Dios y se aferró a él hasta que un milagro sucediera; sucedió, el niño resucitó.

He aquí un tremendo ejemplo para nosotros que a diario necesitamos un milagro, en nuestro hogar, finanzas, en nuestro matrimonio y en nuestras ciudades. En una habitación, un lugar privado y especial, para estar a solas con Dios, "Mas tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre...te recompensará" Mateo 6:6;

Allí estaban los 4 ingredientes que ayudaron a la mujer sunamita a obtener un milagro:

-Una cama:
Un lugar que nos recuerda descansar en las manos de Dios, renunciando a nuestras fuerzas."Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" Mateo 11:28.


-Una mesa:
Para deleitarse en su presencia, donde hay plenitud de gozo aún a pesar de las pruebas, “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre" Salmo 16:11.

-Una silla:
Un lugar donde estar atento, callado y esperar la voz de Dios."... me presentaré delante de ti, y esperaré" Salmo 5:1-3.

-Una lámpara:
La palabra de Dios, la luz que alumbra nuestro camino y que nos guía a la verdad. "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mí camino" Salmo119:105.

Aférrate hoy a Dios, sé persistente en buscarlo y amarlo, busca un lugar donde estar con él a solas, lleva la cama, la mesa, la silla y la lámpara y confía a tal punto de que si aún estuviere tu matrimonio muerto, tus cuentas en "0" y tu vida en fracaso, puedas proclamar "paz", "todo bien", como dijo la sunamita, porque su esperanza estaba en Dios y no en sus fuerzas.

"Un milagro hay para ti, un milagro de resurrección"

Un milagro en una habitación con una cama, una mesa, una silla y una lámpara.
1ª Pedro 5:7."Depositando en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes".


Arcangela Arnone de Blanco.
Venezuela
Tomado de reflexiones cristianas www.renuevodeplenitud.com

1 comentario:

Equipo de Oración Personal dijo...

Gracias por compartir esta reflexión...

Si tuvieramos Fé como un grano de mostaza...¿Qué esperamos?