domingo, 6 de abril de 2008

Despistada yo? Pues sí...


Soy muy despistada. Entiendo que el "despiste" se puede manifestar de muchas maneras, en mi caso lo más notorio es mi limitada capacidad para orientarme. Tengo una excelente ortografía, preparo un flan que es todo un éxito en mi grupo de amigos y saqué buenas calificaciones en Cálculo Diferencial e Integral, pero no me des indicaciones para llegar a cierto lugar porque se convierte en casi-casi una misión imposible. Si me das un mapa, lo puedo doblar y desdoblar perfectamente (habilidad para el origami? Tal vez), pero no me pidas que lo consulte para encontra una ruta para llegar a un fraccionamiento nuevo porque me cuesta muchísimo trabajo. Una amiga lo describió de una manera precisa, aunque un poco cruel: "tu cerebro no funciona de esa manera".
Debido a la necesidad de ir de un lugar a otro y conservar mi independencia, he encontrado ciertas formas para lidiar con mi problema, tales como salir con mucho tiempo de anticipación, pedir ayuda a alguien para que me dibuje un croquis o llevar siempre una libreta conmigo con la dirección apuntada para preguntar después a quien me encuentre en el camino y me ayude a llegar. Y siempre llego. Después de dar muchas vueltas, preguntar a varias personas y a veces desesperarme al punto de las lágrimas. Varias veces me he preguntado por qué me cuesta tanto orientarme, por qué el norte y el oriente me son conceptos difíciles de ubicar y qué de bueno puede tener el ser despistada y me parece un tanto irónico pero la verdad es que...
creo que me ha ayudado a ser una mejor persona. ¿Cómo? Me explico:
a)Me ha ayudado a ser perseverante. ¿Qué no doy a la primera? Bueno, pues vuelvo a empezar. He tomado el carril equivocado, dado vueltas por el lado contrario, recorrido lugares extraños y sigo buscando, intentando nuevos caminos. Me toma tiempo, pero al final siempre llego.
b)Me ha ayudado a ser humilde. He tenido que reconocer que no puedo hacer todo yo sola, y que necesito ayuda de los demás. Dejarme ayudar me permite ver a las personas en su mejor faceta y me enseña a ayudar a mí también.
c) Me ha ayudado a ser más tolerante con las limitaciones de los demás. Hay ciertas actividades que para mí son muy fácil de hacer, no me cuestan ningún trabajo, como leer un libro interesante de 700 páginas o escribir una carta, pero me ha tocado tratar con personas a las que se les hace extremadamente difícil. Sé que tienen otro tipo de habilidades en las que me superan. Y está bien. Su cerebro funciona de manera diferente.
d) Me ha ayudado a ser un poco más paciente. Aunque me esfuerzo por aprender las calles y las rutas a los lugares que visito frecuentemente, reconozco que me es difícil. Me toma más tiempo que a la mayoría de las personas. Así soy y he aprendido a tenerme paciencia. Algunas personas han sido pacientes conmigo. Otras no. Yo entiendo que es desesperante, así que trato de tener paciencia con los demás cuando no hacen las cosas como yo hubiera querido o con la rapidez que yo esperaba. Hay días en que lo logro. Otros no.

Cuando a Jesús le preguntaron de quién era la culpa de que una persona naciera ciega, su respuesta fué que era para que se manifestaran en él las obras de Dios (lo puedes leer en Juan 9:1-6). Espero, con Su gracia, que mi ser despistada también de alguna manera sea una razón para que Su obra se manifieste en mí... sobre todo si te toca ir conmigo cuando voy manejando.

1 comentario:

Equipo de Oración Personal dijo...

Gracias Martha por compartir con nosotros tu experiencia de Dios. Gracias por mostrarnos tu humildad y tu crecimiento, así como tu buena amistad con Dios ... digo si guío al pueblo elegido 40 años por el desierto, seguro te acompañara en tu "despistes" a llegar a donde necesites.