miércoles, 6 de febrero de 2008

"Nos vemos en la Eucaristía"

Conocí a Sor Catherine cuando estuve trabajando como voluntaria laica en la Orden Religiosa de los Salesianos. Ella era de Cuomo, un pequeño pueblo en Italia. Sor Catherine era bajita, tenía algunos años encima y se movía con una gran ligereza.
La recuerdo como una persona formal y seria, a la que lo mismo le encantaba el orden y la disciplina como divertirse jugando con los niños de la escuela. Como aquella tarde, que nos quedamos a cargo de la guardería y ella utilizó el carrito de servicio del comedor para pasear a los niños por todo el pasillo de la cafetería durante dos horas(¿qué no estaba prohibido?). Era difícil decir quién se divertía más: los niños que se paseaban, ella que empujaba el carrito o yo que los veía ir y venir.
Mi año de servicio pasó volando y mucho más pronto de lo que yo me hubiera imaginado llegó el momento de despedirme para regresar a casa. En ese momento no se me venían las palabras a la mente -tenía tantas emociones mezcladas- ¿qué le iba a decir? No sé que le habré dicho finalmente, pero recuerdo claramente lo que Sor Catherine me dijo. Me explicó que cada vez que recibimos la Eucaristía (Cuerpo y Sangre de Cristo)nos volvemos Uno con Cristo y con Él formamos un solo Cuerpo que es toda la Iglesia, en la que estamos en unión perfecta los unos con los otros por los méritos del mismo Cristo. Así que cada vez que yo recibiera la Comunión me iba a encontrar no solamente con Cristo, sino con todos los que también lo reciben en Comunión. Por lo tanto, para volvernos a ver, solamente necesitaba recibir a Cristo en la Comunión y allí nos ibamos a encontrar nuevamente, aunque estuviéramos muy lejos. Así que en realidad no me dijo adiós, sino un "nos vemos en la Eucaristía".
De esto hace ya 10 años. Desde aquella conversación nunca he vuelto a ver a Sor Catherine. Bueno, en realidad, sí la he visto y estuve con ella hace poco: este domingo pasado fuí a misa y recibí a Cristo en la Comunión.

- Martha Miranda

1 comentario:

Equipo de Oración Personal dijo...

Marthilla:

¡ Muy bonita, mijita, muy bonito ! fuera de broma me parece una vivencia muy bonita la que nos compartes, ojala y todos los católicos tuvieramos esa conciencia de Jesús Vivo en la Eucarístia que nos animara al encuentro de hermanos.

Saludos. Betty.